En la semana que se votó la nefasta Ley Bases, se aprobó en la Legislatura porteña un paquete de modificaciones en el Código Procesal Penal que trae más criminalización para los pobres.
Dentro del paquete que se votó con la Ley Bases se encuentra la Ley de Reiterancia, a través de la cual, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires obliga a las personas que están acusadas de un solo delito, a esperar el juicio y la sentencia en prisión preventiva, lo que es un derecho anticonstitucional y además, viola el derecho a la inocencia como también lo manifestó la legisladora porteña Alejandrina Barry.
Incluso, dicho paquete, comprende la “Ley Antimafias”, la cual otorga facultades extraordinarias a las fuerzas de seguridad para establecer “zonas especiales de investigación” en búsqueda de “organizaciones criminales”, lo que lleva a que no haya límites ni controles respecto a los allanamientos y detenciones por parte de las fuerzas represivas y que recae en los barrios más pobres de la Ciudad porteña.
Así lo vimos en la semana que se aprobó la Ley de Reiterancia, cuando entraron al barrio Padre Ricciardeli, ubicado en el Bajo Flores, en un procedimiento sin orden, donde tiraron gases y balas de goma a las y los vecinos. También pasó en el barrio Padre Carlos Mugica (Ex Villa 31) y en Ciudad Oculta, Villa15, ubicada en el barrio de Lugano.
Un vecino de Ciudad Oculta contó que aleatoriamente ingresan al barrio, golpean a los pibes y quieren entrar a cualquier casa sin ningún tipo de orden. Es una situación que genera mucha bronca en las y los vecinos y cada vez más cuestionamientos a la política represiva del gobierno de Jorge Macri.
Desde el Frente de Izquierda venimos advirtiendo sobre el avance contra las libertades democráticas como en estos casos. También pasó en la manifestación contra la Ley Bases, el día 12 de junio. Ese día las fuerzas desataron una cacería hacia las y los manifestantes, con un resultado de 33 detenidas y detenidos, aún mantienen a dos personas privadas de su libertad con causas armadas.
Sabemos que para frenar esta gran avanzada contra los DD.HH. y en la criminalización a la protesta y la pobreza, los debemos enfrentar en las calles.