Este jueves, Gabriel Boric a través de su gira en Europa declaró su posición frente a las movilizaciones de estudiantes en el acampe de la casa central de la Universidad de Chile, quienes exigen la ruptura de convenios de la casa de estudios con las universidades del Estado de Israel.
Boric, al referirse al acampe en la casa central de la Universidad de Chile señaló: "Me parece inaceptable marcar a una persona, profesor, estudiante, funcionario, trabajador, por pensar distinto, creo que es algo que no debe tener cabida ni en una universidad, ni en ninguna parte”, respaldando la posición de la rectoría, quien ha negado pronunciarse a las demandas de las y los estudiantes.
Recordemos que el fin de semana pasado un gran lienzo apareció colgado en el frontis de la Casa Central, donde aparecía un dibujo de la autoridad universitaria recibiendo un beso del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, emulando el mural que Dmitri Vrubel estampó en el Muro de Berlín en 1990 para reproducir el beso entre Leonid Brézhnev y Erich Honecker durante la celebración de los treinta años de la República Democrática Alemana. El lienzo iba acompañado de la frase: “A romper la relación sionista, 76 años de colonización, 80% de la población desplazada, 40.000 muertos en 8 meses”.
Este lienzo generó diversas críticas de parte de las autoridades universitarias con una posición utilitaria al discurso feminista y la violencia de género.
La criminalización de la derecha, los medios empresariales y las autoridades universitarias
La derecha y los medios masivos de comunicación financiados por las empresas y el oficialismo han criminalizado las movilizaciones de las y los estudiantes del Acampe de la Casa Central de la Universidad de Chile con el fin de descomprimir las movilizaciones por palestina y las demandas internas en distintas casas de estudios. Se trata de las movilizaciones de cuatro facultades de la Universidad de Chile (Facultad de Artes, Juan Gómez Millas, Medicina y Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile) junto con las movilizaciones de estudiantes del ex Pedagógico (UMCE), la Universidad Católica de Temuco, Universidad de Concepción y Universidad Austral (campus Teja y Miraflores).
Argumentos como separar a las carreras de las ingenierías de la Universidad de Chile para "mejorar" el ranking de la Universidad, idea impulsada por Sebastián Edwards, economista y columnista de El Mercurio -y familia del medio-, es una posición que la derecha ha instalado frente al debate por la educación pública. Hoy, este discurso se está reproduciendo en distintos niveles desde el gobierno del Frente Amplio y el Partido Comunista junto a la rectora Rosa Devés.
Este viernes, en una entrevista a radio Bío Bío, la ministra Camila Vallejo (PC) respaldó la posición de rectoría criminalizando la movilización de las y los estudiantes: “Las universidades, sobre todo las públicas, pero las instituciones de educación superior, como centros de pensamientos, que tienen que garantizar diversidad, pluralismo, no pueden, nadie, ni estudiantes ni académicos, ni funcionarios, replicar prácticas que son discriminatorias, o propias de la persecución por pensar distintos”,.
¿Quiénes defienden realmente el carácter público de la Universidad?
Quienes fueron dirigentes estudiantiles el año 2011 hoy dan la espalda a las movilizaciones buscando enterrar la tradición de politización y movilización democrática de la U de Chile por la lucha de una educación pública, gratuita, de calidad y financiada 100% por el Estado con declaraciones que desvían el foco de las demandas. ¿Acaso, Camila Vallejo se olvidó que el año 2011 las tomas fueron casi todo el año y con "menos orden" y más democráticas que en la actualidad? |
