El gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro
La otra cara del ajuste: la plata que no va para salud se fue a los bolsillos del capital financiero internacional. La línea del gobernador es ahorrar con el hambre del pueblo trabajador. Hay que desenmascararlo.
En el marco de una nueva semana de huelga de toda la salud pública provincial, Weretilneck salió con un mensaje de criminalización de los y las huelguistas, justificando el ajuste. El gobernador juega con la idea de que si tiene que pagar aumentos no podría pagar los otros sueldos o sostener los gastos de toda una provincia. Se trata del típico discurso de la frazada corta para ajustar, siempre sobre los bolsillos de los que menos tienen.
Pero la pregunta clave hay que responderla: ¿hay o no hay plata en Río Negro? Weretilneck dice que no, que la inflación es un problema grande y que no es su responsabilidad, en una alusión del Presidente Milei sin mencionarlo. Y habló de un número clave: la caída en la recaudación provincial por más de 34 mil millones de pesos, lo que equivale según sus palabras al pago de todo un mes para todo el personal estatal de la provincia de todos los ministerios y dependencias.
Pero lo que no dijo en ningún momento es que en este mes de marzo pagó 40 mil millones de pesos de deuda externa para los tenedores del Bono Castello. ¿Por qué el gobernador olvida mencionar en su discurso contra los huelguistas ese platal que fue a la banca internacional? Porque planea hacer otro pago similar en septiembre de este año y lo que es peor: su plan de pagos de deuda continuarán con otros dos similares en 2025 y otros pagos mayores en 2026, 2027 y un “remanente” en 2028.
En el último informe de deuda publicado por el gobierno, en el muy lejano mes de septiembre de 2023 , se planteaba que para pagar en los próximos 4 años el Bono Castello la provincia iba a gastar unos 387 mil millones de pesos. Más allá de que es necesario actualizar ese número porque era sobre una base proyectada de 607 pesos el precio del dólar (los Bonos Castello se pagan con moneda norteamericana que ya está en unos 875 pesos) si seguimos el cálculo de Weretilneck, el pago de esta deuda externa, durante los próximos cuatro años, sería el equivalente a unos 11 meses de sueldo de todo el plantel estatal provincial.
No se puede tapar el sol con las manos: el gobernador busca aplicar un ajuste profundo. Eso explica la virulencia y el maltrato al personal de Salud. Es una continuidad más violenta aún del destrato que hizo Arabela Carreras a los estatales durante todo su mandato.
El Plan Castello, financiado sobre la base de los bonos del mismo nombre, solo ha beneficiado con obras a los empresarios de la “patria contratista” y a los “industriales” del PITBA de Bariloche, entre otros. El Bono Castello se trata de una deuda odiosa e impagable, que solo se calcula devengar atacando el salario de la clase trabajadora. Desconocer esta deuda no está en sus planes, pero cada vez se torna más urgente y necesario. Con esa plata se sostendría un alza generalizada en las partidas presupuestarias para Salud en insumos, salarios e infraestructura. El no pago de la deuda es una medida fundamental para que la clase trabajadora pueda salir de la crisis y vivir mejor.