Comprar un huevo de chocolate o pescado se volvió un bien de lujo como sucede con varios alimentos. Es que la inflación se mantiene alta y aunque el Gobierno festejó el número de febrero por ser más bajo, en los últimos doce meses la inflación fue de 276,2%, según el Indec. Un golpe al bolsillo.
En particular, la Canasta de Pascuas subió 304,85% respecto del año anterior, según un relevamiento de Consumidores Libres en base a un relevamiento efectuado por la entidad en supermercados y negocios minoristas de la Ciudad de Buenos Aires.
Los precios de los huevos de chocolate varían según la marca y el tamaño. Según el relevamiento de Consumidores Libres uno de 20 gramos aumentó hasta 251,85%, el de 65 gramos subió 317,39%. En tanto, el conocido huevo sorpresa de 150 gramos, que le gusta a las niñas y niños registró un incremento interanual del 303% y se consigue en los supermercados a casi $ 13.000.
El pescado es otro producto que tuvo fuerte subas. El kilo de bacalao noruego aumentó 500% en un año, el atún en lata hasta 425% y la merluza subió 202,56%.
La rosca de pascua de medio kilo escaló hasta 354,55% y la de kilo aumentó 255,93%.
La inflación elevada se explica por la devaluación de Milei y Caputo, el aumento de las tarifas de los servicios públicos y combustibles. Además, en particular, el incremento de los precios de los alimentos, incluida la canasta de pascuas se debe a la especulación de las grandes empresas alimenticias que buscan mantener sus márgenes de ganancias al remarcar sus precios.
Las empresas y productores mantienen sus libros contables protegidos y cerrados, por lo que no se conocen realmente los costos de producción al interior de la cadena de alimento. Un plan que busque verdaderamente frenar la inflación debería implementar entre otras medidas, la apertura de los libros contables para ver cuáles son los costos reales y cuáles son sus verdaderas ganancias.
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