El gobierno dice que aumenta el presupuesto universitario un 140% pero es totalmente falso, sólo impacta sobre el 5% de gastos de funcionamiento, y es la mitad de la inflación anual. El recorte es histórico y el presupuesto alcanza para menos de lo que cubría en 2002. Es necesario pelear en unidad contra todo el plan de ajuste de Milei, las grandes corporaciones y el FMI.

El Ministerio de Capital Humano salió a anunciar un aumento del 140% del presupuesto universitario. Un anuncio engañoso, porque de conjunto sigue prácticamente congelado.

Es que además de ser un aumento de la mitad de lo que subieron los precios, sólo aplica a los “gastos de funcionamiento”. Esto es la luz, el gas, infraestructura, que representan sólo el 5 % del presupuesto universitario.

O sea que el aumento no aplica al 95 % restante, que es para el pago de los salarios de los trabajadores docentes y no docentes.

Por ello, el recorte sigue siendo del 75 % en términos reales y es el presupuesto más bajo del que se tenga registro, incluso por debajo del de 2002.

¿El objetivo del anuncio? Desmovilizar, desinflar la enorme marcha federal universitaria que se está preparando para el 23 de abril.

Están negociando a espaldas de la comunidad educativa. Los rectores habían puesto el grito en el cielo porque les tocaron lo que les importa, que es su caja, y dijeron que no les alcanza para pagar las facturas de luz.

¿Pero pueden seguir funcionando las universidades con el resto del presupuesto congelado? Las universidades no sólo necesitan electricidad. Docentes y no docentes tienen que cobrar lo necesario y para quienes estudian también se necesitan becas y boleto educativo gratuito.

Lo que el gobierno anuncia como aumento para las universidades es sólo para funcionamiento (10% del presupuesto) y sigue muy por detrás de la inflación. Los salarios docentes cayeron 36% desde diciembre y no anuncian nada. El 23 vamos a copar las calles

— Christian Castillo (@chipicastillo) April 19, 2024

Los docentes universitarios ya perdieron un 36% de poder adquisitivo desde diciembre, lo que se suma a la pérdida de todos los años anteriores. Hoy, un cargo de 20 horas semanales está en 230 mil pesos, ni un tercio de la canasta de pobreza.

Incluso en la UBA, una de las más reconocidas a nivel mundial, hay facultades como Economía, Derecho o Medicina en donde 2 de cada 3 docentes ni siquiera cobran un sueldo, trabajan gratis.

Milei desfinancia las universidades públicas porque su objetivo de fondo es arancerlarlas. Por eso intenta desprestigiarlas y ataca a sus docentes acusándolos de “adoctrinamiento”.

Pero plata hay. En los tres primeros meses del año el Gobierno destinó 6 veces más recursos al pago de la deuda que a las Universidades. Vos fijate las prioridades.

Por eso la pelea es por la defensa de la universidad pública y gratuita. Por un aumento de por lo menos el 300 % de todo el presupuesto universitario y contra el plan de ajuste de Milei, los grandes empresarios y el FMI.

Hagamos fuerte la unidad a la que le tienen miedo: estudiantes y docentes con todos los trabajadores que están saliendo a luchar. El martes 23, llenemos las calles.

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