Sabrina Bölke es militante e integrante de la agrupación H.I.J.O.S. de la regional de Ciudad de Buenos Aires. A su vez, trabajó en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex-ESMA) investigando desapariciones de LGBT+ durante la última dictadura. La semana pasada se dio a conocer públicamente el ataque y abuso sexual que sufrió en su departamento el 5 de marzo, denuncia que tuvo como respuesta una amplia solidaridad que luego se expresó en la masiva movilización del 24 de marzo.
“Soy una de las tantas hijas de compañeras y compañeros que vivieron en esos momentos tan terribles la última dictadura cívico-militar, y que tuvieron la suerte de poder contar esta historia” relata Sabrina en una entrevista que dio hoy en El Destape. Cuenta que ese día cuando volvía de trabajar dos personas la sorprendieron al entrar en su casa dos personas que se encontraban atrás de su puerta esperándola, “me tomaron por la espalda, me tomaron por el cuello, me redujeron” sostuvo.
Al comienzo pensó que se trataba de un robo, pero luego los atacantes dejaron claro su intención: “me dijeron que no hablara nunca más, que sabían donde trabajaba, que no tenía que hablar de mi trabajo, de derechos humanos”. Relata que en la siguiente hora la torturaron, le apuntaron con un arma y abusaron sexualmente de ella. Al irse, la amenazaron con que si ella denunciaba volverían para matarla. Un claro acto de amedrentamiento, en medio de la convocatoria a la movilización del 24 de marzo y el feroz plan de ajuste que aplica el gobierno, que busca acallar las denuncias contra las violaciones a los derechos humanos.
En una entrevista en Radio con Vos la referente de DDHH y diputada nacional, Myriam Bregman, recalcó la importancia de estas denuncias y la necesidad de acompañarlas en las calles haciendo referencia a la campaña que se realizó tras la desaparición de Julio López: “logramos que hechos trágicos como la desaparición de Julio prácticamente no volvieran a repetirse y que cuando se repitieran incluso desde el mismo gobierno tuviesen que actuar de una manera distinta, y logramos que no se detengan los juicios, porque la impunidad sólo genera más impunidad. Entonces dejar corriendo hechos como estos sin que se actúe rápidamente es lo peor que podemos hacer”.
Una conclusión clave a la luz de la marcha que se vio el 24 de marzo con postales masivas en Ciudad de Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mar del Plata, entre otras ciudades, dando muestra que hay una enorme fuerza social para responder ante los ataques a las libertades democráticas y el plan de guerra que lanzó Milei contra la mayoría trabajadora.
En un comunicado publicado por la tarde del lunes, la agrupación H.I.J.O.S. plantea que desde el inicio hubo actuación policial de oficio. “Respecto de la causa, hubo cambios de jurisdicción por declaración de incompetencia entre la justicia nacional ordinaria y la justicia federal. Situación que aún se mantiene, ya que el juez federal Ercolini por segunda vez se declaró incompetente enviando la causa nuevamente al juez Yadarola” sostienen.
Una situación que solo provoca la demora en el inicio de la investigación y que se esclarezca rápidamente el caso, poniendo en mayor riesgo a la víctima. Por eso, desde el primer momento, distintos organismos y referentes de derechos humanos sostienen que el Estado debe dar una respuesta inmediata. Más aún encontrándose de por medio la sigla VLLC (Viva La Libertad Carajo) escrita en la pared de la habitación de Sabrina, una frase insignia del Gobierno. Más abajo los atacantes escribieron la palabra “ñoqui”, la palabra que resume la estigmatización contra trabajadores estatales que vienen sufriendo despidos masivos en distintas dependencias. Mientras tanto cuenta que su sueldo ni siquiera cubre la canasta básica.
Los atacantes rompieron muebles, cosas de valor, “no se robaron nada, lo que sì rompieron cosas, mucho” sostuvo la militante de H.I.J.O.S. que durante la entrevista apuntó al Gobierno por el caldo de cultivo, odio, violencia que hay desde hace un tiempo ya, y habilitan este tipo de cosas. Días atrás el propio Milei dio like a un tuit que negaba el hecho. “Negaron los desaparecidos, negaron la dictadura, niegan los 30 mil, niegan a las madres, niegan a los nietos, niegan a los hijos. Niegan los casos de gatillo fácil, niegan la pobreza que hay, niegan el hambre, niegan que los trabajadores, las trabajadoras, las amas de casa no llegan a fin de mes, que los chicos tienen hambre, ¿qué puedo esperar? ¿que tengan empatía?” respondió ella.
Al ser consultada por cuáles cree que son las razones por las que fue objetivo de este ataque contesta “no sé si el punto es porqué yo o porqué no yo y no otra persona, yo creo que lo que tenemos que debatir seriamente es que lo que pasó está mal”. A su denuncia, también se sumó otra por amenazas hecha por Teresa Laborde, hija de Adriana Calvo quien fue más conocida como la primera denunciante en los juicios contra la Junta (tal como se ve en la película Argentina, 1985). “Entre nosotras encontramos también una fuerza que es la que nos mueve todos los días, para poder decir, denunciar y hacer público que estas cosas pasan” sostuvo Sabrina y se refirió a la movilización del 24 de marzo: “la fuerza la encuentro en todos y todas las que fueron a la plaza”. |
