El pasado 2 de agosto se realizó una charla en el local del Sindicato del Frigorífico Canelones. Desde la mesa, Sergio Somaruga, Juan Acevedo, Karina Sosa, Rosalba Hunter, Alejandro Abergo y Carlos Clavijo, explicaron aspectos del plebiscito.
El pasado viernes se desarrolló una charla informativa sobre la seguridad social y, en especial, sobre los distintos aspectos que están incluidos en el Plebiscito que tendrá lugar en el marco de las próximas elecciones nacionales en octubre. Básicamente, el Plebiscito propone volver a los 60 años para poder jubilarse, aumentar la jubilación mínima en función de la evolución del salario mínimo y eliminar las AFAP’s en el manejo de los fondos jubilatorios.
Alejandro Abergo, presidente de Soofrica, abrió la charla agradeciendo la importante concurrencia presente – un centenar de personas -, incluyendo 2 ómnibus llenos venidos desde Montevideo con trabajadoras y trabajadores de varios sindicatos (del taxi, correos, ferroviarios, gastronómicos, etc.).
Rosalba Hunter, integrante de la Mesa Directiva de la Asociación del Personal de la Médica Uruguaya (APMU) e integrante del Consejo Central de la FUS, abrió la exposición desde la mesa, planteando que la seguridad social es un derecho fundamental, y que es desde ahí que se impulsa el triunfo del plebiscito, manteniendo autonomía de todos los partidos que se disputarán los cargos en las elecciones de octubre.
Le siguió en la oratoria Sergio Somaruga, secretario general de SINTEP, quien sostuvo que “la batalla fundamental es la batalla cultural” y que “es una batalla que, en el fondo, enfrenta derechos contra privilegios”. Desarrolló la necesidad de que las jubilaciones mínimas pudieran subir, ya que actualmente existen jubilaciones por debajo de la línea de pobreza. Por tanto, si se aumentan las jubilaciones “estaríamos ante un acto de redistribución”, afirmó.
Por su parte, Carlos Clavijo, representante de los trabajadores en el BPS, desarrolló la idea de la reducción de la edad jubilatoria, remarcando que “no debemos trabajar hasta morir” y que hoy por hoy el dilema actual es “si me quiero jubilar con más plata o me quiero jubilar sano”. A su vez, rechazó de plano el argumento de la expectativa de vida como pretexto para aumentar la edad jubilatoria.
A su turno, Karina Sosa, presidenta de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), presentó datos estadísticos sobre los montos que reciben las AFAP’s y que provienen del BPS. “Estos millones de dólares son utilizados por las AFAP’s para ser invertidos en los bancos, las cadenas de supermercados, los emprendimientos agropecuarios, mientras que a los jubilados les garantizan jubilaciones de miseria”, afirmó.
En toda su alocución, Karina demostró que, el lucro de estos fondos de pensión, solo sirven para aumentar sus ganancias a costa de los haberes de toda la vida de los jubilados y jubiladas.
Finalmente, Juan Acevedo, dirigente del Sindicato de Trabajadores Postales y del PIT-CNT, manifestó que en Uruguay “jubilarse sigue siendo un privilegio” ya que hay un sector de trabajadores que actualmente no puede hacerlo por encontrarse en situación de precarización laboral. Por su parte, también enfatizó en que “tenemos que tener una agenda propia de los trabajadores, como lo es la seguridad social, y que la misma sea independiente de los partidos políticos y de los patrones”.
Plebiscito y Diálogo Social
Luego de las ponencias se realizaron pocas intervenciones, pero en las que se expresó la contradicción entre, por un lado, sectores de los trabajadores y trabajadoras organizados en sus sindicatos, que pujan por una militancia por el triunfo del Plebiscito y, por otro, la idea de concretar un diálogo social con distintos sectores de la sociedad.
Se podría pensar que tanto el triunfo del Plebiscito como la instalación de un Diálogo Social podrían ser opciones complementarias – por lo menos, así lo plantean distintos sectores ligados al Frente Amplio- Sin embargo, y tal como afirmó Juan Acevedo, la clase trabajadora tiene intereses específicos en este Plebiscito, y no tiene por qué establecer un diálogo social con los sectores patronales, ni tampoco con las mismas AFAP’s.
Por tanto, es importante saber que el triunfo del Plebiscito es una tarea fundamental de la clase trabajadora organizada, ya que representa sus propios intereses, y que habrá que militarlo frente a absolutamente todas las expresiones políticas que se enfrentarán en las elecciones de octubre próximo.