La votación en el Senado durante la tarde noche de este jueves fue la tercera derrota consecutiva del Gobierno en tan solo una semana. La aprobación de la movilidad jubilatoria con 61 votos afirmativos, incluyendo a casi toda la bancada del PRO (que en Diputados había votado en contra), dio lugar al anuncio por parte del oficialismo de vetar esa ley.
Esa intención ya había sido adelantada antes de la votación. El ministro de Economía, Luis Caputo, posteó días atrás que "el equilibrio fiscal es innegociable". Es el argumento con el que intentan justificar su oposición al módico aumento a las jubilaciones, mientras se da diversos tipos de beneficios a los grandes empresarios.
En un comunicado difundido por X durante la última hora del jueves, el Gobierno decía que: “El Congreso Nacional, en un acto de populismo demagógico, sancionó un proyecto de ley irresponsable, ilegal e inconstitucional que establece gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria”. Y agregaba: "Es una estafa moral, un acto de demagogia populista y una irresponsabilidad fiscal; y por lo tanto será vetado por este Gobierno".
Durante algunas entrevistas dadas este viernes con Antonio Laje en LN+ y con Johnatan Viale en Radio Rivadavia, Milei ratificó su intención de vetar “de forma total” la ley sancionada y trató de justificarlo con datos a los que solo Caputo, Federico Sturzeneger y él llegan, vinculando esa partida que se destinaría a las jubilaciones a un supuesto “definitivo hundimiento del país y los jóvenes en la pobreza” y “un atentado contra los argentinos”.
Según el Presidente, con la aprobación de la movilidad “se acaba de subir la deuda 24 % del PBI, lo que implica subir la deuda en U$S 370.000 millones”. A esos números estrafalarios, agregó que “estamos hipotecando el futuro” porque “quedás atrapado en un nivel de presión tributaria (con el) que es imposible crecer”.
Pero esos números Milei los saca de la galera para seguir justificando su ajuste fiscal que recae en las mayorías trabajadoras y los jubilados. Sobre los adultos mayores recae la mayor parte de ese ajuste: nada menos que el 27.7 %, seguido por la obra pública (22,6 %) y los cierres de carteras estatales y despidos (15,2 %).
Mientras tanto, la movilidad aprobada en el Senado representa tan sólo un 0,45 % del PBI. Cómo de ese 0.45 % del PBI se llega al 24% del mismo y a los U$S 370.000 millones, lo sabe -o más probablemente ni siquiera- él. Quizás lo haga utilizando el mismo método con el que al momento de asumir pronosticaba una inflación del 15.000 % anual.
Durante la entrevista con Laje, confirmó que el veto sería “total” y no parcial y apuntó contra los senadores que votaron a favor del proyecto, a quienes les pidió en caso de dejar sin efecto su eventual veto, “que expliciten a quién le quieren subir los impuestos y arruinarles la vida”.
Los enormes favores económicos que el Gobierno de Milei le viene haciendo a los grandes empresarios y especuladores, como los regímenes especiales, la reducción de bienes personales y el blanqueo, por solo nombrar algunos, son algunas de “las cajas” de dondes se podría tomar para mantener su sagrado “equlibrio fiscal”. Pero en este caso sí, audaz, Milei sabe que los senadores que responden a los disitintos sectores empresariales no propondrían algo contra sus intereses. Tanto el Presidente como esos legisladores forman parte de la casta política al servicio de la casta económica.
Por último, durante ambas entrevistas, casi calcadas, Milei abordó el vínculo con Macri, tras la votaciones en contra de sus diputados y senadores durante los últimos días. Consultado por su reunión en Olivos con el expresidente, sostuvo que sus explicaciones por esa actuación en el Congreso no le fueron “satisfactorias”.
Sin embargo Macri posteó en X durante las últimas horas que acompañaría el veto del presidente. Por su parte los senadores que votaron la movilidad sostuvieron que mantendrían su posición. Contradicciones al interior del espacio derechista que no son más que una expresión de la crisis que enfrenta el sistema político y sus partidos que representan a los sectores empresariales.
Son momentos de importante crisis para el Gobierno, que sólo había sido tapada por el escándalo de la denuncia contra Alberto Fernández. A la tendencia a la baja en la imagen positiva de Milei que se venía observando en los estudios de opinión, parece sumársele la debilidad política y en el Congreso que siempre tuvo, pero que hasta el momento había podido sortear.
Contra el veto presidencial es necesario un paro nacional y movilización masiva para que la clase trabajadora y los sectores populares salgan a defender los intereses de los adultos mayores ante este ataque de La Libertad Avanza. | 
