En medio de una nueva jornada de manifestaciones, 48 familias de Valparaíso, que perdieron sus hogares en el devastador incendio de Puertas Negras en 2017, se manifestaron a las afueras del Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU) de Valparaíso, ubicado en calle Bellavista. Los manifestantes, desesperados por la falta de soluciones concretas, exigieron respuestas y acciones inmediatas por parte del gobierno ante la prolongada incertidumbre que enfrentan.
Desde el trágico evento que consumió sus viviendas, estas familias han vivido en una constante precariedad, dependiendo del subsidio para el arriendo proporcionado por el SERVIU. Sin embargo, en 2023 se les informó que dicho subsidio fue simplemente retirado, pese a que sus hogares aún no han sido reconstruidos. Esta decisión ha dejado a muchas familias en una situación de extrema vulnerabilidad, sin un lugar estable al cual llamar hogar.
La protesta de hoy no solo es un grito de auxilio, sino también una denuncia pública de la indolencia del gobierno frente a la situación que viven estas familias. “Hay gente que ha fallecido esperando su casita. Han pasado siete años y todavía no nos dan una solución concreta. Es vergonzoso, indigno”, expresó Julia Gaitán representante del comité de afectados..
El desgaste emocional y físico de vivir sin un lugar fijo, combinado con la constante espera de una respuesta que nunca llega, ha minado la esperanza de estas familias. A lo largo de estos años, han recibido promesas y compromisos que, hasta el día de hoy, no se han materializado. La situación ha llegado a un punto crítico, donde la desesperación y el sentimiento de abandono son palpables en cada uno de los afectados que además han enfrentado este duro inverno con demasiada incertidumbre.
La manifestación en la sede del SERVIU es una muestra más de la lucha incansable de estas familias por sus derechos. Exigen no solo una vivienda digna, sino también justicia y reconocimiento de su situación. Las familias esperan que con este llamado de atención haga eco en las autoridades competentes y se traduzca en acciones concretas y urgentes.
El caso de Puertas Negras es un claro reflejo de cómo la burocracia y la falta de voluntad política pueden agravar la tragedia de quienes ya han perdido todo. Lo que se suma a la lógica de mercado que opera en la falta de una solución habitacional para las miles de familias que requieren un hogar en la región, situación agravada por el mega incendio de Viña del Mar.
Más allá de la situación particular de estas familias, hace falta discutir seriamente un plan de viviendas en la región, que permita dar una solución definitiva a la falta estructural para terminar con los campamentos que han crecido en los últimos años. Es necesario cuestionar el negocio de las inmobiliarias, la expropiación de los terrenos ociosos, la constitución de comités organizados por trabajadores y pobladores, en asociación con las universidades del estado para elaborar este plan que garantice el acceso a un techo digno a las familias sin hogar. |