En un hecho inédito en la historia nacional, Javier Milei será el primer presidente en funciones que “no es bienvenido” en el mega evento cultural que se realiza hace 48 años en Buenos Aires. Así lo indicó Alejandro Vaccaro, titular de la Fundación El libro, en sus palabras inaugurales que precedieron un conmovedor y rebelde discurso de parte de la escritora Liliana Heker.
Luego de dar la bienvenida y los saludos de ocasión, Vaccaro indicó que la Feria se inicia en momentos en que la cultura está “hackeada por el intento de desfinanciamiento. Los verdaderos hacedores de este evento y los lectores que año a año nos acompañan, observan con perplejidad que las medidas que se toman desde las más altas esferas del Gobierno los arrastran sin compasión a un mundo muy lejano al paraíso que imaginaba Borges”.
Así también declaró que “concurrir a la Feria este año representa un acto de rebeldía y de resistencia. Como nunca este espacio cultural activo será el eje central alrededor del cual girará el repudio de todas las fuerzas culturales a las políticas devastadoras que propone este gobierno”.
Vaccaro denunció “la abrupta pérdida del poder adquisitivo de amplias franjas de la población (90% aproximadamente), el excesivo aumento de los alimentos y de todos aquellos productos de primera necesidad” que “tornan el consumo en cualquiera de sus formas en un lujo que muy pocos se pueden dar".
Destacó a su vez el impacto devastador de esta situación en la industria del libro “que se venía recuperando con mucha dificultad después de la oscura noche de los últimos años de la década pasada y de la pandemia” y dio datos para solventar sus expresiones: “en 2015 el país produjo 129 millones de libros para caer en 2018 a 26 millones. En 2023 y luego de la pandemia, las cifras llegaron a 48 millones de ejemplares. Este año la cifra final no se describe con números sino con palabras: será paupérrima.”
En un discurso del todo inusual para un presidente de la Fundación El libro, Vaccaro listó una serie de reclamos:
“No al cierre del Fondo Nacional de las Artes. No al cierre del Instituto Nacional del Teatro. No al desguace del Instituto Nacional de Cine. No a la derogación de la ley 25.542 de defensa de la actividad librera. No a la negativa a comprar algo más de 14 millones de manuales escolares por parte del Ministerio de Capital Humano, que iban a ser entregados a las escuelas públicas”
Sí a la Universidad pública, gratuita e inclusiva.”
También anunció que el sábado 27, en el marco de la feria y con ingreso gratuito a partir de las 20hs, se realizará un acto de desagravio a los programas culturales dados de baja de la Tv Pública (Los siete locos y Otra trama), así como en repudio al cierre de Télam.
Finalmente procedió a explicar las razones por las cuales, más que echar él al presidente, el presidente se echó solo de la Feria del Libro.
“No registra la memoria de nuestra feria que el gobierno nacional haya estado ausente sin un stand en este evento. La excusa de que la participación del Estado nacional en la feria implicaba una erogación de 300 millones de pesos no es otra cosa que una flagrante mentira. Después de una larga negociación, en la cual accedimos a todos sus requerimientos, aún así el Banco Nación decidió retirar, después de muchos años, su esponsoreo de la Feria, dejando trascender que la orden vino de arriba.
Pero esto no es todo, luego de despreciar nuestra Feria, el presidente no se sonroja y pide participar en este espacio, cuya presencia está prevista para el próximo domingo 12 de mayo en la pista central de La Rural. Su participación en la feria, vidriera extraordinaria, implica una serie de erogaciones también extraordinarias que la Fundación El libro no puede afrontar”.
Hasta una ironía (y mucho más graciosa que las del presidente en la Fundación Libertad) se permitió este hombre por lo demás muy solemne:
“Señor presidente, se lo digo con una mano en el corazón: no hay plata. Por lo tanto, todo lo ateniente a su seguridad y de la gente que concurra a su evento correrá por su exclusiva cuenta, o lo que es peor, será un gasto extra para el tesoro nacional”
La dureza con la que Vaccaro se refirió al presidente contrasta con la amabilidad con la que saludó al Grupo Clarín, a Celulosa, al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, que también hizo uso de la palabra (por momentos abucheado o motivo de risas, especialmente cuando recordó sus inicios en la lectura con Patoruzito). Merito extra de Milei, que gana enemigos aún entre los amigos de Macri. |