El Presidente dio información falsa en una entrevista a TN. Sin pruebas, dijo que las y los apresados el miércoles 12 “tienen que estar todos encerrados” porque son “delincuentes”. La nota estaba grabada, pero al momento de ser emitida la jueza Servini ya había ordenado la excarcelación de casi todos. Liberaron a 28 de los 33. Hay que luchar por los cinco que faltan.
Este martes por la noche Javier Milei dijo muchas cosas durante una entrevista con Jonatan Viale por TN. Entre otras, habló de la represión del miércoles 12 frente al Congreso en el marco de la votación de la Ley Bases. Como no podía ser de otra manera, sin preguntas incómodas de su entrevistador-amigo, el Presidente descargó una serie de falacias respecto de las 33 personas que fueron irregularmente detenidas y a quienes el fiscal Carlos Stornelli (otro “amigo) les abrió una causa penal acusándolos, sin pruebas, de delitos gravísimos.
“Estamos a favor de que la gente se manifieste, pero eso no quiere decir que tengan que estar rompiendo la ciudad, rompiendo la plaza, vandalizando negocios. E’cir, la violencia no, dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, dijo Milei. Agregó que las y los detenidos “no son presos políticos, son delincuentes que estaban cometiendo delitos” y que por eso “tienen que estar todos encerrados”. Pero más allá de la definición, no pudo mencionar ni una sola prueba contra ellos. Tampoco se le preguntó por las denuncias de infiltrados policiales en la movilización, quienes lejos de ser detenidos fueron muy bien cuidados por las fuerzas represivas que conduce Patricia Bullrich.
#Gobierno ⭕️ Milei, sobre las personas detenidas por manifestarse en el Congreso durante el tratamiento de la ley Bases: "No son presos políticos, son delincuentes" pic.twitter.com/podzrLXWSi
Viale le preguntó qué tenía para decir sobre las denuncias de organismos de derechos humanos respecto a que se detuvo a gente que no estaba haciendo anda malo. “Bueno, sí, siempre dicen lo mismo, si vas a la cárcel está llena de ‘inocentes’... dale”, insistió el mandatario.
Luego Milei acusó a quienes se manifestaron en repudio a la Ley Bases de tener “intenciones golpistas”, incluso identificó detrás de ellas a parte del peronismo, que “está intentando hacer un golpe desde el principio” de su gestión. Hubiera estado bueno que Viale le preguntara por qué, si desde el peronismo quieren sacarlo del poder, mantiene a casi dos mil funcionarios que vienen de la gestión anterior, empezando por Daniel Scioli y la mano derecha de Sandra Pettovello, Leila Gianni. Tampoco allí hubo repreguntas de Viale.
En ese marco, Milei acusó a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, de estar a favor de “tirar bombas, secuestrar gente, matar civiles o tratar de tomar el poder por la fuerza (...) Quizás ella añora ese pasado sangriento de la Argentina, donde un puñado de violentos intentaron tomar el poder por las armas”. ¿Pero quienes hicieron el golpe de marzo de 1976 no fueron aquellos a los que él mismo y su vice Victoria Villarruel reivindican y homenajean?
Además de desbocado, no es novedad que el Presidente suele fundamentar sus respuestas en premisas falsas. Y ésta no fue la excepción, ya que no pudo ni supo exponer las pruebas por las que fueron detenidas esas 33 personas. Mucho menos pudo justificar las heridas recibidas por 200 manifestantes a manos de las fuerzas federales.
Pero además quedó en ridículo, ya que cuando TN puso al aire la entrevista las cosas habían cambiado bastante. El encuentro de amigos en el Salón Blanco de la Casa Rosada fue grabado por la tarde, cuando aún quedaban detenidas 16 personas de las 33 apresadas inicialmente. Pero se emitió pasadas las 21 horas, poco después de que se conociera la decisión de la jueza federal María Servini de liberar a 11 de esas 16 personas. Si hubiera sido en vivo, probablemente Milei no hubiera respondido lo que respondió. O, más probablemente aún, Viale no le habría preguntado nada sobre el asunto.
Pese a los esfuerzos denodados por el fiscal Carlos Stornelli y de la jueza por mantener criminalizadas a personas que fueron cazadas al voleo (la gran mayoría lejos del Congreso), acusándolas de graves delitos, la inconsistencia de las imputaciones y la escasez de pruebas obligaron a Servini a decretar la “falta de mérito” para 28 de esas 33 personas. Algo que también le debería caber a las cinco que siguen presas, ya que las “pruebas” para acusarlas no pasan de configurar delitos menores, absolutamente excarcelables.
Sin dudas, la decisión judicial de liberar a las y los detenidos no fue producto de la caridad (menos aún de la calidad) de los funcionarios judiciales. Incluso la “falta de mérito” no deja de ser peligrosa (no es una absolución), ya que la causa sigue en pie, con cinco personas aún presas, y resta conocer la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones respecto a la situación procesal de todas y todos. Para Stornelli, que apeló la excarcelaciones, deben volver a quedar detenidas por las mismas descabelladas imputaciones con las que armó el expediente. La Cámara no debería sumarse a semejante escándalo.
Si hoy 28 de las 33 personas encausadas por Stornelli y Servini están en libertad, se debe a la inédita campaña de solidaridad nacional e internacional, a la que adhirieron los más variados sectores políticos, sindicales, académicos, sociales y culturales. Una conquista democrática contra Milei y sus secuaces, que adquiere mucho valor en el marco del fenomenal plan de ajuste en favor del gran poder económico (impulsor de la Ley Bases). Las acusaciones de “terrorismo”, “sedición” e “intento de golpe de Estado” sólo son sostenibles por quienes buscan evitar la movilización masiva contra los planes oficiales de hambre y miseria.
De allí que la campaña por la liberación de todos los detenidos, su desprocesamiento y el cierre de esta bochornosa causa penal tuvo tanta repercusión dentro y fuera del país. El petitorio exigiendo el fin de esta persecución del Estado a quienes salen a protestar cuenta con la firma de importantísimas personalidades de derechos humanos, referentes políticos, sociales, sindicales, periodistas, intelectuales, artistas, abogados y juristas. Este mediodía esas más de 60 mil firmas serán entregadas en Comodoro Py, donde “trabajan” Stornelli y Servini.
Junto al petitorio, también fue de gran importancia la denuncia de los primeros liberados sobre las circunstancias en las que fueron “cazados” por las fuerzas federales y la Policía porteña y de cómo recibieron torturas dentro de las dependencias policiales y penitenciarias. Y, claro, la concentración de miles de personas este martes en la Plaza de Mayo (y en otros puntos del país como Rosario, Mendoza y Neuquén), encabezada por los familiares de las y los detenidos. Fue a metros de la Casa Rosada, en el mismo momento en que Milei mentía con Viale ante la cámara de TN.
La denuncia contra la persecución política y judicial contra quienes ejercen su derecho elemental a la protesta se fue haciendo cada vez más fuerte, producto de la rápida organización y movilización para pararle la mano al Gobierno y a sus cómplices del Poder Judicial. Algo que no debe aflojar en estos momentos, hasta liberar a todas y todos lo que quedan y que se archive definitivamente ese bochornoso expediente.