Esta ultima Enade termina de acordar una agenda entre las grandes patronales, la derecha y el gobierno de una reforma al sistema político que busque concentrar y restringir aún más el ya poco democrático sistema de partidos, el gobierno también le deja señales claras al gran empresariado de apostar por una nueva Concertación 3.0, que les asegure crecimiento económico, responsabilidad fiscal y redistribución responsable con lo que sobre, una nueva reedición de la teoría del derrame neoliberal
Este jueves Boric se presentó y habló en la Enade, el encuentro organizado por Icare, donde se reúnen los principales grupos económicos de Chile. En una palabra que duró cerca de 50 minutos, el presidente salió a responder la previa del encuentro, y a defender los puntos de encuentro con la derecha y las grandes patronales, donde fue aplaudido más de 9 veces por los altos ejecutivos de los principales grupos económicos del país. Boric fue al encuentro con su gabinete, varios presidentes de partidos de gobierno, diputados y senadores oficialistas y la nueva presidenta de la cámara de diputadas y diputados, Karol Cariola (PC).Pero antes de rendir cuentas a los dueños del país, fue la presentación de la presidenta de Icare, Karen Thal, y del presidente de la CPC, Ricardo Mewes, el principal gremio empresarial de Chile.
Palabras que tuvieron tonos distintos,Thal, busco el encuentro con el gobierno, cerrando las ultimas discusiones y llamando a “iniciar una nueva etapa de colaboración” entre gobierno y empresariado, en sus propias palabras, "no podemos seguir en este ambiente de confrontación sin ser capaces de un diálogo honesto, inteligente y maduro que nos saque de esta parálisis", enfatizando "Presidente, le reitero el llamado e invitación para iniciar una nueva etapa de colaboración y acuerdos". Thal representa un sector de la burguesía chilena, que comienza a tomar con mas confianza las garantías que vienen ofreciendo hasta ahora los partidos de gobierno junto con la DC para una nueva Concertación 3.0, un nuevo proyecto adecuado para defender su ganancia capitalista, tras la Concertación y la Nueva Mayoría.
Mewes, presidente de la CPC, fue menos cándido, aunque no pareció mucho representar a los presentes, que luego del encuentro celebraron las palabras de Boric, los medios de comunicación patronales de hecho también se balancearon más hacia el dialogo con el gobierno; Mewes al contrario fue confrontacional, salió directamente a defender el modelo neoliberal de los 30 años, se lanzó contra la reforma tributaria, que "sería tremendamente perjudicial para el crecimiento económico, una reforma con alza de impuestos", pero también al igual que Thal que lo precedió, y que también concordara Boric en su palabra, apunto a una reforma al sistema político de partidos, que según Mewes nos "ha causado un enorme daño", ya que "nos tiene con más de 20 partidos en el Congreso y solo ha incentivado la polarización". Una agenda que ahora comparten entre el oficialismo, la derecha y las patronales, de una reforma al sistema político que busque concentrar y restringir aún más el ya cerrado sistema de partidos políticos.
Mewes también presionó al gobierno para que siga bajando aun más los permisos para seguir depredando el medioambiente, y acelerar el negocio extractivista, el principal negocio del empresariado de una economía como la chilena, que hoy con el litio están mucho más voraces; Mewes señalo: “se [han] transformado en un escollo que alarga y dificulta excesivamente la tramitación de proyectos de inversión y no necesariamente redunda en una mayor protección ambiental, pero sí en un enorme desincentivo, costo e incertidumbre para quien decide invertir", no le termina de reconocer al gobierno la celeridad que ha tenido para apurar los permisos para seguir saqueando a manos llenas.
La burguesia chilena busca dar un mensaje de acuerdos con el oficialismo, en vista de los mensajes para un nuevo acuerdo de partidos que incluya a la Democracia Cristiana, frente a una derecha que no tiene que ofrecer, pero también y como muestra la posición de Mewes, aunque ahora aparentemente minoritaria, un sector no termina de confiar en las señales del gobierno a la derecha, abundantes en materias de seguridad y economía, el gran empresariado se deja así una ventana abierta en caso de apostar mal.
Boric a los grandes empresarios
Luego de Mewes, continuó Boric, aplaudido durante su presentación más de 9 veces por los altos ejecutivos de los principales grupos económicos del país. Una palabra que trató de conciliar las últimas polémicas en la prensa entre el empresariado y el oficialismo, poniendo sobre la mesa toda la linea de acuerdos que ha tenido con la derecha, entregando su programa y retomando el consenso neoliberal de los 30 años con el que ha gobernado desde que asumió, tomando tanto la agenda económica de los viejos partidos neoliberales de los 30 años, como tomando la legislación securitaria de la derecha, y de los cual se jacto, “No vinimos para quedarnos en nuestra zona de confort. Y eso implica cuestionar también, o modificar, los puntos de partida propios. Hemos buscado incansablemente acuerdos, promoviendo el diálogo y flexibilizando nuestras posiciones”, afirmó.
De los más importante del discurso, queda el alineamiento entre las grandes patronales, la derecha y el oficialismo, en una reforma al sistema político, que busque restringir aún más el ya pobre sistema democrático chileno, quienes hicieron campaña por acabar con el binominal, ahora buscan retrotraer esa nefasta herencia de la dictadura, Boric afirmó que "de manera explícita y para evitar cualquier tipo de especulación o lugar equívocos que como presidente de la República estoy a favor de una reforma a nuestro sistema político". Aplauso cerrado del gran empresariado.
Pero Boric también tiene su juego, piensa que puede negociar con el empresariado, le ofrece una Concertación 3.0, con reforma de sistema de partidos incluida, le ofrece las garantias de las Concertaciones que le precedieron, pero pide el pacto fiscal y la reforma de pensiones, incluso apuesta a llegar a un 75% de pensión sobre los últimos salarios, crea ilusiones que la burguesía va a entregar ese pozo enorme de capitales, que toman como propio, que son los fondos de pensiones de millones de trabajadores.
Sobre crecimiento económico, también se alineo con el empresariado, donde fue aplaudido, “una economía, por ejemplo, que crezca a un ritmo superior al de los 8 años precedentes, en la cual todos juntos nos rebelemos ante el pronóstico que veíamos en los últimos días de que la próxima década va a tener un promedio de crecimiento del 2% de la economía chilena. Chile puede más. Y lo podemos conseguir si trabajamos en conjunto”, lo que ya sabemos como es la ecuación para generar crecimiento, esto solo va a significar que buscaran nuevas formas que los costos de las crisis que augura el inestable escenario internacional con guerra en Europa, crisis en Medio Oriente y amenazas en las costas asiáticas, sean pagados por las familias trabajadoras, exactamente como sucedió a la salida de la pandemia, donde el gobierno protegió la ganancia capitalista con las condiciones de vida de las grandes mayorías, mientras los dueños del país se encumbraron aun más en la revista Forbes.
El gobierno deja en esta Enade una venia al gran empresariado, al que este parece responderle por ahora satisfactoriamente, hasta que termine de afianzar los lineamientos hacia una Concertación 3.0 que incluya desde el PC hasta la DC, mientras tanto el gobierno se alinea con las patronales en crecimiento económico, responsabilidad fiscal y redistribución responsable con lo que sobre, lo que caiga de la mesa, una reedición de la teoría del derrame neoliberal clásico, propia de la nueva Concertación que ahora vuelven a venderle al gran empresariado.