Duro de Domar, el programa que conduce Pablo Duggan en C5N, volvió a ser tribuna de los discursos más prehistóricos dentro del peronismo, en la figura del recientemente condenado Guillermo Moreno.
Mientras el panel hablaba de la visita de legisladores y legisladoras de La Libertad Avanza a genocidas presos por delitos de lesa-humanidad, y se ponía en cuestionamiento a la vicepresidente Victoria Villarruel, el abanderado de la doctrina peronista aprovechó para volver a arrimarle el bochín a esta defensora de la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. Guillermo Moreno viene insistiendo en que Villarruel "no tiene nada que ver con los muchachos del Proceso".
La panelista Cynthia García, trajo a colación una entrevista donde un testigo afirma que "en el años 2019, estaba Villarruel reunida con Alfredo Atiz y Suarez Mason" en el penal de Ezeiza. El mismo que visitaron, por iniciativa del cura hijo de un genocida Javier Olivera Ravasi, como parte de un lobby para excarcelar a los criminales de la Dictadura del ’76.
En medio de este debate, a Guillermo Moreno se le ocurrió contar una anécdota sobre la fiesta de cumpleaños del hijo de un amigo. "Viene uno con un bastón y me dice: ’Lo quería conocer, yo combatí en Tucumán, pero nunca maté por la espalda’. Y ahí había muchos muchachos que le decían ’Nosotros estuvimos del otro lado’. Nos abrazamos y nos sacamos una foto. El padre invitó de los dos lados”. ¿Final feliz? O reconciliación con los genocidas.
Usando un lenguaje propio de la Teoría de los dos demonios (dos bandos), Moreno se refiere al Operativo Independencia. Un operativo que comenzó en el año 1975, bajo las órdenes de la entonces presidenta Isabel Perón, donde el Ejército argentino secuestró y asesinó a miles de obreros, estudiantes, docentes, militantes políticos y sociales, y sus familiares, en la provincia de Tucumán. Un ensayo de lo que luego serían prácticas sistemáticas de terrorismo de estado durante la dictadura.
Quizás alguno pueda sorprenderse, pero esta vocación de dinosaurio no es nueva en el líder de Principio y Valores. Recordemos que Guillermo Moreno fue quien le acercó la afiliación al PJ bonaerense al militar César Miliani en 2016, luego de que éste fuera procesado por delitos de lesa-humanidad, justamente vinculados al Operativo Independencia y la dictadura del ’76. Milani estuvo implicado, entre otros crímenes, en la desaparición del soldado conscripto Alberto Ledo.
El objetivo de Guillermo Moreno, en aquel entonces, era impulsar la candidatura de César Milani en la provincia de Buenos Aires. Luego de que el militar retirado ya hubiera sido designado Jefe del Estado Mayor General del Ejército, por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La apuesta política fracasó, aunque Milani obtuvo impunidad ante los crímenes por los que fue denunciado.
Una vez más Guillermo Moreno se posiciona como el sector más rancio dentro del peronismo y le compite con su política de reconciliación con los genocidas, a la vicepresidente Victoria Villarruel. |
