El presidente argentino se mostró exultante en su encuentro con la directora del FMI y se abrazará en la “Cumbre por la Paz” con el presidente ucraniano Zelensky, soldadito de la OTAN en Europa oriental.
La gira del mandatario argentino tiene dos objetivos centrales: primero, reforzar la sumisión al FMI y a sus planes de ajuste contra el pueblo para pagar una deuda externa fraudulenta e ilegítima, mediante nuevos préstamos que acrecentarán el pasivo nacional. Segundo, consolidar su “alianza” con las potencias imperialistas occidentales representadas en la OTAN en la guerra en Ucrania contra Rusia.
Para el primero, ni bien llegó a Italia a la Cumbre del G7, Milei se cruzó con la presidenta del FMI, Kristalina Georgieva, e hizo un rápido intercambio de elogios y sonrisas del que se difundió un video que deja en claro el grado de subordinación que el presidente argentino intenta consumar.
De este encuentro se supo que el FMI ratificó su apoyo a todo el plan de ajuste en curso, a la vez que exigió que se liberen los controles cambiarios (léase, que los grandes empresarios y especuladores financieros lleven al dólar al precio que quieran), elevar las tasas de interés (lo que profundizaría la recesión económica que ya provocó cientos de miles de despidos) y que los trabajadores paguen el impuesto a las ganancias. A cambio, el organismo otorgaría unos 800 millones de dólares a la Argentina, para cubrir pagos de la deuda.
Persiguiendo el segundo objetivo, este sábado Milei llegó a la ciudad suiza de Bürgenstock para participar de la llamada “Cumbre de la Paz” donde fue recibido por su par ucraniano Volodomir Zelensky. Aquí también el presidente argentino se esforzó por mostrarse feliz y entusiasmado por abrazarse con el títere número uno de la OTAN en Europa.
La Cumbre no tiene otro objetivo que presionar a nivel internacional por que Rusia ponga fin a sus operaciones militares en el este de Ucrania. Participan unos 50 mandatarios de países europeos, asiáticos y americanos, entre ellos Emmanuel Macron (Francia), Olaf Scholz (Alemania), Rishi Sunak (Reino Unido), Mark Rutte (Países Bajos), Pedro Sánchez (España), Fumio Kishida (Japón), Justin Trudeau (Canadá), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), entre otros. También son parte del encuentro, la Organización de Estados Americanos, representada por el nefasto Luis Almagro, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo.
En el marco de esta Cumbre, Milei va a mantener un encuentro bilateral con Zelensky quien le hará entrega de una condecoración “Orden de la Libertad”, tal vez como reconocimiento de que el argentino viene haciendo denodados esfuerzos por ser el más servil a la causa de las potencias imperialistas occidentales. Durante la campaña electoral, no ahorró insultos a gobiernos que se muestran independientes a Estados Unidos, como el de Xi Jinping o no tan subordinados como en el caso de Lula. Ni bien asumió, se pegó más que nadie al sionista Benjamin Netanyahu y al genocidio que está llevando adelante en la Franja de Gaza.
Poco antes de las elecciones europeas, participó del encuentro internacional de partidos de ultraderecha, que tuvo lugar en el Estado español y donde se despachó contra cualquier idea de "socialismo", incluso las del "socialista" Pedro Sánchez, defensor a ultranza del capitalismo. Por si algo faltaba, recientemente, Milei sumó a la Argentina al Ukraine Defense Contact Group (UDCG), una coalición internacional de 54 países, que coordina la entrega de ayuda humanitaria y militar a Kiev.
Así, el mandatario argentino, mientras lleva adelante un brutal ajuste a los trabajadores y el pueblo pobre, está intentando reeditar las antiguas "relaciones carnales" que durante la última década del siglo pasado supo sembrar con Estados Unidos uno de sus referentes ideológicos: el ex presidente Carlos Menen. Pero a diferencia del riojano, su discípulo libertario encuentra un tablero internacional mucho más fragmentado y sin conducción clara, lo que ya lo ha llevado a rogarle a China por la renovación del swap para mantener a flote la economía.
