En el marco de un ajuste brutal por parte del gobierno de Milei, los gobernadores y los intendentes, que golpea al conjunto de la clase trabajadora y las mayorías populares, el intendente Montenegro sale a atacar a las y los trabajadores municipales. Estos vienen de llevar adelante medidas de lucha contra la pérdida salarial sufrida y ante una magra oferta paritaria del 10%, con una inflación que escala el 200%. Un trabajador municipal ingresante gana aproximadamente $2200 la hora y la mayoría se encuentra por debajo de la canasta familiar.
Al ya anunciado descuento por días de paro, escala el ataque expresando que buscará declarar como “esenciales” a los trabajadores y quitarles el “premio” que rige desde el 2001. En la capital del desempleo y la precarización, Montenegro dice que “son privilegiados” por tener “estabilidad laboral”. Esa declaración pone a los trabajadores como “responsables” de una crisis que no generaron. Tener derechos laborales no es un privilegio, sino el resultado de luchas que han dado los trabajadores, en defensa de sus condiciones laborales.
En sintonía con el gobierno nacional, plantea dicha categorización para quebrar el derecho a llevar adelante medidas de lucha, como respuesta de parte de los trabajadores, para enfrentar el ajuste en curso. Esto ocurre luego de los cientos de despidos ocurridos en diferentes dependencias del Estado y sobre lo cual el intendente expresó que “no le preocupa”. Las y los trabajadores siguen peleando por su reincorporación.
Rosa Mauregui, ex candidata a intendenta de Mar del Plata, trabajadora despedida de la Secretaria de Trabajo, denunció este ataque contra los derechos de los trabajadores municipales. Denunció que “Montenegro, en sintonía con Milei, ataca a las y los trabajadores municipales, porque quieren avanzar sobre los derechos laborales de todos los trabajadores en beneficio de la casta empresarial y amedrentar a quienes luchan”.
Mauregui está peleando por su reincorporación a la Secretaria de Trabajo, junto a sus compañeros y compañeras. Señaló que “somos 14 los despidos en la dependencia. La mayoría de mis compañeras son sostén de hogar, mamás y la mayoría precarizadas, con mucha antigüedad, algunas 20 años. Nosotras relevábamos la evolución del empleo registrado, las altas, bajas, las búsquedas de personal. Al gobierno no le interesa cuál es la realidad de los trabajadores de Mar del Plata, una ciudad que tiene mucha precarización laboral y que la inmensa mayoría somos mujeres”.
Por su parte Rodrigo Garat, de la agrupación Marrón de Estatales planteó que "necesitamos coordinar todas las peleas, con asambleas abiertas, exigir un plan de lucha y paro general ya. Los despidos en el Estado representan a más de 150 familias que nuestra ciudad quedaron en la calle, es inadmisible. Tenemos que unir todos los reclamos, con los trabajadores despedidos de PepsiCo, con las y los trabajadores que venimos luchando por salarios que son licuados por la inflación, con quienes están en contra de los tarifazos en los servicios y del boleto de colectivo carísimo, aprobado por Montenegro, en beneficio de los empresarios. Unir y coordinar, también, el reclamo de nuestros jubilados, que cobran jubilaciones de hambre y pensiones en cuotas".
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