Las y los docentes hemos decidido, vía mandatos de escuela, no iniciar las clases en toda la provincia tras el receso de invierno. El motivo principal es dejar en claro que con salarios de hambre, no se puede vivir.
Una docente que recién inicia cobró en julio 375.000 pesos, con lo cual pudo cubrir tan solo el 36% del costo de la canasta básica familiar. Hablamos de un salario bajo la línea de la indigencia. Un docente que trabaja doble cargo y con antigüedad, se mantiene bajo la línea de la pobreza. A esto debemos sumar que cientos aún no cobran desde marzo sus salarios correspondientes.
Pero los motivos para el paro sobran. La sobrecarga laboral, la imposición del presentismo, los graves problemas de infraestructura que no se solucionan (techos que se desploman, fugas de monóxido, calderas que no funcionan, baños que colapsan), partidas escolares insuficientes para sostener la limpieza y los comedores y un aspecto que se agrava día a día: el hambre de las y los estudiantes. “Profe, tengo hambre”, nos dicen muchos y muchas estudiantes.
El ministro de Educación no se demoró en criticar el paro diciendo que “es un despropósito” y que “no tiene ningún sustento”. Pero lo cierto es que Punta y los ministros de Torres cobran salarios millonarios mientras ajustan los bolsillos de los trabajadores. Si hay algo que comparten con el gobierno nacional de Milei es la licuadora salarial de las y los trabajadores. Para muestra sobra un botón: mientras a la docencia se le ofrece un 5% de aumento, los diputados provinciales cobran 4.500.000 de pesos, habiéndose aumentado en un 130% desde que asumió Torres.
Es necesario la continuidad del plan de lucha
Es un paso importante el paro votado en toda la provincia para continuar la pelea. En este sentido es urgente debatir y construir desde abajo su continuidad con un plan de lucha a la altura del ajuste, la licuadora salarial y las provocaciones del gobierno provincial. Pero el paro no puede quedar aislado, sin acciones ni continuidad.
Pensamos que un paso en este sentido es además de continuar las asambleas y debates por escuela donde podamos generar instancias de coordinación junto a familias y estudiantes, recuperar las asambleas interescuelas tal como hicimos en los años 2018 y 2019. Las asambleas interescuelas, que se autoorganizaban desde abajo permitían debatir, opinar y decidir como seguir la lucha uniendo las fuerzas de las escuelas, superando las barreras y los límites que nos ponían las conducciones sindicales.
En este camino, el llamado al Congreso provincial de la ATECh es también un paso importante pero apostamos a que debe ser democrático, con la participación de delegados, representantes de escuela, afiliados y no afiliados.
Una situación que se agrava: Torres y Milei pretenden seguir atacando
Tras la reciente aprobación de la Ley Bases, que apoyó también Torres en Chubut con votos claves, el gobierno de Milei buscará avanzar en su plan de reseteo del país al servicio de los empresarios. El FMI le exige más y por eso preparan nuevos ataques como despidos, agravar condiciones laborales o el mismo RIGI al que buscará adherir la Legislatura provincial la semana próxima.
Pero en su debilidad, el gobierno nacional es bancado por la oposición colaboracionista como el PRO y la UCR, pero también el peronismo, como vimos en el Congreso con votos en favor de la Ley Bases o las centrales sindicales que negociaron aspectos de la ley (además de no llamar a organizar la lucha).
En tema docencia, ya está en pie el proyecto de ley para declarar a la educación como “servicio estratégico esencial”. Esto no significa que habrá más aumento en el presupuesto para Educación, representa en los hechos el ataque a derecho a hacer paro.
Bajo el gobierno de Milei siete de cada diez niños en la Argentina viven en la pobreza.
Según el informe de Unicef, son 8,6 millones de chicos menores de 18 años, que viven en hogares que no alcanzan el piso mínimo de ingresos monetarios o en entornos de privación de derechos (vivienda, salud, educación, entre otros). En esta cifra también entran nuestros hijos e hijas.
Porque recordamos una vez más que la lucha de las y los trabajadores de la educación de Misiones y el millón de estudiantes, familias y docentes que salieron el 23A hicieron retroceder a este gobierno, porque si hay algo que está claro, es que la educación pública se defiende.
Este es el camino a construir, el de la unidad de los de abajo, trabajadores que dan muestras de una resistencia, hacia un plan de lucha unificado, y un llamado a la CTA Y CTERA a romper con la tregua, ya no se puede esperar más.
El no inicio da muestras de la necesidad a un paro nacional que frene al tremendo ajuste y desidia por la que atraviesa la escuela pública y el conjunto de las y los trabajadores.
En estos meses hemos visto la expectativa que las conducciones sindicales (tanto la provincial como las regionales) sostuvieron hacia el gobierno de Torres, a quién le dieron tiempo para cumplir sus promesas de campaña. Les hemos escuchado decir “Torres cumplí” o en estas horas “el que tiene que hacer su parte es él”. Han asistido a numerosas reuniones paritarias a espalda de las bases docentes y sin llamar a organizar ninguna pelea ni exigencia. Sabemos que no podemos confiar en Torres y que el único lenguaje que entienden quienes gobiernan son las calles. |