"Casi no prendo la estufa. Y así y todo me llegaron más de $56.000 pesos de gas". Ana vive en la zona sur del conurbano. Su casa es muy modesta y chiquita. Ni siquiera prende el horno todos los días para cocinar porque vive sola. Pero al Gobierno de Milei y las empresas concesionarias de los servicios públicos no les importa.
Este mes están llegando facturas con incrementos muy fuertes en las tarifas de luz, agua y gas que ponen a millones de hogares en una situación de extrema vulnerabilidad. "Conozco el caso de familias que directamente no usan la luz, ni el gas porque no pueden pagar", sigue Ana y se pregunta: "¿Pero para vivir sin agua cómo se hace?". Es que las facturas del agua que están llegando no se quedan atrás tampoco. Más de $55.0000 de agua le llegó a su vecino, que tiene una casa de similares características.
El Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA Conicet) elaboro un informe en el que se destacan los siguientes datos:
- En el mes de julio un hogar promedio del AMBA, sin subsidios, gasta $142.645 en el mes en cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable en el hogar.
- Con respecto de diciembre 2023, el costo de la canasta total se incrementó 374% a partir de las actualizaciones de tarifas de transporte (enero y febrero), energía eléctrica (febrero y junio), agua y gas natural (abril y junio).
- Con estos valores, en julio, la canasta de servicios públicos del AMBA ocupa el 15% del salario promedio registrado estimado del mes a la vez que el peso proporcional del gasto de cada servicio presenta valores similares para el transporte, la energía eléctrica y el gas natural.
- En el primer semestre de 2024 hubo aumentos en el precio de la energía para todo el país en febrero y junio a la vez que cada jurisdicción actualizó, con diferente frecuencia, los cargos por distribución de sus territorios. En promedio, los aumentos a nivel país fueron de 333%.
Terminar con la estafa de las privatizadas para que los servicios públicos vuelvan a ser un derecho
Las privatizaciones fueron una de las claves de la política neoliberal que llevo adelante el menemismo y que Milei tanto reivindica. Los resultados: el empeoramiento en la calidad de los servicios y tarifazos para los ususarios; el enriquecimiento para los empresarios concesionarios. Y todavía los padecemos porque ninguno de los Gobiernos que vino después las cuestionó.
La irracionalidad de este esquema es una muestra más de las atrocidades del capitalismo: miles de familias entereas (con hijos pequeños) que en pleno invierno y con temperaturas bajo cero no usan la luz ni el gas porque no pueden afrontar el pago de las facturas.
Es necesario poner en debate la necesidad de que toda la producción de hidrocarburos y el conjunto del sistema energético sean nacionalizados y gestionados por trabajadores y técnicos especializados, realizando un plan nacional sustentable para garantizar a la población un servicio barato y de calidad y llevar adelante la transición energética.
Sin esta perspectiva, ni la de la nacionalización de todos los servicios públicos, no hay manera de que estos puedan satisfaccer las necesidades de la población, y sobre todo los sectores más populares que viven en zonas donde la calidad de los servicios es muy precaria, o donde directamente no hay ni red de gas, ni cloacas.
Al mismo tiempo, hay que unir todos los reclamos y demandas de todos los sectores que están siendo perjudicados por el ajuste del Gobierno nacional y coordinar grandes acciones en común para enfrentarlo.
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