La reaparición de Macri y el comienzo del fin de la luna de miel. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite todos los jueves de 22 a 24 por Radio Con Vos 89,9.
El diablo está en los detalles, dice un reconocido aforismo que, a veces, tiene razón. Digo “a veces” porque en general es más recomendable tomar distancia de los acontecimientos cotidianos —mucho más en tiempos de tacticismo hardcore como el que practica Milei— para poder divisar con más claridad cómo se ordenan las grandes tendencias y qué lógica se impone a mediano o largo plazo.
Sin embargo, hay “detalles” que son reveladores y que dicen “algo más” del hecho en sí mismo.
En este caso, me refiero al giro sorpresivo dado por Santiago Caputo, el asesor estrella de Milei que repentinamente salió de la oscuridad y de esa especie de mamushka de cuentas de X (ex Twitter) adjudicadas a él y de las cuáles jamás se deslindó, y brindó unas curiosas declaraciones al periodista Manuel Jove del portal TN, que si uno las lee bien, tenían un único objetivo: elogiar a Mauricio Macri.
"Tengo una excelente opinión del presidente Macri", afirmó Caputo e inmediatamente agregó: "Conmigo en particular siempre ha sido extremadamente generoso. Creo que sentó las bases para que la Argentina finalmente pudiera cambiar". Siguió y dijo: "Admiro la construcción que hizo el PRO los últimos años y aparte yo vengo de esa escuela. Estamos enormemente agradecidos por su apoyo incondicional al cambio que está llevando adelante el presidente Milei”.
¿Por qué es un giro sorpresivo? Bueno, de mínima, por dos razones: porque de repente dejó el mundo de intrigas y medias verdades en el cuál mostraba el lado B del poder un poco temerario y un poco freaky del mileísimo y, en segundo lugar, porque fue para cantar loas a Macri.
Recordemos que hace algunas semanas desde una de las cuentas adjudicadas a Caputo tuiteó en clara referencia a Macri: "Al señor desesperado por cajas y resortes de poder que habla con todos los popes del periodismo nacional viendo como rayar al gobierno le queremos decir que se adapte o muera". Y en otro posteo también lo bardeó mal: "Su tiempo ya pasó. Hoy cosechan 10 años de malas decisiones. Las advertencias fueron debidamente presentadas".
Más allá de que no son cuentas oficiales, Caputo es parte de este juego porque si no quisiera que se vincularan a él, haría una cosa muy simple: abriría una oficial y diría que no tiene responsabilidad sobre ninguna de las que les adjudican. No fue lo que hizo (una cuenta fue suspendidas por infringir normas de X), sino que las dejó correr.
¿Por qué salió ahora “con voz propia” a decir lo que dijo? Porque Milei y Macri se reunieron el lunes en la Quinta de Olivos, luego del ninguneo que le hicieron al líder del PRO cuando se firmó el Acta de Mayo en Tucumán, lo dejaron afuera y no lo invitaron ni siquiera a firmar. Y se reunieron porque Macri se preparaba para reaparecer (como reapareció) en público para volver a liderar al PRO y mostrar sus diferencias bajo un discurso respaldo general al rumbo del Gobierno. En el acto de hoy en La Boca dijo “no somos un experimento”; “buscamos ir más allá de la dicotomía entre izquierda y derecha”; se manifestó en contra del populismo "en cualquiera de sus manifestaciones"; habló contra el entorno de Milei (esto es Santiago Caputo y Karina Milei).
¿Qué empuja a Milei a recibir a Macri y a mandar a su asesor estrella a deshacerse en elogios cuando hasta ayer nomás lo estaba basureando como a todo el mundo? Bueno, la fragilidad política.
La realidad es que estamos asistiendo al principio del fin de la “luna de miel” del Gobierno en diferentes terrenos: en el terreno económico porque el esquema se muerde la cola y no hay signos de recuperación (no hay guita del FMI, las inversiones todavía se ven muy lejanas y está conteniendo el dólar a un alto costo para las reservas); en la relación con la sociedad en la que comienzan a percibirse mensajes inquietantes sobre la evolución del país, las perspectivas de la gestión (más allá de la imagen de Milei) y, finalmente, en el terreno político: porque todo el mundo comienza a pensar en las elecciones del año que viene ante un Gobierno que no tiene garantizado el éxito para nada. Por eso sale Macri a marcar la cancha.
Y no sólo Macri, uno de los hombres más poderosos del país, Paolo Rocca, dueño de Tenaris, dijo “fuimos demasiado optimistas” con el cambio que vendría con Milei.
Estas contradicciones por arriba son importantes. Porque, a ver, a veces los proyectos políticos sucumben por la acción de los de abajo que genera divisiones entre los de arriba, pero a veces también entran en crisis por contradicciones de los de arriba que generan condiciones para la acción de los de abajo. Es así como funciona en la complejidad de la política moderna y así hay que asumirlo.
La realidad es que la tolerancia social al ajuste fue mayor de lo que se podría haber pensado, pero esto responde a varios motivos: a la crisis de todo lo anterior que fue la ventaja que utilizó Milei hasta ahora. En eso cumplió en parte el consejo de Maquiavelo: “El mal se hace todo junto y el bien se administra de a poco”; ok con la primera parte (“el mal se hace todo junto”), el problema lo tiene ahora con la segunda: no hay bien para administrar ni poco, ni mucho ni nada. También la “tolerancia” es abonada por la pasividad de las organizaciones sindicales o sociales, digamos todo. Pero también —y quiero que se entienda bien esto— a que Milei se vio obligado hacer un rebaje en varios terrenos de su ajuste e intervenir para que el dólar se mantenga “barato” y no aumente la brecha (y de esa manera permitir algo de recuperación de los salarios formales); mantuvo las retenciones y aumentó impuestos (dinamitando su propia doctrina) pateó los tarifazos y homologó paritarias que decía que no iba a permitir que se hagan efectivas.
A ver, en esto hay un punto en común entre el kirchnerismo y el libertarianismo: ambos estuvieron sobrenarrados y subjecutados. Si el relato del kirchnerismo contenía muchas más promesas (progresistas, pro-derechos) de las que era capaz de satisfacer; la narrativa del mileísmo contiene mucho más ajuste del que es capaz de ejecutar ¿Quiere decir esto que no ajusta? No, quiere decir que no reúne las condiciones políticas para el ajuste al que aspira.
Hay pruebas evidentes de esta realidad: por esta razón el FMI no habilita dólares y por los mismos motivos, referentes dentro LLA como Victoria Villarruel muestran cierta autonomía (como dijimos en este espacio la semana), Macri sale a exigir su parte y el “todopoderoso” asesor presidencial tiene que abandonar el juguete de las redes sociales dónde se cree “el mago del Kremlin” para deshacerse en elogios a Macri.
¿Esto significa que ya está dicho que Milei no puede consolidar su poder? No, quiere decir que está todo muy abierto, más abierto incluso que hace ocho meses cuando asumió el poder (porque el tiempo no pasa en vano y aumentan las ansiedades). Y tanto para el Gobierno como para quienes nos oponemos desde diferentes perspectivas, se acerca la hora de la verdad.