Jesús Aguirre, presidente del Parlamento Andaluz y dirigente del PP, propuso el pasado viernes la subida de las dietas por viaje y alojamiento que cobran actualmente los diputados andaluces, argumentando que llevan congeladas desde 2017. Para Aguirre, el aumento del precio de los hoteles en Sevilla justificaría esta subida que permitiría que a los diputados “no les costase llegar a final de mes”, un argumento que ha repetido debido a la confusión inicial de los periodistas.

Las palabras de Aguirre han despertado polémica y se han percibido como una desconexión de la realidad por parte de la clase política. Tal es el despropósito de la medida que el grupo parlamentario del PP ha tenido que desmarcarse de la propuesta de su presidente en la cámara.

Los diputados andaluces cobran un salario base de 3.343,07 euros al mes. Ni más ni menos que 46.803 euros brutos al año, tres veces los 15.876 euros brutos anuales del SMI o dos veces y medio los 17.233 euros que se cobran de media en Andalucía. Y teniendo en cuenta que las retribuciones de los parlamentarios aumentan según el cargo que ocupen en el parlamento.

El presidente del Parlamento, el propio Aguirre, cobra un complemento de 1.537, 37 euros. Los vicepresidentes y los portavoces de los grupos ganan 1.234 euros adicionales. Por su parte los secretarios de la Mesa y portavoces adjuntos, 928 euros; los secretarios de los grupos, 648,23; los presidentes y portavoces de las comisiones, 491,08; los vicepresidentes, 333,47; y los secretarios, 175,85.

Además, cada diputado cobra unas indemnizaciones por gastos de viaje y alojamiento, las dietas a las que se refiere Aguirre, que varían entre 200 y 500 euros semanales en función de la distancia entre el domicilio habitual del diputado y la sede del Parlamento andaluz en Sevilla. Sin olvidar que estas dietas se cobrarían incluso en periodos donde no hay actividad parlamentaria y no tendrían justificación estos gastos, lo que implicaría dar una compensación mayor a lo realmente gastado.

Aún así, el dirigente del PP considera que la "subida del nivel de vida" propiciada por el modelo económico basado en el turismo impulsado por PP y PSOE en Andalucía, justifica que se sigan aumentando los privilegios de la clase política andaluza. Mientras miles de jóvenes trabajadores deben emigrar de Andalucía y de otros territorios del Estado español debido a las altas tasas de desempleo juvenil, la precariedad y el elevado coste de la vivienda, son precisamente los promotores de esta crisis los que exigen mayores privilegios para mantener su alto nivel de vida.

Frente a esta visión de la política como mecanismo de enriquecimiento para una casta y al servicio de los capitalistas, hay que oponer una política de clase que plantee medidas radicalmente democráticas inspiradas en las mejores tradiciones del movimiento obrero, que arrancan desde ejemplos como el de la Comuna de París. Imponiendo que los diputados y diputadas sean elegidos por voto universal, revocables en todo momento por sus electores y con un salario acorde al de un trabajador cualificado sin ningún tipo de privilegio especial.

En todos los países donde estamos presentes las organizaciones que formamos la Fracción Trotskista por la Cuarta Internacional (FT-CI) e impulsamos la Red Internacional de La Izquierda Diario, defendemos esta política: que todo funcionario y cargo público gane lo mismo que una maestra.