Ahora sí, el FMI está contento. Desembolsó finalmente U$S 800 millones de la octava revisión del acuerdo de deuda, No casualmente, largó el dinero después de que se aprobó, aunque recortada, la Ley Bases. Y si ellos están contentos, no puede ser nada bueno para nosotros. El FMI no se privó de pedir a cambio más ajuste y dejó nuevas exigencias.
Devaluación:
Poné la fecha, le dijo el FMI no a la CGT para que llame a un paro obviamente, sino a Milei para que levante el cepo y elimine el impuesto país antes de fin de año. O sea, exige que se devalúe el peso. Esto recalentaría más la inflación. Además, pidió eliminar el dólar preferencial que tienen los exportadores, y dijo que eso tenía que ser hacia finales de junio, o sea, ya.
En respuesta, los exportadores que vienen reteniendo la liquidación del agro, también piden devaluar. Luis Caputo había dicho que no iba a cambiar nada de eso veremos qué hacen, pero digamos que el gobierno no tiene muchos principios.
Más ajuste fiscal
El FMI le dijo a Milei que todo bien con la licuadora inflacionaria y lo felicitó por el brutal recorte fiscal, pero dijo que se necesita “mejorar la calidad del ajuste”. ¿Qué significa eso? que no es suficiente y quieren más. Piden eliminar los subsidios a las tarifas de energía antes de fin de año y bajar los del transporte público hasta el 0,1 % del PBI. Eso viene de la mano de más tarifazos.
Restitución del impuesto a las Ganancias
El comunicado pide “proseguir los esfuerzos para reformar el impuesto a las ganancias de las personas físicas”, léase, del impuesto al salario. Uno de los puntos en el que el gobierno tuvo un revés en el Congreso.
Recesión
Y encima, no se quieren hacer cargo del desastre que sus propias recetas están dejando. Ya se dieron cuenta que la recesión para este año va a ser peor de la que preveían, bajando el pronóstico de una caída de 2,8% a una de 3,5% del PBI. Y si se excluye al sector agropecuario la caída del 2024 será de 6%.
Ya estamos viviendo las consecuencias del régimen del FMI: un aumento de la pobreza en más de 11 millones de personas desde 2018 y de 3 millones en los últimos meses. Con el mecanismo de la deuda el Fondo busca imponer condiciones de trabajo y de vida cada vez peores para las mayorías trabajadoras, y favorecer a los grandes empresarios. Nada bueno puede venir de sus recetas.
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