El nivel de acatamiento masivo que tuvo el paro nacional en casi todos los gremios no es casualidad. El gobierno prepara un ajuste más duro, con un paquete de leyes que ataca a los trabajadores y sectores más vulnerables. Como dijo la diputada Myriam Bergman “no hay un solo artículo de la ley a favor de los trabajadores”. Este gobierno intenta acelerar la motosierra con aumentos de facturas de hasta el 300 por ciento, aumento de los valores de canasta básica a $1.500.000, cambios de regímenes laborales legalizando la precarización, el monotributo social desaparece y sube la el valor de la primera escala de monotributo, entre muchas otras medidas
Como algunas de las contrapartes se busca eliminar el impuesto de bienes personales y se cambia la obligación del abastecimiento de combustible al mercado interno, para que la prioridad sea la rentabilidad de las empresas. La industria petrolera goza de muchos beneficios, y los precios son uno de ellos, desde diciembre del 2023 a la fecha subió un 106%, algo que repercute inmediatamente en la cadena de precios, la capacidad de compra de los trabajadores depende del capricho de los empresarios petroleros.
Cómo afecta a los petroleros en particular las medidas de la ley bases
En primer lugar, las empresas petroleras tienen gran parte de su personal bajo convenio UOCRA, convenios por contrato de obra, que Milei ha tomado como ejemplo para su reforma laboral por ser pionero en eliminar la indemnización La victoria de la Ley Bases sería un salto en la extensión de la tercerización laboral por fuera del convenio petrolero. En segundo lugar volverían con el impuesto al salario, mal llamado impuesto a las ganancias. Quienes se llenaron la boca hablando contra los impuestos, no solamente los han aumentado y asfixiado la economía de los trabajadores, sino que busca asentar el impuestos a las ganancias sobre los salarios.
En tercer lugar, con la reforma laboral contenida en la Ley Bases, buscan legalizar despidos por discriminacion vinculadas a la acción sindical. Daría un marco pro patronal que beneficia mucho a empresas como Shell Raizen, que actualmente no cumple los fallos de reinstalación de Ramiro Morla y Marcoz Ortiz
Los soldados del león a contramano de las bases
En el polo petroquímico de Dock Sud, un gremio milita el individualismo y la miseria de la migajas. Mientras los empresarios lanzan la artillería pesada su estrategia es negociar en buenos términos para preservar los privilegios de la dirección sindical. “No hagamos quilombo”, “vamos a pagar ganancias pero menos”, “afuera está difícil, fíjate lo que haces” y muchas frases por el estilo vienen de parte de la conducción gremial. Quieren vivir en una burbuja petrolera, pero los trabajadores comienzan a sentir más el ajuste, que a pesar de estar “bien pagos”, alquilan, tienen a sus viejos con una jubilación de miseria. Si el viejo Vandorismo, de la burocracia sindical peronista, planteaba “golpear para negociar”, la Celeste y Blanca de petroleros parece plantear: “carnerear para esperar”. La conducción que en su momento apoyó la fracción de Sergio Massa durante muchos años ¿ahora manifiesta un apoyo explícito al gobierno libertario? Al menos han faltado a las principales citas para demostrar lo contrario, y si es por declaraciones: No sabe no contesta.
Hay que prepararnos para tirar abajo la Ley Bases
La agrupación Naranja Petrolera, parte del MAC (Movimiento de Agrupaciones Clasistas) exigimos y planteamos que tiene que haber paro y movilización al congreso el día que se trate la Ley Bases y Fiscal en el Senado. Hemos impulsado un petitorio que recorre miles de fábricas, establecimientos, y lugares de trabajo, acompañando el fuerte malestar que hay en las bases, para que los trabajadores tomemos las riendas y frenemos la motosierra de este gobierno.
Necesitamos asambleas en los cambios de turno en la refinería. La conducción del gremio tiene que entender que no es gratuito dejar pasar estos ataques, y los petroleros tenemos que votar medidas para defendernos.
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