El sábado 27 el PIT-CNT junto a otras organizaciones sociales como Fucvam y la Feuu presentaron a la corte electoral más de 430000 firmas en apoyo a la convocatoria al plebiscito por una reforma a la seguridad social.
De esta forma se supera con holgura el número de firmas exigido para concretar el plebiscito y se comprueba la amplia simpatía que despierta en trabajadores y sectores populares esta propuesta que en un principio impulsó la Asociación de trabajadores de la Seguridad Social (ATSS). La misma apunta a terminar con las AFAPs, mantener la edad jubilatoria en 60 años, y que el monto mínimo de una jubilación no sea inferior a un salario mínimo.
La recolección tuvo el apoyo de algo más del 60% de la central sindical (con sindicatos como el bancario o el del comercio que prácticamente no juntaron firmas) y del 30% de los sectores del Frente Amplio. No podemos olvidar que uno de sus principales precandidatos como Yamandú Orsi, así como Mario Bergara que ahora bajó su candidatura, ya expresaron su negativa a acompañar el referéndum y Carolina Cosse aún no ha definido posición.
Con el rechazo y la oposición casi total de todo el régimen político el éxito de la juntada de firmas recae en las bases sindicales y de las organizaciones que tomaron en sus propias manos activamente la campaña.
Pero además la alta cantidad de firmas alcanzadas expresa no solo el rechazo a la reforma jubilatoria que impuso el gobierno, sino que también habla de un malestar social con la situación del país en general.
La campaña terrorista de la derecha
Apenas conocido el número total de firmas conseguidas, uno tras otros los principales precandidatos de todos los partidos salieron a criticar la propuesta que propuso ATSS con una verdadera campaña de terror y desinformación.
El régimen de conjunto ha salido con todo a rechazar y criticar al plebiscito; y no es para menos: con la recolección de firmas se logró un triunfo que pone en cuestión uno de los pilares del régimen económico de la postdictadura al rechazar la ganancia empresarial con los ahorros de las y los trabajadores. Es en definitiva una critica el corazón del modelo; a este sistema organizado para ofrecer oportunidades de negocios al capital garantizándole el lucro con la riqueza social que generan las y los trabajadores.
Expropiación del ahorro de los trabajadores, riesgo de perder el grado inversor, futuro aumento del gasto público y de los impuestos, posibilidad de juicios al Estado, son solo algunos de los argumentos con la que la derecha intenta manipular y sembrar el miedo para que el plebiscito no triunfe.
Por detrás asoma una defensa cerrada del negocio del capital financiero vía las AFAPs; así como de los privilegios de los empresarios con sus bajos aportes al sistema y múltiples exoneraciones, y también de los privilegios de la casta militar que cobra jubilaciones altísimas.
Un sacudón para el Frente Amplio
La incomodidad que genera este tema en la dirigencia del Frente Amplio es evidente.
La propuesta de eliminación de las AFAPs, fue sacada del programa de la coalición ya hace muchos años; de hecho en 15 años de gobierno fueron incapaces de modificar el esquema actual de la seguridad social; y ya en 1996 cuando se implementó el sistema de las AFAPs sectores como el Astorismo se mostraron de acuerdo con la participación privada.
Las tenues declaraciones de sus dirigentes de terminar con el lucro en el sistema jubilatorio no tienen ningún sustento práctico ni consecuencia concreta; de conjunto el FA no va a tocar a uno de los pilares del sistema y a lo sumo intentará poner alguna mínima limitación.
El aumento de la edad jubilatoria también es un tema espinoso en la coalición de izquierda: sus principales referentes abiertamente impulsaron en su momento este aumento de la edad, y durante la discusión que impulsó la Coalición Multicolor en estos años, el Frente Amplio se mostró ambiguo o directamente afín con la idea.
Pero a pesar de las posiciones de sus dirigentes en oposición al plebiscito del PIT-CNT, las bases frenteamplistas ven con simpatía y apoyan la propuesta. El propio Oscar Bottinelli señaló en VTV el 30 de abril este divorcio entre la base y la dirigencia, aportando cifras de una encuesta de Factum realizada en marzo, donde cinco de cada ocho votantes frenteamplistas estaban a favor del plebiscito y solo uno en contra.
La posición de las bases también puede entenderse como expresión de una voluntad de cuestionar un aspecto central del modelo (como es la existencia de las AFAPs) y toma distancia de la total integración al régimen político que muestra la dirigencia del FA.
Garantizar el triunfo desde abajo y con la movilización popular
Con prácticamente todo el régimen político haciendo campaña activamente en contra del plebiscito, son las y los trabajadores los que podrán garantizar el triunfo popular.
Son las bases militantes movilizadas, promoviendo comités de apoyo así como asambleas y espacios de difusión en los lugares de trabajo y estudio, las que tienen la capacidad de lograr que la papeleta por la reforma se vote masivamente.
Sin los principales partidos ensobrando la papeleta por la reforma, queda en las manos de los propios trabajadores dar una discusión profunda sobre como es el modelo de seguridad social que necesitamos y el papel nefasto de las AFAPs. |