En mayo, Madanes Quintanilla despidió a 97 trabajadores en Fate, y ahora amenaza más despidos con un Proceso Preventivo de Crisis (PPC) trucho. Bridgestone también ha impuesto suspensiones ilegales, un PPC trucho y amenaza dejar a 700 familias en la calle.
Detrás del argumento de una crisis económica, estas empresas lo único que quieren es despedir y flexibilizar las condiciones de trabajo con el fin de derrotar la organización de sus trabajadores. Los obreros del neumático no se quedan de brazos cruzados y salen a pelear por sus derechos. Ellos ya han demostrado que se puede luchar y ganar.
Rodear de solidaridad esta lucha y al SUTNA es clave para detener los ataques de las patronales y el gobierno libertario.
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