Los gobiernos imperialistas siguen reprimiendo al movimiento internacional por Palestina, y Francia no es una excepción. Dos miembros de Révolution Permanente (RP), que forma parte de la Red Internacional La Izquierda Diario en Francia, recibieron citaciones para ser interrogados por la GLAT, una unidad de policía judicial "antiterrorista". La policía afirma que esto forma parte de una investigación sobre comentarios supuestamente realizados en Internet desde el 7 de octubre que "glorifican el terrorismo". Uno de los dos es Anasse Kazib, trabajador ferroviario de ascendencia marroquí que durante años ha sido figura pública y portavoz de RP.
El Estado francés se dedicó a reprimir cualquier tipo de apoyo a la causa palestina, prohibiendo manifestaciones y reuniones y amenazando con disolver numerosas organizaciones. 7 meses después del comienzo del genocidio en Gaza, y en un momento en que la ONG Save the Children señala que 350.000 niños menores de 5 años corren peligro de muerte como consecuencia de la crisis humanitaria causada por el ejército israelí, la prioridad del gobierno sigue siendo la misma: criminalizar a los partidarios de Palestina para silenciarlos.
Para lograrlo, la acusación de "apología del terrorismo" se ha convertido en una herramienta esencial. Partidos políticos como la France Insoumise y el NPA, seccionales de la CGT y organizaciones como Palestine Vaincra, además de numerosos militantes y activistas, cualquier discurso que no se alinee con la retórica de los aliados del Estado de Israel puede ahora ser castigado por este motivo, con penas deo hasta 1 año de prisión con suspensión de pena e inscripción en el refistrode autores de delitos de terrorismo (Fijait).
Kazib publicó un comunicado en las redes sociales en el que, entre otras cosas, dice:
Esto no nos impedirá seguir expresando nuestro apoyo al pueblo palestino y a todos los explotados y oprimidos del planeta. Más que nunca, en un momento en que se refuerzan las tendencias a la guerra, ¡sólo podemos contar con nuestras luchas!
La declaración ya se está difundiendo ampliamente, y destacados dirigentes de la izquierda francesa se han solidarizado con los activistas y han denunciado la represión en Twitter.
Esta ofensiva contra el derecho a expresar una opinión opuesta a la del gobierno francés constituye un grave problema democrático, puesto de relieve incluso por instituciones como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Más recientemente, se pretende equiparar el apoyo al pueblo palestino con el apoyo al "terrorismo", al que el Estado querría reducir la lucha del pueblo palestino, llegando incluso a cuestionar posiciones que coinciden con las de especialistas en Oriente Medio o instituciones internacionales como la ONU.
Este aumento de la mano dura forma parte de una dinámica más amplia del Estado francés, que en los últimos años ha atacado a todos los sectores que se oponen a las políticas del gobierno. Aún están frescas en la memoria la lucha de los Chalecos Amarillos y el movimiento contra la reforma jubilatoria. Ya sea el movimiento obrero, golpeado por una histórica represión sindical, el movimiento ecologista, las organizaciones antirracistas y de barrios populares o las organizaciones políticas radicales, la represión es un sistema, respaldado por un arsenal judicial que se ha reforzado considerablemente desde 2014.
La represión contra la vanguardia se produce cuando los países imperialistas están presionando más a Israel para que ponga fin a su ofensiva genocida. Tanto Macron como Biden en EE.UU. pidieron recientemente un alto el fuego inmediato. Por supuesto, ninguno de estos líderes se preocupa por poner fin a la violencia, y Estados Unidos sigue enviando miles de millones en armas y aviones de combate para ayudar al genocidio. La inestabilidad que la ofensiva israelí está causando a los países imperialistas, junto con el movimiento que sigue movilizando a la población seis meses después, es lo que motiva los recientes llamamientos a un alto el fuego por parte de los dirigentes imperialistas.
Nos hacemos eco de las palabras de Anasse Kazib en su declaración
Mientras Macron pretende entregar algunos paquetes de alimentos a Gaza, está librando aquí una guerra contra quienes denuncian el genocidio del pueblo palestino, apoyándose en un arsenal jurídico autoritario legitimado en nombre de la "lucha antiterrorista".
Apoyar la causa palestina no es delito. En ningún lugar del mundo podemos permitir este tipo de persecuciones. |