Caputo negociará un nuevo acuerdo con el FMI. Levantar el cepo es un sueño eterno. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos. En texto y video.
La semana pasada, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que el gobierno negociará un nuevo programa con el FMI.
¿Cuál es la expectativa del Caputo? Conseguir dólares frescos y con esos billetes verdes buscar una salida del cepo cambiario.
Este lunes se conoció el “staff report” luego de la revisión que realizó el Fondo de la economía argentina ¿Qué dice este documento?
A pesar de felicitar al gobierno por hacer un megaajuste que le permitió sobre cumplir las metas fiscales, de superávit comercial, de acumulación de reservas y de emisión monetaria, el FMI señala que todavía quedan muchas tareas y reformas estructurales pendientes.
En lo inmediato, lo más importante, es que el Fondo cuestiona el ritmo del “crawling peg” ¿Qué es el “crawling peg”? Es una suerte de devaluación administrada. El gobierno estableció un aumento de la cotización oficial del dólar del 2 % mensual.
¿Por qué el Fondo cuestiona esto? Porque, con una inflación que el organismo estima que se mantendrá alrededor del 4 % mensual hacia fin de año, se produce un atraso cambiario.
El resultado probable es una erosión del superávit comercial que logró el gobierno. Si se deteriora el superávit comercial, la acumulación de reservas se puede detener o incluso retroceder.
Pero el Fondo también indica que se tiene que terminar, a fin de junio, el “blend” que existe para el sector agroexportador: esto significa que liquidan un 80 % de las exportaciones al tipo de cambio oficial del dólar y el restante 20 % en el “contado con liquidación”, que es más caro, pero estos dólares no van al Banco Central.
El Fondo pide, además de un aumento más fuerte del dólar, que se termine con el Impuesto País, que se pase a un esquema de tasa de interés positiva distinto al actual, que se reinstale el Impuesto a las Ganancias a los asalariados, entre otras cuestiones.
¿Qué objetivo persigue el Fondo? Que se sigan acumulando reservas para pagarle, obviamente al propio Fondo, pero también a los acreedores privados, fundamentalmente fondos especulativos de Wall Street, a quienes a partir de la segunda mitad del año y en 2025 habrá que pagar vencimientos muy altos de deuda.
El gobierno salió a rechazar la idea de cambiar el “clawling peg” y de terminar con el “blend” exportador. Es decir que, a pesar de que el Fondo celebró el ajuste, existe una tensión con el gobierno.
Aun así, el camino que propone el FMI, aunque no lo dice, es de continuar el sendero de hundimiento económico, siempre con el mismo objetivo de que se liberen dólares que se necesitan para el funcionamiento económico y que esos dólares sean sacrificados en la hoguera de pagos de una deuda fraudulenta.
El organismo sabe que su programa, que fue sobrecumplido por el Gobierno, tiene un costo en una caída económica muy profunda, que a principio de año estimó en 2,8 % y ahora estima en 3,5 %. Incluso, admite que aumentará la desocupación y que “La recesión actual podría prolongarse, alimentando las tensiones sociales y complicando la implementación del programa”.
Mientras existen divergencias entre el gobierno y el FMI sobre el “crawling peg” y el “blend”, sí hay coincidencia en levantar el “cepo” y unificar los diversos tipos de cambio. Pero para esto el gobierno necesita dólares.
El problema es que, según muchos analistas y ex funcionarios del Fondo, es difícil que el Gita mandé mucha guita ¿Quién es Gita? Hablamos de Gita Gopinaht, la número dos del FMI que en los últimos tiempos se involucró en la relación con Argentina.
No se trata de un problema personal, sino que los países que dominan el Directorio del Fondo no estarían dispuestos a enviar los U$S15 mil millones que pretende Caputo.
Recordemos que Argentina todavía le debe U$S45 mil millones al Fondo, Sí, tal vez, el organismo podría desembolsar como mucho U$S12 mil millones. El asunto es con qué tiempos y con qué condicionalidades.
Los expertos dicen que el Fondo no estaría dispuesto a un desembolso fuerte para dar respaldo a la salida del “cepo”, sino a un esquema de desembolsos progresivos atados a un programa de reformas estructurales a implementarse en el tiempo.
Las dificultades de Caputo para conseguir dólares no son menores. Pero este nuevo capítulo de la novela con el Fondo devela algo muy importante: atado a una negociación con el Fondo, el Gobierno de Milei habría abandonado la idea de la dolarización, que se trata de un régimen monetario que es rechazado por el organismo.
De todos modos, eso no es lo más importante. Desde que el FMI volvió a la Argentina de la mano de Mauricio Macri en 2018, la pobreza se duplicó. La negociación que encarará Caputo nos lleva a la misma historia de siempre: la de hundirnos en el hondo bajo fondo.