Trabajadores, jubilados denunciaron que recibieron facturas de luz y gas muy altas, un fuerte ajuste que decidió el gobierno de Milei para reducir subsidios. Según informó el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), el costo de la canasta de servicios públicos del AMBA se incrementó 374% a partir de las actualizaciones de tarifas de transporte (enero y febrero), energía eléctrica (febrero y junio), agua y gas natural (abril y junio) con respecto de diciembre 2023.
El informe indica que el aumento más elevado fue en las facturas de gas. IIEP señala que “en la desagregación por servicio se observa que el incremento más importante en tarifa final fue para el gas natural con un aumento del 1.208% respecto a diciembre de 2023 y es explicado tanto por el aumento de tarifas en abril y junio como por el consumo estacional en el pico invernal. A su vez, el gasto en transporte aumentó 410%, en agua 249% y en energía eléctrica 229%”.
Las empresas privatizadas siguen de fiesta con Milei
Mientras los bolsillos populares sufren las tarifas elevadas, los bajos salarios y jubilaciones, las empresas privatizadas ganaron millones en los primeros meses del año. Según un informe de CIFRA, Metrogas ganó 19.116 millones de pesos en el primer trimestre de 2024, un aumento de 1.630% en relación al mismo período de 2023, y Edenor 50.867 millones de pesos en los primeros tres meses del año. Es decir que ambas empresas ganaron 769 millones por día en 2024. Una suma muy lejana a lo que cobra un trabajador promedio, o un jubilado, el haber mínimo en julio con bono fue de $285.622.
El negociado de estas empresas no es nuevo. Los servicios públicos se privatizaron durante el menemismo, y los gobiernos posteriores mantuvieron este esquema, incluso el kirchnerismo y el gobierno del Frente de Todos. Así, hay una división de las etapas de generación, transporte y distribución de la electricidad y el gas, donde operan distintas compañías privadas. Mientras tanto el servicio se fue degradando, llega el verano y también los cortes de luz.
Hay que terminar con el negocio de las privatizadas, y que todo el sistema energético (es decir de todas las etapas productivas: la extracción de los recursos, la generación eléctrica, el transporte y distribución a los usuarios) sea nacionalizado, mediante expropiación sin ningún tipo de indemnización a los actuales concesionarios, que sea administrada por los propios trabajadores y técnicos especializados, realizando un plan nacional sustentable para garantizar a la población un servicio barato y de calidad y llevar adelante la transición energética.
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