Este triunfo también conquistó delegados combativos en Saavedra 15, Facultad de Filosofía y Letras, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Museo argentino de Ciencias Naturales- Instituto Leloir y en CNEA- Universidad de San Martín.
Esta elección se produjo en medio de un fuerte ajuste y ataque del gobierno sobre los puestos de trabajo, salario y condiciones de vida de les trabajadores. En particular, Javier Milei le declaró la guerra a los trabajadores estatales y científicos desde que asumió. Un plan que tenía y tiene el objetivo de poner al organismo al borde de la parálisis.
Vació el presupuesto destinado a Ciencia, congeló los salarios, despidió trabajadores del organismo, recortó la cantidad de becas doctorales y post doctorales, congeló los ingresos a la carrera de investigador científico y personal de apoyo y lanzó una campaña de desprestigio contra los trabajadores.
Contra esta política, el sector de Ciencia y Tecnología fue de los primeros en comenzar a movilizarse. La organización se desplegó a lo ancho de todo el país exigiendo presupuesto para ciencia y tecnología, peleando por la reincorporación de los despedidos. Se realizaron acciones, denuncias públicas, apoyos internacionales, ocupaciones, festivales. El Polo Científico, ubicado en la Capital Federal fue el epicentro de esta lucha. Además, fuimos parte de la enorme marcha universitaria del 23 de abril, en la que casi un millón salimos a las calles en todo el país, mostrando que es el camino para frenar el plan de ajuste de este gobierno.
Los trabajadores del CONICET también estuvimos al frente contra la Ley de Bases, una ley hecha en beneficio de los grandes empresarios del país y que busca atacar los derechos del conjunto de los trabajadores.
La política que mantuvo la conducción de ATE CONICET, la Verde y Blanca, durante los meses de conflicto es uno de los factores que explica su derrota en estas elecciones. Ya que en el marco de este ataque, no convocaron a ningún espacio de debate ni de organización entre los distintos sectores del organismo, boicoteando en muchos casos las medidas de lucha, como fue el día que ocupamos el piso 11 del CONICET. Las acciones que realizaron fueron formales, con una moral completamente resignada y derrotada de antemano.
A pesar de la conducción de ATE, se fue conformando un agrupamiento combativo al calor de los distintos procesos de lucha con Jóvenes Científicxs Precarizadxs, becarixs de Agencia, becarixs postdoctorales, investigadorxs que peleaban su ingreso a carrera. Este hecho explica en gran medida el triunfo de la Lista Púrpura, un reagrupamiento antiburocrático que se propone funcionar en asamblea y con plenarios nacionales, con independencia de cualquier patronal o gobierno.
Desafíos frente a lo que se viene
La conquista de la Junta Interna y de cuerpos de delegados combativos debe ser una herramienta de lucha para los ataques en curso.
Sin ir más lejos esta semana el gobierno planea un nuevo ataque a los trabajadores estatales, ya que tiene la intención de recortar un 30% de los trabajadores de la Administración Pública Nacional.
Los trabajadores administrativos de nuestro organismo (al igual que en el resto de los organismos estatales) se encuentran hace meses bajo la incertidumbre laboral en relación a la renovación de contratos. Por eso, el 2 de julio volvemos a salir a la calle y decir que en CONICET no sobra nadie y que no vamos a permitir que se despida al personal de gestión, quienes garantizan el funcionamiento del organismo y la comunicación de la producción científica con la sociedad.
Los becarios postdoctorales y desde Jóvenes Científicxs Precarizadxs, vienen organizándose contra el recorte de becas. Recientemente se anunció que darán 500 becas postdoctorales de las 800 anunciadas. Este recorte de 300 becas son despidos encubiertos, al igual que hicieron a principio de año con las becas doctorales. La semana que viene darán los resultados de las becas, para ese momento urge desplegar la más amplia organización para reclamar que otorguen el conjunto de las becas prometidas.
Asamblea general y plan de lucha!
Desde La Marrón sostenemos que desde esta nueva herramienta de lucha conquistada urge desplegar la más amplia democracia sindical para enfrentar lo que se viene. El mandato de la elección es terminar con los métodos de la Verde y Blanca y su política de dejar pasar los ataques con acciones rutinarias. La nueva Junta tiene que mostrar un camino totalmente distinto. Por asambleas abiertas de afiliados y no afiliados que organicen la pelea por la reincorporación de los despedidos, y ante la amenaza de los nuevos. Articulando con el conjunto de los trabajadores del Estado que están siendo atacados con despidos. Como ya hemos planteado, las centrales sindicales como la CGT y la CTA deberían convocar a paro y un plan de lucha unificado para derrotar este ataque.
Apuesta a una construcción independiente sin sectores que responden a las conducciones, a los gobiernos ni a las empresas.
La unidad junto con los trabajadores en lucha como Aerolíneas Argentinas, GPS, los trabajadores del SUTNA, y las asambleas barriales es urgente para desplegar la mayor fuerza posible de las y los trabajadores. Además, es clave seguir la lucha por la reincorporación de todos los despedidos junto al resto de los estatales.
Fortalezcamos este camino, llenémoslo de organización y con el mayor activismo para construir la más amplia unidad para enfrentar el conjunto del plan de Milei. | 
