No es noticia que la industria puntana, como es el fiel reflejo de la crisis económica y social a nivel nacional, se encuentra emergida en una profunda crisis que atraviesa al conjunto de las y los trabajadores de dicha industria.
En este contexto, Rheem S.A, la empresa de calefones más grande de la provincia, cosecha -una vez más- a espaldas de sus trabajadores la crisis que atraviesa el país.
Recordemos, que desde diciembre dicha empresa tiene en estado de “suspensión” a aproximadamente 250 a 300 trabajadores que eran parte del “turno tarde”, en consecuencia de dicha acción, en la multinacional se estaba trabajando en un solo turno.
Sin embargo se notificó que desde esta semana se suman a dicho número más de 25 trabajadores. Siendo el total de los trabajadores “de agencia” que operaban la fábrica.
En principio, les informaron a los trabajadores que su situación sería por 30 días pero, las mismas palabras llegaron a los trabajadores que suspendieron hace ya casi 4 meses, quienes además aún no fueron reincorporados a la fábrica, y en su mayoría, se encuentran en proceso judicial contra la agencia Manpower, por incumplimiento del plazo de liquidación de 45 días de inactividad.
Mientras tanto…
Mientras tanto, la burocracia sindical dentro de la fábrica mantiene la misma inacción que se vio anteriormente. Es que, no es secreto dentro de la fábrica que son estos sectores quienes se encuentran “comprados” por la patronal para que no exista ningún reclamo o respuesta a los trabajadores de la fábrica que puedan denunciar no solo los despidos. Sino también reclamos concretos, como por ejemplo, las horas calóricas en tanto dentro de la fábrica funcionan hornos a más de 900°, y este verano tras la ola de calor en la provincia, las temperaturas rozaron los 60° dentro de la planta. O simplemente, la precarización general de los puestos de trabajos y maquinarias que, cuando llueve, se producen inundaciones dentro de la fábrica, poniendo en riesgo de electricidad la integridad de los trabajadores.
Son estos sectores de burocracias internas, quienes por un sobre de dinero por “debajo de la mesa” apaciguan y logran contener el descontento generalizado de los metalúrgicos.
¡Frente a la crisis, unidad de los trabajadores!
Ya que no podemos esperar nada de la UOM-San Luis y sus delegados amigos de la patronal. Llamamos a la más amplia unidad de los sectores precarizados de la industria metalúrgica junto a sectores estratégicos como, por ejemplo, estatales que se encuentran en lucha por salario y reincorporación. Y también, los demás sectores de trabajadoras y trabajadores junto con el creciente movimiento de desocupados en la provincia.
Solo está unidad va a poder dar una respuesta a la altura de la crisis para que de una vez por todas, la crisis la paguen los poderosos y no los trabajadores que todos los días hacen funcionar los engranajes de todas las industrias para benefició de unos pocos. |