Las y los trabajadores de viñas y bodegas de Mendoza son de los peores pagos de la provincia. La emblemática industria vitivinícola tiene grandes bodegueros millonarios que exportan en dólares, y trabajadores y trabajadoras con salarios de miseria y precarias condiciones laborales.
En la última discusión paritaria, la federación de sindicatos vitivinícolas del FOEVA acordó un salario inicial de $ 455.435 (viñas) y $ 518.757 (bodega) para el mes de abril, con la particularidad de que la mayor parte del aumento son ítems no remunerativos, manteniendo un salario básico muy por debajo de la Canasta Básica. Esto perjudica a los trabajadores que se están por jubilar, ya que el sueldo que se reconoce en blanco es de $ 310.621 (bodega) y $ 267.733 (viña); tampoco estos items en negro no suman para el cálculo del aguinaldo ni para la antigüedad.
Sin embargo, aún este acuerdo que no responde plenamente a las demandas de las y los trabajadores de viñas y bodegas (quienes reclaman desde hace tiempo por sueldos que sean superiores a los de la canasta básica) corre peligro, ya que el Gobierno nacional amenazó que no realizaría la homologación de paritarias que superen un 12% para marzo y 9% para abril.
La excusa de Javier Milei y del ministro de economía Luis Caputo es la necesidad de bajar la inflación. Pero mientras tanto en sus más de 100 días de gobierno, dejaron que las petroleras hayan aumentado los combustibles más del 100%; que los alimentos hayan aumentado más del 70% su valor para beneplácito de las industrias alimenticias y los supermercados; que los medicamentos subieran 146%; los ejemplos se multiplican... Allí donde hubo una necesidad de maximizar los negocios y enriquecer a la clase empresaria, el gobierno no ahorró energías ni disposición.
Pero para los trabajadores y los sectores más humildes, el verdadero rostro del gobierno es el de la ”motosierra y la licuadora”. Su plan es que a través del empobrecimiento generalizado, la gente no tenga dinero para comprar y ese sea el mecanismo cruel para bajar la inflación. Es así cómo hemos llegado a la situación donde en Argentina los precios son equiparables a los de países europeos, pero con sueldos del 20% de los de estos países.
¿Y la casta?
Que el ajuste es solo para las y los trabajadores como decíamos antes, lo demuestra que los legisladores y funcionarios políticos siguen aumentando sus dietas de manera indignante: mientras en Mendoza el salario inicial de una maestra no llega ni a la mitad de la Canasta Básica (medida en febrero en más de $600.000), las dietas de diputados y senadores provinciales superan los $1.679.000 de bolsillo. "En Mendoza tenemos los políticos más ricos y los maestros más pobres del país", denunció el maestro y ex senador por el Frente de Izquierda, Lautaro Jiménez, esta semana. El ajuste no lo pagan “la casta” ni los grandes empresarios, lo pagás vos que laburas todos los días.
Una estrategia para dividir a los trabajadores
El juego que establece el gobierno al no homologar el acuerdo, sienta la posibilidad de habilitar que en distintas empresas vitivinícolas, las patronales bodegueras se nieguen a otorgar dichos aumentos. Esto sería muy peligroso, ya que miles de trabajadores podrían quedar aún más relegados en sus salarios, poniendo en cuestión, de hecho, el mecanismo de paritaria colectivas por ramas (como quiere el gobierno y muchos sectores patronales), dividiendo aún más a las filas obreras.
En algunas bodegas y en distintos medios, algunos representantes de las patronales han declarado que pese a la no homologación por parte de la Secretaría de Trabajo de la Nación, mantendrían como válido el acuerdo. Sin embargo, las principales cámaras empresariales como son Bodegas de Argentina y la UVA, no se han expresado al respecto.
Es que la eliminación de los convenios colectivos de trabajo es un anhelo de las patronales de Argentina. Buscan que los trabajadores negocien por empresa sus sueldos, dividiendo sus fuerzas y dejando en condiciones de mayor debilidad para negociar a los trabajadores de empresas medianas y chicas. Dentro del paquete de reformas laborales reaccionarias que Milei quiere imponer en el DNU (por ahora frenado por la justicia) se encuentra planteada la intención de eliminar los convenios colectivos.
Mientras tanto, la conducción pejotista del sindicato que dirige la federación de sindicatos vitivinícolas FOEVA, así como la gran mayoría de las regionales que dirige, deja pasar el tiempo sin una posición clara respecto al acuerdo y a las medidas que quiere imponer el Gobierno nacional.
No solo eso, sino que en la paritaria que firmaron, acordaron dejar aún más relegados a los trabajadores de viñas respecto a los de bodega, ya que negociaron aumentos menores para aquellos por presión de algunas de las cámaras empresarias viñateras (así como han venido dejando pasar durante todos estos años la pérdida de derechos de los miles de trabajadores vitivinícolas que no tienen contratos o que trabajan bajo la órbita de precarización de las cooperativas truchas).
Para un trabajador de bodega, su sueldo inicial para marzo sería de $ 518.757. De esos, solo $ 310.621 corresponderían al básico y el resto, $ 208.136 corresponden a ítems no remunerativos ($105.403 responden al refrigerio, y $102.733 a uno de los 3 partes del pago del bono “con carácter extraordinario y por única vez, sin que sea computable para el cálculo de cualquier otro rubro legal o convencional”). Es decir, el 60% es en blanco y la proporción del sueldo en negro ya alcanza el 40%.
Para los trabajadores y trabajadoras de viña, el sueldo inicial para marzo sería de $ 267.733, y en ítems no remunerativos $ 187.702 más (refrigerio más bono): por un total de $ 455.435. Es decir que la diferencia entre un trabajador de bodega y uno de viñas sería de $ 63.322, lo que representa un 12,2% menos.
Es urgente que el FOEVA y todos los SOEVAS del país, impulsen un plan de lucha junto a la CGT para que el gobierno homologue el acuerdo paritario. Es necesario unir a todos los trabajadores vitivinícolas para no ceder al chantaje y las presiones del gobierno y las patronales que juegan con los ingresos de las familias obreras. |