Apolo es una banda de muchos años de trayectoria en la escena del rock mexicano. Se presentaron el pasado 9 de agosto en el Salón Pata Negra, en el centro de la CDMX.
Ahí contactamos a Santiago Villalba, bajista de la banda, que revisaba los boletos de acceso antes del show: “Así es ser una banda independiente”, nos comentaba. Nos dejó su contacto y acordamos realizar la entrevista que a continuación compartimos.
La historia de Apolo se remonta hasta el año 2007 en el Estado de Chihuahua; a lo largo de su trayectoria han tocado en muchos lugares dentro y fuera del país, han sonado en estaciones de radio como Reactor 105 y se han presentado en festivales importantes como el Vive Latino. Contaron también con el apoyo de Omar Rodríguez- López, guitarrista de The Mars Volta para la producción de su disco Guardián (2015).
Tras haber realizado dos giras importantes, una por Centroamérica (2015) y otra por Europa (2017) se tomaron un descanso de dos años sin presentaciones ni grabaciones. Volvieron por allá del 2019 con el disco Rímuri, muy esperado por su base de seguidores leales y aferrados.
Algunos de quienes asistimos a su último concierto comentábamos: “Yo los he visto ya cuatro veces en vivo”, mientras que yo ─Javier-, le respondía; “Yo tres con esta”. Ambos de acuerdo en que cada ocasión ha valido la pena.
Una banda independiente fiel a su estilo y sus ideas musicales
La Izquierda Diario (LID): ¿Cómo ha sido para ustedes mantenerse durante todo este tiempo siendo una banda independiente que apuesta por el rock de verdad, un rock bastante auténtico? ¿Qué significa para ustedes ser una banda de rock independiente?
Santi: Pues como dices, ya tenemos un rato dándole y la verdad ha sido un trayecto largo, en este tiempo han cambiado mucho las cosas, ahora estoy casado, tengo una hija, porque antes realmente teníamos todo el tiempo para la banda, era nuestra vida. Y desde que iniciamos con el proyecto decidimos que fuera así, todo el tiempo para tocar, para componer.
Ahora ha cambiado porque ya somos más grandes, tenemos otras responsabilidades, por ejemplo yo tengo una hija, Diego (baterista) también y la dinámica ahora es un poco diferente porque no dejamos de tocar, es nuestra vida también, pero es como los amigos que se juntan a jugar futbol los fines de semana para salir de la rutina.
Ahora es algo así, sigue siendo serio obviamente, cuando nos reunimos nos gusta mucho tocar.
LID: ¿Qué tanto les ha costado dentro de la escena, tomando en cuenta a la industria de la música, mantenerse dentro de su estilo e independientes?
Santi: Pues nunca hubo una sugerencia de cambiar de estilo. Seguramente algún manager de otra banda nos dijo: “Oigan, si suavizaran un poco más las canciones quizá les iría mejor”. Pero nunca hubo un acercamiento del tipo “Si tocan pop, los vamos a firmar como disquera”. Estuvimos firmados por Warner, pero realmente las empresas más grandes de management no trabajan el rock. Es muy marcada la pauta de las bandas que manejan, siempre tienen una temática muy parecida, temas más suaves, melodía de voz más suave también y la temática de las canciones sobre todo de amor y desamor, que son las temáticas que más abundan y ellos le llaman rock o rock alternativo.
Nosotros tocamos con bandas que también tocaban cosas así, pero nunca nos llamó la atención cambiar, porque ni siquiera lo sentíamos. Estamos a gusto con lo que tocamos y también hay gente dentro de la escena a la que le gusta que no hayamos cambiado y sigamos tocando de alguna manera rock, aunque también es difícil definirlo, porque para algunos tocamos muy suave y para otros tocamos fuerte. Entonces no está bien clasificado, es difícil hacer la delimitación, entonces nosotros nos hemos enfocado en tocar lo que nos gusta desde que iniciamos con la banda y adelante.
LID: Te preguntaba también esto porque pensando en su última presentación en el Pata Negra, se escucharon varios de los temas más políticos y críticos de la banda, como Trinchera, El Dorado, etc. Al final de Trinchera se escucharon un par de gritos de solidaridad con Palestina, tanto en el público, como de Álvar (vocalista) en el escenario. Eso me parece interesante de ustedes como banda, que se animan a hablar de tema que muchos evitan, quizá no es una banda netamente “política” o que haga canciones solo de política o de crítica social, pero suele haber temas dentro de su repertorio con ese sello también. ¿Por qué consideran que una banda de rock puede tocar estos temas que otros prefieren evitar?
Santiago: No es que tengamos que, pero hemos tratado de explorar diferentes temas. Tenemos una canción que se llama Altar, sobre la muerte de un migrante que está cruzando por el desierto de Altar, donde cruzan todos los días miles de migrantes y donde hay una problemática fuerte de migración, de trata de narco, etc.
Nunca hemos sido como tu dices una banda “política”, cada uno de nosotros tiene una forma de pensar y tratamos de expresarlo en la música, casi todos estamos en la misma línea. Es como nos nace, si vamos a hablar de una tema tratamos de escribirlo de la mejor manera, no tenemos una bandera política tampoco, pero es claro que jamás votaremos a la derecha, no vamos a la derecha. Estamos en contra del fascismo, eso sí nos une, es algo claro.
LID: Que en algunas canciones, como Arrecife esta postura también se expresa bastante bien, ¿No?
Santiago: Sí, ahí algunas las escribo yo, otras Álvar y vamos haciendo un intercambio de ideas para que al final quede claro un concepto, a veces es muy particular y a veces no. Por ejemplo la canción de El Pensador es una canción que le hicimos a un ex guerrillero de la Liga 23 de Septiembre que estuvo preso en Campo Marte.
Hay cosas como esas, pero también hicimos una canción sobre el Niño Fidencio que habla sobre su estancia en Espinazo, Nuevo León, practicando espiritismo, algo que la Iglesia Católica desconoce.
Pero puedo hablar también de Galatea, que es una canción de desamor pero no tan explícita, entonces sí, nunca hemos sido una banda “política”, pero expresamos lo que sentimos en todos los terrenos.
LID: Yendo más a la producción de Apolo como banda, y pensando en lo que decías al inicio de que ya no solo se dedican a hacer música te quiero preguntar si tienen planes para sacar nuevo disco, nuevo material. Porque suelen sacar nuevas canciones, como Tenebras, Lux, Dunas, etc. que salieron como sencillos y suelen estar presentes así. Pero ¿Hay planes para un nuevo disco?
Santiago: Sí, tenemos algunas maquetas para ir y grabar al estudio, ese ha sido siempre el plan, no dejar de hacer nueva música. Estamos solo esperando a que se den los tiempos y no vamos a parar, a ver a dónde topa, aferrados.
LID: Igual que muchos de los seguidores que se aferra también a seguirlos cada vez que aparecen
Santiago: Sí, es muy chingón verlos y crecer junto con nosotros, hay una seguidora que la conocemos desde que tenía como 16 años, antes tenía que ir solo a los eventos para menores y ahí sigue.
LID: Hay una situación en la escena musical en la que podríamos ver que tal vez hay una especie de reflujo del rock mexicano y a lo mejor hasta a nivel mundial. ¿Ustedes ven que hayan tenido un contexto más adverso en los últimos años?
Santiago: Sí, hace poco escuchaba yo que en Inglaterra también había un problema porque ya no era tan rentable salir a girar, y una banda se alimenta mucho también de salir a girar, entonces si allá no es redituable, imagínate en México. Para hacer una gira en México de rock, es complicado por el tema monetario, por el flujo de gente, aunque creo que hay bandas muy buenas en la escena nacional.
El rock está abandonado por el consumo de la gente, es complicado, pero uno lo hace mucho por el gusto más que por el tema monetario. Pero hay que aferrarse.
LID: En este sentido, ¿Hay bandas que te gustaría recomendar?
Santiago: Me gusta mucho El Culto del Ojo Rojo porque igual que nosotros retoman mucho la línea de los 70,s, a nosotros nos gusta por ejemplo Chac Mool, los Dug Dug´s, Ciruela, todo ese tipo de bandas con ese sonido, no solo de México sino también de Argentina como Crucis, Arcoiris, etc., ese sonido viejo.
También Rey Bala que también trae ese sonido, me gusta mucho también The Froys, una banda de amigos y me gustan también cosas de otros géneros. Igual Ray Coyote, que es una banda de Guadalajara, no han quitado el dedo del renglón y está muy bueno también.
Si vas a un concierto de la escena under de la Ciudad de México encuentras bandas super chidas, y si te gusta el rock, creo que ahí está, de que vas a encontrar vas a encontrar muy buenas bandas.
LID: Da la impresión de que con las nuevas generaciones el gusto por el rock se ha reducido, algunos dicen que el rock ya murió. ¿Qué podemos decir sobre esto?
Santiago: No quiero ponerme nostálgico, ni decir que el rock va a regresar, cada cierto tiempo los géneros van cambiando, pero el rock no ha muerto, ahí está.
LID: Así es, como dices, el rock ahí sigue, resistiendo, aferrándose, tanto los seguidores como las bandas y eso es lo importante.
Santiago: Exacto, porque creo que en la escena nacional lo que llaman rock las disqueras o los medios, no representa mucho siquiera el sonido que se escucha abajo, no hay guitarras con distorsión, las letras son muy parecidas. En algún punto debe cambiar esto, espero que a las bandas que tocan el género les vaya mejor.
Por lo pronto esperen música nueva que es lo que vamos a seguir haciendo, los shows que queremos hacer, en Chihuahua, Monterrey, Tijuana, Puebla, de donde nos ha escrito la banda que sigue pendiente de Apolo.
LID: ¿Algo que quieras agregar para la gente que los sigue o para las bandas que se pelean por hacer rock en México?
Santiago: Principalmente a la gente que nos sigue muchas gracias, porque está cool ver que apoyan, se siente muy bien.
Y a la gente que se está aferrando a hacer rock, se trata de eso, aferrarse e intentarlo, no hay fórmula.
Imágenes: La Izquierda Diario México/Norberto Soto Sánchez.