Ingreso colectivo a la Secretaría de Trabajo, 3 de abril.
Entrevista a protagonistas de la lucha. Luego de un ingreso colectivo en la sede central y por la organización que crece desde abajo, el Gobierno tuvo que dar marcha atrás con los despidos a trabajadores del cupo laboral travesti-trans-no binarie y del cupo laboral para personas con discapacidad. Aún quedan cientos por reincorporar, y la lucha sigue ante la amenaza permanente de nuevos despidos.
Entre lunes y martes, llegó una buena noticia entre los trabajadores y trabajadoras de la Secretaría de Trabajo, en todas las dependencias y agencias territoriales del país. Las autoridades tuvieron que dar marcha atrás con una parte de los despidos en este organismo: se trata de quienes entraron por cupo laboral travesti-trans-no binarie, cupo laboral para personas con discapacidad, y también reincorporaron varias personas con licencias por enfermedades graves. Aún así, quedan cientos de compañeras y compañeros por reincorporar, y la lucha continúa.
Este retroceso del Gobierno ocurrió luego de que los trabajadores y trabajadores organizaron un ingreso colectivo a la sede central, junto a los despedidos de las distintas agencias territoriales. La acción fue acompañada desde otras dependencias públicas y distintos sectores en lucha, como los despedidos de GPS-Aerolíneas Argentinas, y también por las asambleas barriales y jubilados. Una vez adentro, se hizo una asamblea de ATE, abierta a afiliados y no afiliados, con la participación de afiliados a UPCN. Un paso en la unidad que contribuyó a un ganar una primera batalla, aún parcial, pero importante.
En la misma acción, que fue ampliamente cubierta por los medios, se denunció con fuerza al secretario de Trabajo Julio Cordero y su relación con el grupo Techint (empresa colaboradora de la última dictadura). Los trabajadores señalan que a Cordero lo puso el gobierno de Javier Milei con el objetivo dejar familias estatales en la calle primero, para luego pasar una reforma laboral que se cargue los derechos de todo el pueblo trabajador. Es el segundo secretario que pone el Gobierno, luego del escándalo del aumento de sueldo para la casta de los altos funcionarios y el propio presidente. "Los trabajadores no somos casta. Ellos son la casta", es uno de los lemas del conflicto.
"Logramos estas reincorporaciones porque salimos de inmediato a luchar" -afirma Mía Iroz (45), que es delegada de ATE y trabaja en la Agencia Territorial de La Plata. Ella entró a trabajar por cupo trans en 2021 y años antes peleó por esta y otras leyes junto al colectivo de diversidad. Como delegada, además de participar en la lucha por la reincorporación de todos los compañeros, tomó la tarea de estar en contacto con les despedides de cupo laboral travesti-trans-no binarie, de las distintas dependencias del país. "Hicimos jornadas de lucha, retención de tareas, y visibilización, pegando en cada silla vacía un cartel con el nombre del compañero que faltaba y la descripción de las tareas que hacía", cuenta. Y agrega: "Celebremos este momento. ¡Pero a no bajar los brazos! Seguimos luchando por la reincorporación de todos los despedidos".
El Gobierno despidió al rededor de 500 trabajadores en la Secretaría de Trabajo, y las personas de cupos (que fueron todas reincorporadas) no llegan a 100. Los puestos de trabajo que se recuperaron están protegidos por las leyes nacionales. Pero, de conjunto, los miles de despidos que está efectuando el Gobierno en todo el sector público son ilegales. Porque se basan en un fraude laboral heredado: la mayor parte de los trabajadores tiene condiciones precarias de contratación, sin estabilidad laboral, incluso quienes trabajan hace décadas.
¿Cómo se organizó?
Los estatales ya venían preparándose. El 27 de marzo, sabiendo que ese día caerían despidos en forma de no renovación de contratos, desde de distintos organismos de la Administración Pública Nacional impulsaron asambleas y jornadas de lucha.
En la sede central de la Secretaría de Trabajo, se logró imponer desde las bases un acto unitario de ATE y UPCN. "Hicimos asamblea en nuestro sector, también una bandera y recorrimos todas las oficinas para proponer una asamblea común sin distinción de afiliación", explicó Silvina, trabajadora la Encuesta de Indicadores laborales, en la primera reunión de Unidxs contra los despidos. Por su parte, Mía cuenta que el 27, en la Agencia Territorial de La Plata se quedaron hasta las 11 de la noche, definiendo los pasos a seguir.
Agencia Territorial de La Plata (Sec. Trabajo Nación)
El miércoles 3 de abril, agencias territoriales de provincia de Buenos Aires participaron del ingreso colectivo a la sede central y de la asamblea que se realizó dentro de la Secretaría de Trabajo, en Ciudad de Buenos Aires. Allí también participó Martina Sandoval (27 años), una trabajadora de cupo trans que acaba de ser reincorporada en la Agencia Territorial de La Matanza. Ella cuenta que "ese abrazo colectivo para ingresar después de ser despedida fue muy fuerte. Me sentí empoderada". Y afirma que "Hay que unirse. Unidos tenemos más fuerza para dar esta batalla".
Entre las trabajadoras y trabajadores está firme la convicción de continuar la lucha por la reincorporación de todos los despedidos. Y se siente la necesidad de que la unidad y la coordinación crezca entre los sectores, para imponer un paro general y un plan de lucha unificado a las centrales sindicales. "La semana pasada hicieron paro los docentes, después el viernes se hizo el paro y movilización de ATE. Tenemos que unificarnos todos los trabajadores", señala Martina.
"Estamos frente a un Gobierno que quiere ir por todos los derechos, ganados legítimamente por la lucha en las calles" -denuncia Mía- "Porque no solo fueron por la ley de cupo laboral travesti trans, o por el cupo de discapacidad. Fueron por compañeros con tratamiento oncológico. Y también fueron por compañeros que hace 20 años que están trabajando en el sector público. Vienen por todos los sectores".
"Es una alegría inmensa que estos compañeres hayan vuelto a su puesto de trabajo y sin dudas, la fuerza se construyó desde abajo. La organización partió de las oficinas, con asambleas, y así cada uno fue tomando esta lucha en sus manos" -afirma Larisa Pérez, despedida de la sede central de Trabajo- "Esto nos da más fuerzas para continuar por la reincorporación de todos los compañeros, en unidad con los despedidos y despedidas de otros organismos". Larisa es integrante de la agrupación Marrón y viene siendo parte de impulsar una comisión con los despedidos y despedidas que quieren pelear por su reincorporación en la Secretaría; y también del espacio de coordinación de trabajadores estatales Unidxs contra los Despidos.
Por su parte, Eugenia Fernández (La Marrón), delegada de la Agencia Territorial de La Matanza, afirma que "Esto es un punto de apoyo y un triunfo, sí. Pero la lucha sigue porque hay un montón de compañeros que continúan despedidos, y además Cordero y el Gobierno amenazan con más ataques. Por eso mañana seguimos con asambleas, seguimos con medidas de lucha, acá y en todo el país".
La pelea continúa también contra el proyecto de Ley Ómnibus II (Ley Bases), que Javier Milei quiere mandar aprobar para el 25 de Mayo, para lo que busca acuerdos con los gobernadores de todos los colores políticos. "Vamos a resistir, vamos a luchar y no vamos a permitir que salga la Ley Bases, porque va en contra de nuestros derechos", concluye Mía. Con esta normativa, que se tratará en el Congreso de la Nación, vienen por los derechos de los trabajadores del sector público y por privatizaciones, para luego caer sobre los derechos del conjunto del pueblo trabajador, con una reforma laboral.
Nunca más en la oscuridad
"Este Gobierno quiso volvamos a la oscuridad" -denuncia Mía Iroz- "Y yo le dije a mis compañeras: Nosotras no volvemos nunca más a la oscuridad, tenemos que pelear por defender las leyes que conquistamos con la lucha en las calles". La Ley de Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgéneros "Diana Sacayán-Lohana Berkins", se conquistó como parte de una pelea del colectivo de diversidad y buscó dar respuesta al problema de la falta de empleo genuino, en un sector permanentemente violentado por las raíces patriarcales de la sociedad.
"Cuando vamos a buscar trabajo sufrimos mucha discriminación, no somos llamadas de ningún lado. Vos llevas un CV y queda en un tacho de basura" -relata Martina Sandoval. "Yo pensé que entrando al Estado iba a tener estabilidad laboral" -aunque ella fue reincorporada, tiene un contrato por tres meses al igual que todo el sector estatal- "Yo peleé por el cupo laboral en las calles. Y hoy no se está cumpliendo", agrega.
La ley estipula un piso del 1% en el sector público, que no se cumple desde el gobierno de Alberto Fernández, cuando el cupo de hizo efectivo. Además, se trata de formas de contratación precarias, con los sueldos más bajos de la Administración Pública Nacional.
"El salario es una deuda, esa es una de las próximas batallas que tenemos que dar. Les compañeres que ingresaron entre el 2021 y 2023, entraron con las categorías más bajas del Estado (E0). Es una precarización total", afirma Mía y denuncia: "A todos los trabajadores les plancharon el sueldo, pero ¡los altos funcionarios se lo aumentaron! La casta son ellos, no somos nosotros".
Aunque la conquista de la ley de cupo laboral trans fue un paso importante para el colectivo de diversidad; una parte importante de las personas que ingresaron al Estado, se ven empujadas a continuar con el trabajo sexual que creían dejarían atrás una vez incorporadas al empleo público. Al igual que cualquier trabajador estatal necesita de otros trabajos para llegar a fin de mes; las personas del colectivo travesti trans, además de tener los peores sueldos, continúan sufriendo discriminación y violencia a la hora de buscar trabajo en otros lugares.
"Yo nunca tuve que ir a parar a una esquina porque, por suerte, tuve el apoyo de mi familia, y también de mí pareja. Pero veo que sí hay compañeras que se siguen prostituyendo, porque no tenemos un sueldo que alcance. No vivís con 200 mil pesos, con eso podés pagar el alquiler y ¿el resto? ¿comer, vivir o viajar?" -se indigna Martina.
"Falta mucho" -es la reflexión de Mía- "Hay compañeras que dieron la vida por estas leyes. La defensa es en las calles".
"Hay que estar" -plantea Martina- "En las asambleas hay que estar. Hay que llegar a un acuerdo de cómo seguir la lucha. Porque esto no termina acá, esto recién comienza. Y qué hay que ponerle voluntad. Hay que estar organizados, unidos, tenemos que darle pelea no uno solo, ni diez ni veinte. ¡Tenemos que estar todos!".
