Con La Libertad Avanza (LLA) los empresarios y la casta están de fiesta. Con el dietazo de los senadores, que se duplicaron sus sueldos y más, volvió a quedar en claro que el discurso "anticasta" del oficialismo era puramente demagogia electoral. Victoria Villarruel, que ya había dejado en claro su postura a favor del aumento en una entrevista con Jonatan Viale, justificó la suba asegurando que es "absolutamente legal" y Bruno Olivera, senador del bloque oficialista, firmó el proyecto para que llegue a la cámara aunque después señaló: "Me equivoqué".
El pretexto del "error" es el mismo que había usado Milei en marzo, cuando se automaumentó su sueldo a 6 millones y luego tuvo que dar marcha atrás por la importante repercusión medática que generó. Lo que no dice, luego de la marcha atrás, es que igualmente percibe más de 4 millones de pesos mensuales. Estamos hablando del equivalente a nada menos que 17 jubilaciones mínimas.
Ahora, ante la bochornosa decisión de los senadores, Milei aprovecha y critica desde sus redes sociales asegurando que su bloque votó en contra, aunque la firma del senador Olivera de LLA esté ahí para desmentirlo.
Milei aprovecha para hacer demagogia y decir públicamente que está en contra del aumentazo, solo porque la medida es un golpe al riñón de su relato. Si realmente La Libertad Avanza estuviera en contra del aumento, sus 7 senadores hubieran dicho algo en contra al momento de su tratamiento. Si el oficialismo se opusiera a los privilegios de la casta, Manuel Adorni no habría respondido con tanta liviandad que el aumento que recibió por su "ascenso" a casi 5 millones de pesos mensuales se trata de "una diferencia menor".
Ante el brutal ajuste que viene realizando, Milei busca mantener el relato "anticasta" y construir enemigos que le sirvan para justificar sus políticas de hambre. Pero la realidad es que bajo su gobierno la casta y los grandes empresarios están de fiesta. Y mientras insiste en señalar con el dedo a otros mantiene sus privilegios cobrando su millonario sueldo, algo muy alejado de la realidad de cualquier trabajador. |