Las medidas anunciadas por Caputo y Milei para bajar la brecha cambiaria no terminan de convencer al capital financiero, especuladores y empresas que operan a través de bonos y acciones. Los bonos suman la cuarta jornada de caída consecutiva, mientras el riesgo de impago de la deuda soberana, el riesgo país se acercó a los 1.600 puntos básicos.
En Wall Street las acciones de empresas argentinas -ADRs- se hundieron hasta un 5,5%, impulsado principalmente por los bancos. En la city porteña el Merval cerró en rojo .
El blue rebota más de 3% y cierra a $1455, los dólares financieros también subieron revirtiendo la tendencia de los días previos. Por su parte el MEP se vendió a $1300 y el CCL a $1308, en ambos casos el aumento fue del 1 % respecto a la cotización del martes.
Las medidas anunciadas por Caputo durante el fin de semana, más allá del relato de “emisión cero”, tenían un claro objetivo: bajar la brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y los paralelos, que supera el 50%. Por eso confirmaron que el Central vendería dólares en el “mercado” de CCL, mayor intervención.
Esta decisión agudiza los problemas de acumulación de reservas. En el mes de junio el saldo del BCRA fue negativo. En un contexto de falta de dólares, la medida es un parche para responder ante el chantaje devaluatorio de las patronales agrarias y del FMI que exige aumentar las mini devaluaciones del 2%.
Desde el gobierno intentan evitar una nueva devaluación para no disparar los precios. También patearon para adelante subas en el transporte y en servicios energéticos que ellos aprobaron. Es un plan plagado de contradicciones que sólo garantiza una recesión mayor, como queda demostrado en los datos de desplome del consumo masivo ( 12,5 %)en el mes de junio. En una entrevista radial la economista Marina Dal Poggetto sostuvo sobre la noticia del
superávit primario de junio que Caputo celebró "es condición necesaria, pero no suficiente" y sentenció "Esto sin superávit estaría descarrilando”.
Este gobierno ha avanzado en acrecentar la desigualdad de ingresos y en un reparto de la riqueza generada a favor del empresariado. Mientras hunden el poder de compra de salarios y jubilaciones, y pone en peligro puestos de trabajo. Por este motivo hay que tirar abajo el plan hambreador y de saqueo de Miei, el FMI y los grupos económicos.
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