En la puerta, entre las 13:30 y las 14 horas de este viernes, ya se habían concentrado más de 100 personas entre estudiantes, docentes, no docentes y familias con panderetas, botellitas y carteles en el ruidazo que realizaron en defensa de la educación pública.
Debemos recordar que la semana arrancó con una clase pública el lunes donde participaron otros más de 160 docentes y estudiantes, organizaciones solidarias y algunas madres y padres. Esta acción se enmarca en un plan de lucha realizado por el cuerpo docente de la escuela que continuará con una asamblea este miércoles.
En la acción del lunes, desde el No Pasarán, agrupación de estudiantes secundarios anticapitalistas feministas y socialistas, y La Izquierda Diario recopilamos las opiniones de varios estudiantes sobre la situación de la educación y su participación solidaria con el reclamo salarial de sus profesores.
Para profundizar sobre la situación laboral de la docencia universitaria hablamos con Mariel, delegada gremial de ADIUC y docente de Historia en el Belgrano.
LID: ¿Cuál es la situación actual del salario docente universitario y que opinión te merece las campañas oficiales de deslegitimación del rol docente en los últimos tiempos?
M.M: El atentado constante por parte del gobierno Nacional a la educación pública, el desfinanciamiento en general, pero en particular de la docencia universitaria habla claramente de qué concepción política existe hoy sobre la educación.
Este colegio junto con el Monserrat son los dos de Córdoba que dependen de la UNC, pero como estamos dentro del régimen de la educación obligatoria secundaria, por eso nosotros cobramos el FONID, que dependiendo de la antigüedad es un porcentaje altísimo, en algunos casos alcanza el 30 %. Al perder ese Ítems que se elimina de nuestro salario por vía decreto presidencial, el ataque ya es durísimo. Además, desde que asumió este gobierno, no tenemos paritarias, todos los aumentos se otorgaron por decreto. Entonces, no tenemos interlocutor a quién llevarle el reclamo. Y esto es una cuestión política, la no convocatoria de una paritaria, decretando aumentos del 2% y del 4% fueron consolidando una pérdida de alrededor del 65% en los últimos meses. El Consejo Superior de la UNC la semana pasada declaró la emergencia salarial en un contexto donde no hay interlocutores claros. Venimos hace meses con medidas, intentando articular con la comunidad, los estudiantes, los no docentes, teniendo en cuenta que la docencia provincial ( docentes de nivel medio que dependen del gobierno de Llaryora) también está luchando por su salario y también están siendo atacados. Nuestro salarios ya no nos permiten ni acceder a la capacitación, formación, actividades culturales, la comprar libros, incluso a cuestiones que hacen a nuestro oficio docente, es decir, no es solo una cuestión vital porque vivimos del salario y es nuestro sustento, hace a las condiciones laborales para garantizar una educación de calidad. Partiendo además de una gran precarización laboral que se sostiene desde hace mucho tiempo en la Universidad. Lo que nosotros queremos decir bien fuerte aquí en esta acción es que no estamos dispuestos a abandonar la educación pública, no estamos dispuestos a perder esta bandera.
LID: Luego de la marcha histórica este último 23 de abril con más de un millón doscientas mil personas en 70 ciudades del país movilizadas en defensa de las universidades quedó claro que cuando hay una convocatoria clara hay una masiva predisposición a salir a las calles. ¿Qué factores creés que se deberían dar para volver a recuperar esa capacidad de movilización ahora ante la vuelta a clases?
M.M: Nosotros estamos organizando un plan de lucha coordinando con todas las unidades académicas de la UNC con la perspectiva de hacer una marcha federal con todas las universidades del país, pero eso requiere de un proceso de construcción y coordinación. En una provincia muy conservadora, en donde encontramos en muchas unidades académicas docentes que no viven solo de su salario como docente universitario únicamente, a veces hay una tienen una ubicación más conservadora en las facultades más masivas. Esto hay que trabajarlo más. También, en nuestras reuniones discutimos sobre la convocatoria.
La marcha del 23 de abril tuvo una convocatoria en defensa de las universidades del país, esta vez la consigna es la recomposición salarial, entonces esto produce un reacción del gobierno, de los medios hegemónicos que salen al ataque directo al sujeto “docente”, donde se nos desdibuja de que es un trabajador y que vivimos de nuestro salarios. Queremos deconstruir ese discurso artificial, creado por los grandes formadores de opinión: nosotros no somos los responsables de la decadencia de la educación, el responsable directo es el gobierno, que se ha corrido del lugar que le corresponde cerrando el diálogo, con ataques y desfinanciamiento permanente. Veamos este caso, al anular el Ministerio de Trabajo, nos encontramos en una situación en donde no hay a quien ir a golpearle la puerta, en este momento el CIN sería responsable de ser una especie de interlocutor, pero si uno ve las declaraciones del Consejo, la pauta salarial queda diluido y como última prioridad en ese acuerdo que los rectores hicieron con Milei.
Todas las medidas de fuerza que estamos impulsando apuntan a que sean coordinadas con toda la comunidad educativa, pero también, acciones como este ruidazo tienen intencionalidad de dejar un mensaje de que no estamos siendo escuchados, nuestros salarios promedios no cruzan la línea de pobreza incluso hay algunos menores de la línea de indigencia y defender la educación es defender el salario docente.
LID: Hay sectores universitarios, centralmente autoridades y lamentablemente organizaciones estudiantiles, que conducen centros de estudiantes como la radical Franja Morada que critican las medidas de fuerzas como la no toma de exámenes. ¿Qué mensaje le darías al estudiantado sobre estas críticas que intentan dividir la comunidad educativa enfrentando docentes y estudiantes?
M.M: Hago una invitación a pensar más integralmente, a poner en valor la labor docente y un llamado a analizar y debatir el contexto político y social. A quienes atacan a nuestras medidas de fuerza me gustaría dejarles un mensaje: están buscando el responsable de la situación en un lugar incorrecto, no somos el cuerpo docente los responsables de esta crítica situación si no el gobierno nacional, ahí debemos apuntar. Nosotros sostenemos un debate amplio, sin discursos de odio, ni agresiones, y cuando nos llegan mails con amenazas por no tomar exámenes, nosotros respondemos de otra forma. Queremos invitar a que piensen que somos quienes estamos en el aula todos los días sosteniendo la educación pública. Al estudiantado le queremos decir que no se dejen engañar por esas” zanahorias” que no van a las verdaderas causas de los problemas que nos interpelan y que nos atañen a toda la comunidad educativa. La educación es una herramienta de transformación social y colectiva que hay que defender entre todas y todos. |
