En la tarde de este miércoles, la Policía Federal tuvo que empezar a levantar las vallas de los dos edificios que tiene Télam en el barrio porteño de San Telmo. Termina una etapa. Javier Milei había dicho “se cierra Télam” en su discurso de marzo, y no lo logró. Eso es lo primero que hay que decir.
En el medio hubo una pelea difícil, donde el gobierno intentó quebrar la pelea de todos los modos posibles. Los trabajadores y trabajadoras y su sindicato, el SiPreBA y la FATPREN, decidieron montar un acampe y comenzar una campaña nacional e internacional en defensa de la agencia pública y sus puestos de trabajo.
Ciento ventiocho días después, desde Somos Télam le ponen título a esta nueva etapa: volvemos a trabajar, levantamos los acampes, la lucha continúa. Como cuentan en el mensaje que difundieron, “este miércoles volveremos a nuestras tareas laborales. Para conseguir el derecho a trabajar tuvimos que sostener 128 días de acampes ininterrumpidos en los dos edificios de la agencia de noticias y publicidad Télam, que el gobierno decidió apagar durante más de cuatro meses”.
Allí hacen un raconto de estos meses de lucha. Desde la noche que la Federal valló las puertas, por orden del gobierno, pasando por la resistencia y la puesta en pie del portal Somos Télam.
“Todo este tiempo la agencia estuvo silenciada. El 1 de julio el gobierno decretó la reconversión de Télam en APESAU, una sociedad anónima que se encargará solamente de una de sus dos funciones principales: la publicitaria. A la vez, la agencia de noticias continuará dentro de RTA (Radio y Televisión Argentina)”.
Allí también plantean cómo sigue la pelea. “Desde SiPreBA seguiremos la lucha para que Télam vuelva a ser una única empresa, ya que el rol periodístico y publicitario forman parte de una misma unidad conceptual para garantizar la soberanía informativa y una comunicación federal y plural. En un país con medios cada vez más concentrados y centralizados en la Ciudad de Buenos Aires, su función histórica no sólo tiene vigencia, sino que se vuelve indispensable”.
Es así. La concentración de los medios ha avanzado en las últimas décadas, junto al uso que le han intentado dar los gobiernos de turno a la pauta y los medios públicos. Pero Milei ha dado un salto en su intento de silenciar las voces, empezando por las y los trabajadores de prensa. Sus amigos empresarios (y los que no son amigos también) han aprovechado para avanzar con despidos, ajustes y censura. El gobierno también buscó avanzar contra quienes hacen funcionar TVP y Radio Nacional.
Por todo eso, la resistencia de Télam es un ejemplo de que aún en momentos donde el poder quiere arrasar con todo, la lucha paga. Serán los compañeros y compañeras de Télam y el SiPreBA quienes difundirán cómo continúa la agencia y la lucha. Como señalan en su mensaje, “la defensa de los medios públicos y del derecho a la información de toda la sociedad seguirá siendo nuestra pelea más importante, para mostrar lo que los grandes medios censuran, las luchas de nuestro pueblo por la soberanía, contra el ajuste y por sus derechos en cada rincón del país”.
Sigamos apoyando la pelea contra el ajuste, la censura y por reflejar a todos los que se ponen de pie. |