Caen bonos argentinos y sube Riego País. Los especuladores financieros dudan de Milei. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos. En texto y video.
La semana está cerrando muy mal para el gobierno en el frente financiero, quizás el frente donde se autopercibe más fuerte.
¿Qué pasó?
En los últimos días, la cotización de los bonos argentinos en dólares retrocedió fuerte. Se trata de deuda que emite el Estado.
¿Por qué ocurre esto? Porque esos bonos implican promesas de pago hacia el futuro y los tenedores de esa deuda, mayormente fondos especulativos, dudan en la capacidad de pago.
En simultáneo, subió el Riego País (de 1.312 el 31/05 a 1.596 el 06/06, casi 22%), un índice muy importante para el mundo de las finanzas.
¿Por qué sube? Porque ese índice indica la sobre tasa que tiene que pagar Argentina para endeudarse en dólares en el mercado de capitales con relación a lo que paga Estados Unidos. Cuando el Riesgo País sube, sube el costo de financiamiento para Argentina y, por ende, resultará más difícil pagar deuda.
Por último, hay que indicar que se hundió el Merval, que mide las cotizaciones de empresas argentinas; pero también bajaron las cotizaciones de empresas locales presentes en la bolsa de Nueva York.
En síntesis, prima la desconfianza en que el Gobierno de Javier Milei pueda asegurar los futuros pagos de una deuda que, ya lo hemos comentado en otras ocasiones, es fraudulenta por donde se la mire.
¿Por qué ocurrió esta semana?
El factor central es el factor político. Los “mercados”, es decir el establishment financiero, percibió esta semana que las debilidades del gobierno quedaron expuestas al conocerse las denuncias sobre el Ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello en relación a los alimentos sobresueldos y contrataciones turbias.
Pero, en particular, también la debilidad del oficialismo se expuso en la media sanción que se le dio en el Congreso a un proyecto de ley para mejorar, aunque sea muy levemente, los haberes jubilatorios, que, no obstante, van a seguir siendo de miseria.
Esto es muy interesante. Los “mercados” realizan una suerte de veto al gobierno porque no logra frenar un proyecto de ley en el que se propone aumentar los haberes jubilatorios.
De esta manera, quedan expuestos los intereses opuestos entre pagar una deuda odiosa a los buitres financieros y que los jubilados reciban lo que se necesita para vivir.
¿El drama termina acá?
No. La mala semana política financiera y política del gobierno trae a primer plano varios problemas que enfrenta en lo económico desde antes.
Uno de esos problemas son los vencimientos de deuda en dólares que se vuelven más pesados desde la segunda parte del año y hacia 2025.
A esto se suma que el sector agroexportador está vendiendo a cuenta gotas la soja. Esto ocurre en el momento del año que se suponía que más dólares iban a entrar a través del agropower.
Por otro lado, este mes vence un tramo del “swap” (intercambio de monedas) con China y si el gobierno no logra su renovación va a perder liquidez en dólares cuando más la va a necesitar.
¿Qué pide China? Los trascendidos indican que Xi Jinping quiere que Javier Milei le pida personalmente la renovación del "swap". Recordemos que Milei dijo que no negociaba con comunistas. Ahora, está atrapado en sus dichos del pasado.
La novela con China deja en evidencia otra realidad: el gobierno, más allá de que Milei es el abanderado de la libertad mundial, el abanderado de los empresarios más ricos, no consigue financiamiento internacional, no de China, sino tampoco de occidente.
No consiguió préstamos ni de organismos internacionales, como el FMI, ni de gobiernos, como el de los Estados Unidos. Pero tampoco existen empresas extranjeras que vengan a bancar con inversiones al presidente libertario.
Paradojas de considerar héroe a todo empresario tránsfuga que anda dando vueltas por el mundo.
Emergen otros problemas: la baja de la inflación parece haber encontrado un piso difícil de quebrar y se puede reanimar, pero la caída económica todavía parece no haber tocado fondo.
Los “mercados”, por el momento, vetan, aunque sea coyunturalmente, el rumbo del gobierno de Milei: le están diciendo que sus promesas son cada vez menos creíbles.
