El pasado jueves 15 se realizó la Asamblea de Memoria y Balance 2023 de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro. La directiva logró aprobar un balance sin la menor critica ni discusión sobre la actividad sindical que los trabajadores del subte realizaron el año pasado. La votación fue 64 a favor y 9 en contra. Sin embargo, con más de tres mil trabajadores del subte, dos mil afiliados al sindicato y más de noventa delegados, la cantidad de votantes ya es una muestra de lo alejadas de la base que son estas asambleas, con una directiva que no propone ninguna discusión sincera ni interesante.
Pero además esta discusión es necesaria para cambiar el ánimo de los trabajadores de base, quienes ven en el resultado del conflicto del año pasado, un elemento adicional que paraliza su actividad. Porque a diferencia del reducido sector que participó en la asamblea, la gran mayoría de los compañeros tiene un balance en extremo crítico de esa pelea. Más de veinte medidas de acción directa, las tensiones del conflicto durante meses, descuentos de salarios generalizados, la vuelta de los compañeros y compañeras afectadas por asbesto, el inicio de acciones legales contra los directivos y delegados, la incorporación del presentismo en el salario y el ninguneo de la empresa frente a la firma de paritarias en beneficio de la UTA, son el saldo del conflicto de los “2 Francos” no conseguidos. Entonces, si estuvo todo bien y no hay nada que discutir ¿Por qué razón los compañeros aceptarían embarcarse en un nuevo conflicto?
Desde la agrupación Bordó propusimos abrir esta discusión, planteando que en nuestra opinión el conflicto por los 2 Francos tuvo un desarrollo importante que nos permitió instalar entre los usuarios y gran parte de la sociedad el problema del asbesto, pero que no lo peleamos hasta el final. Después de semanas de medidas cortas, importantes para instalar el conflicto cuidando la relación con los usuarios, la mayoría Roja y Negra (RyN) se negó a votar un plan de lucha contundente que pudiera encontrar un resultado al conflicto. Después de instalar el conflicto y cuando era necesario profundizarlo arrugó y terminó diluyéndolo sin ningún resultado positivo y con las consecuencias negativas ya expresadas.
Es importante sacar conclusiones con los compañeros y discutir la situación en la que nos encontramos para reorganizarnos, recuperar la confianza en nuestras propias fuerzas y volver al sindicato democrático y de lucha que queremos construir.
Unidad de los trabajadores. ¿Pelear en unidad o acuerdos con la burocracia?
Otro punto que tuvo importancia en la discusión del plenario fue la votación del ingreso del subte a la CATT, la burocrática organización de algunos gremios del transporte que preside Sergio Sassia (Sec. Gral. de la Unión Ferroviariabien predispuesto a negociar todo con el gobierno) y donde predomina el gremio dirigido por los Moyano. Los hechos los conocemos y los compañeros de la mayoría los reconocen sin rubor: los trabajadores del subte nos enteramos por los diarios de que estaban negociando el ingreso a la CATT y el primer día que lo trataron en el Secretariado ya tenían escrita la carta de solicitud de ingreso y a las horas la CATT aceptaba a nuestro sindicato. El tratamiento en esta asamblea fue una formalidad estatutaria de las decisiones que nuestros secretarios ya tomaron en nombre de todos.
Pero ahora al menos plantean las razones y pudimos discutirlas. Para ellos el gobierno de Milei viene por todos, por los derechos de los trabajadores y por los privilegios de la burocracia, todo por igual. Entonces sostienen que no importa si en los agrupamientos sindicales predominan los burócratas y si se resuelve todo a espaldas de los trabajadores de esos gremios. Según la RyN, como todos estamos amenazados por igual, hay que estar en esas discusiones para ser parte de la resistencia. Aun a pesar de haberlo hecho de forma inconsulta con la base del subte. Porque la defensa de los derechos de los trabajadores y de la burocracia es una misma cosa.
Pero, contra los argumentos burocráticos de nuestra directiva, la realidad nos muestra otra cosa. Ya vimos que el discurso de Milei contra la casta es pura mentira, los trabajadores retrocedemos y la burocracia sindical mantiene todos sus privilegios. Por eso mientras ponen un pie en la calle, siempre con mucho cuidado y desapareciendo en los momentos clave, los grandes dirigentes sindicales mantienen fluidas negociaciones con el gobierno. Mientras los trabajadores perdemos derechos, como toda la reforma laboral que se votó, la burocracia puso a resguardo su caja protegiendo los aportes obligatorios de los trabajadores no sindicalizados. Hace años que las conquistas de los trabajadores y los privilegios de la burocracia caminan por senderos distintos. Por todo esto decimos que es falso que la unidad de las cúpulas burocráticas exprese la unidad del movimiento obrero.
Desde la Bordó sostuvimos que somos partidarios de la más amplia unidad en las calles. Como supimos demostrarlo en el 2013 cuando, contra la política de Pianelli y Segovia (dirigentes de la RyN), votamos y fuimos parte de las peleas contra el impuesto al salario. Estuvimos y vamos a estar en toda pelea de los trabajadores por sus derechos, con las direcciones que tengan. Pero rechazamos los acuerdos de cúpulas para salvar los privilegios de los dirigentes.
La independencia de clase no es una abstracción
Finalmente fue parte de la discusión la “conquista” del sindicato: que el Ministerio de Trabajo del gobierno anterior, ya en fuga, le dio a la AGTSyP una audiencia para discutir la Personería Gremial para… el 2024. La dirección del sindicato trata de pasar por alto que, en los cuatro años del gobierno de Alberto, al que apoyaron, no hicieron el menor esfuerzo por conseguir que avanzara el proceso para que nos dieran la personaría gremial que nos corresponde. Esto demuestra que su apoyo al gobierno de Alberto, Cristina y Massa (incluyendo el apoyo explícito durante la campaña electoral de este último) no es sólo un problema de elección política personal de los dirigentes, sino que incluye atarnos de manos frente a esta y otras demandas. Ahora nuevamente estamos sometidos a las decisiones de la Secretaria de Trabajo, en manos de los hombres de Paolo Rocca, para definir ahí nuestro destino.
La independencia política de todos los gobiernos patronales es imprescindible para pelar sin concesiones por nuestras demandas y por la unidad en las calles de los trabajadores detrás de un programa que una el conjunto de sus reivindicaciones. |