A pesar de todas las adversidades del genocidio en curso para los palestinos, médicos residentes presentan exámenes de grado en Rafah, como parte del compromiso de médicos gazatíes por reestablecer los servicios de salud en La Franja de Gaza.
La destrucción de todas las universidades e instituciones educativas en la Franja de Gaza, nueve meses de genocidio e innumerables desplazamientos para la población palestina que busca sobrevivir a incesantes ataques de Israel, no han impedido a médicos gazatíes realizar exámenes de junta a estudiantes de medicina incorporados a los programas de residencia en el servicio de salud, antes del 7 de octubre.
La mayoría de las y los jóvenes residentes que aplicaron examen en los departamentos de urgencias y ortopedia, han procurado mantenerse en servicio al lado de las y los trabajadores del sector salud, tanto al norte como al sur de Gaza, sobreviviendo ataques, redadas e incursiones militares durante la ofensiva militar israelí en contra de la ciudad y de todo su sistema sanitario.
Al frente del Comité académico, director médico del hospital Al Shifa, recién liberado por Israel tras 7 meses de secuestro
A la cabeza del Comité evaluador estuvieron los médicos Mohammed Abu Salmiya y Munir Al-Shehkrit, director del Complejo Médico Al Shifa y pionero de la medicina de urgencias en Palestina, respectivamente, los dos fueron secuestrados el 23 de noviembre por Israel junto a docenas de trabajadores de la salud que intentaban evacuar, cuando el ejército sionista sitió el hospital que fuera el más grande de la Franja de Gaza, antes de su destrucción total.
Ambos doctores permanecieron detenidos sin cargos en una prisión israelí durante 7 meses y sufrieron torturas a diario hasta su liberación, hace dos semanas junto a 50 palestinos, entre ellos médicos y enfermeras. A pesar de esta experiencia, Mohammed y Munir volvieron a la atención médica al sur de Gaza y se han propuesto ayudar a reconstruir los servicios de salud en Gaza.
Como parte de este empeño aplicaron las evaluaciones que permitirán avanzar de tercero a cuarto grado a residentes que formaban parte de los dos principales centros académicos con programas de medicina de urgencias, incorporados al Hospital Al Shifa y al Hospital Nasser de Khan Younis, éste último semifuncional y que actualmente tuvo que parar sus operaciones por el desborde de personas heridas, luego de seis ataques con misiles sobre el campamento de Al-Mawasi, cerca de la zona costera al sur de Gaza, designada como segura por Israel hace semanas.
En medio de estas circunstancias, residentes y evaluadores se presentaron al examen, presencialmente en el sur y con intermitentes videollamadas en el norte. El médico palestino-estadounidense de urgencias, Mohammad Sube, actualmente voluntario en el hospital de campaña kuwaití de Rafah, acompañó las rondas de evaluación y describe esta experiencia académica como “un trabajo lleno de impulso y pasión”, “parte de la férrea voluntad del pueblo palestino a no rendirse, a pesar de las limitaciones los médicos de Gaza buscamos la excelencia y el Dr. Abu Salmiya muestra cómo transformar todo en algo positivo”, afirma.
Tras estas rondas de evaluación podrá continuar su entrenamiento médico la próxima generación de médicos de Gaza, que ya luchan por salvar vidas junto al personal de salud con limitados recursos y en medio de los bombardeos. Son poco más de un millón las personas que permanecen en Rafah y cuentan sólo con el Hospital Nasser y hospitales de campaña que no suman más de 100 camas juntos.
El personal de salud palestino se niega a rendirse y es un bastión moral para todo el pueblo de Gaza, como confirmaron los sobrevivientes a las brutalidades del ejército israelí ocurridas en el complejo médico de Al Shifa, que apenas fueron liberados denunciaron las torturas que Israel realiza a palestinos criminalizados sin juicio y los crímenes de lesa humanidad cometidos en el recinto hospitalario, convertido por la ocupación en una fosa común.
En la búsqueda de desmantelamiento del sistema sanitario en la Franja de Gaza, el ejército de ocupación ha bombardeado y dejó fuera de servicio 24 de los 35 hospitales que había anteriormente, provocando su destrucción casi total y dejando el resto apenas funcionando, sin agua potable, ni electricidad y sin insumos médicos elementales. Según la organización Médicos Sin Fronteras, al menos 500 trabajadores sanitarios han sido asesinados por Israel desde el 7 de octubre, son uno de los principales objetivos militares del Estado sionista en su intento por aumentar la pérdida de vidas. A contracorriente, la resistencia del personal de salud continúa, es necesario apoyarla con la solidaridad internacional activa exigiendo alto al genocidio y cese inmediato de toda acción militar israelí en Palestina.
Además, trabajares de la salud en todo el mundo pueden cerrar filas en apoyo al pueblo palestino, elevar su denuncia ante el financiamiento de las grandes potencias a Israel y exigir a los gobiernos de sus países la ruptura de relaciones políticas, militares y económicas contra el genocidio en curso.
