Victoria Villarruel aprovechó la polémica desatada por los cánticos con contenido discriminatorio por parte de la "Scaloneta" para ensayar un hipócrita y falso patriotismo. Pero a no engañarse... habla de "países colonialistas" mientras ella, junto al Gobierno que integra, baten récords en cipayismo y entrega nacional a las potencias imperialistas como Estados Unidos y los países centrales de occidente.
Los cantos de festejo por parte del plantel de la Selección argentina de fútbol tras la obtención de la Copa América en Estados Unidos, quedaron en el centro de la polémica de los medios hegemónicos por el contenido racista y xenófobo que contenían.
De repente, esas usinas de ideología al servicio del poder económico y político tenían un impasse de corrección política y ponían la lupa en la letra de lo que cantaban los jugadores. Pero la hipocresía no fue exclusividad de esas corporaciones. La vicepresidenta Victoria Villarruel aprovechó el revuelo para poner en práctica su habitual demagogia patriótica y nacionalista.
Mediante un tuit interpretó el papel de extrema defensora de Enzo Fernández, Lionel Messi y del resto de los jugadores de Argentina, apuntando contra "un país colonialista", en referencia a Francia, que quiere "amedrentarnos por una canción de cancha".
Pero en esto, hay varias cosas mezcladas y no ingenuamente. Es necesario partir de que los dichos racistas y xenófobos son parte de la "propaganda ideológica" que el sistema capitalista difunde a través de sus Estados, sus medios de comunicación y sus usinas culturales, entre otras vías, para que sean internalizados por amplias capas de la población, en pos de legitimar su dominación y explotación. En segundo lugar, vale preguntarse si los dichos expresados en los cantos de unos jugadores de fútbol, con innegable incorrección política, en medio de un festejo, podrían acaso compararse con el racismo y xenofobia sistemática que impera en los Estados nacionales y el sistema del que forman parte. El genocidio contra el pueblo palestino o las muertes producto de las "crisis migratorias" en Europa, son tan solo dos ejemplos mas o menos de la actualidad.
El patriotismo de cartón de Villarruel da risa. Impulsaron el RIGI que garantiza la entrega nacional; se arrastran ante el FMI pidiendo más sumisión; aplauden a dos manos lo que dice EEUU. Un nacionalismo más berreta no se consigue. pic.twitter.com/oXp991DBzU
En tercer lugar hay que señalar que Villarruel actúa apuntar contra "países colonialistas", pero ella y el Gobierno del cual es vicepresidenta se arrodillan con un cipayismo extremo ante los colonialistas e imperialistas países de occidente, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania. Políticas como el RIGI o descargar la crisis sobre las mayorías para honrar la deuda fraudulenta del FMI, lo exponen. Además aquellos Estados no se hubieran formado sin la invasión, la guerra, el despojo, y en no pocos casos el genocidio, contra otros pueblos sometidos.
Pero en su ridícula demagogia, además de "bancar a Messi y a Enzo", la admiradora de Videla y de Roca simula reivindicar a los "indios y a los negros" (junto a los "criollos y europeos"), ya que, según señala, "la Argentina se hizo con su sudor y coraje". Pero lo cierto es que la formación del Estado argentino se basó en el genocidio de los pueblos originarios que habitaban los actuales territorios del oeste bonaerense, La Pampa y Río Negro. La cruel matanza miles de integrantes de los pueblos mapuche, pampa, ranquel y tehuelche, fue fundamental para la creación del Estado argentino.
La suerte de los afrodescendientes y del resto de las clases oprimidas tampoco sería muy bueno. Eran explotados rozando la esclavitud en las viejas unidades productivas y utilizados como carne de cañón para las guerras y batallas que sólo beneficiaban a las clases dominantes y perpetuaban su situación. Por eso, hablar de "sudor y coraje" no es más que un hipócrita eufemismo, más aún por quien lo emite.
Esa misma clase o sectores son los que tienen a Villarruel como acérrima defensora, incluso cuando éstas aplican los métodos más inhumanos, como fue otro genocidio (más cercano a nuestros tiempos): la dictadura cívico-militar-eclesiástica iniciada en Marzo de 1976. Allí las nuevas generaciones de aquellas clases dominantes desaparecieron, asesinaron y torturaron a miles de trabajadores y estudiantes, descendientes de aquellos "indios, negros y criollos". Es conocida la admiración de Villarruel por el genocida Jorge Rafael Videla y sus visitas a la cárcel, junto a su negacionismo del genocidio y toda su prédica pro Fuerzas Armadas.
Por mencionar una última cuestión, en su tuit Villarruel dice que en Argentina "nunca tuvimos ciudadanos de segunda". Qué hay entonces de las millones de personas que viven en la pobreza extrema, mientras ella, el resto del Gobierno y los sectores sociales que representan, cobran decenas de veces lo que un trabajador, tienen patrimonios inexplicables o se mueven en aviones de lujo, por solo mencionar algunos simples ejemplos. Sin ir más lejos, aliados del Gobierno, como Jorge Macri y su secretario de Seguridad, Diego Kravetz, no paran de militar y atacar de forma canalla a esos "ciudadanos de segunda" que ni siquiera tienen un techo.
Detrás de la falsa demagogia y la mezcla de temas que hace Villarruel, lo cierto es que ella, junto a Milei y el resto de la administración "libertaria", son quienes con sus políticas intentan llevar a la más profunda sumisión de Argentina a las potencias centrales, "esos países imperialistas y colonialistas". La acentuación del saqueo del país y la entrega a las grandes multinacionales, junto a un mayor despojo de las mayorías trabajadoras y populares, es el eje de la política de Villarruel y La Libertad Avanza.
