Las irregularidades al interior de la universidad, se vienen presentando a lo largo de todo este 2024, habiendo despidos a profesores contratados con B.H. y sin una mayor visibilización por los trabajadores contratados de planta. Durante este periodo, el rector de esta casa de estudios, Juan Yuz, militante de Transformar Comunal, envió un comunicado informando que mantuvieran la calma por los despidos, ya que sólo serían 33, producto de un proceso de reestructuración. Sin embargo, la molestia de los alumnos no se hizo esperar, tomando en cuenta, que, a una semana de que comenzaran sus vacaciones de invierno, se les informa sobre un nuevo proyecto llamado USM +. Una iniciativa que consiste, en aumentar la cantidad de alumnos en aula, y agregar más paralelos, atendidos solo por los profesores titulares, y sin la ayuda de los profesores eventuales, que a esta altura, ya habían sido desvinculados. A partir del hecho, se generó una gran incertidumbre dentro del alumnado, ya que no podían inscribir los cursos, y la mayoría estaba próximo a viajar a distintos lugares de Chile, para reunirse con sus respectivas familias, durante el periodo de vacaciones. Frente a esta noticia intentaron conseguir ayuda, pero este año la Federación de Estudiantes no fue conformada, por lo que les era aún más difícil conseguir un vocero para conversar con las autoridades.
Finalmente el segundo semestre comenzó con una serie de cambios al interior de la universidad, perjudicando a los alumnos que ya presentaban una carga académica importante, más una salud mental muy deteriorada, debido a tantas exigencias, sumándose a la vez, las complicaciones climáticas, que dejaron de manifiesto, que el lema de “un reto a la excelencia” -desafío que imponen a los estudiantes de la USM- está muy lejos de ser así, habiendo salas de clases inundadas por el frente de mal tiempo. Este castillo aparentemente sólido, realmente se ha estado cayendo a pedazos.
Sin ir más lejos, respecto a los últimos despidos, ningún sindicato prestó ayuda frente a la situación, los dirigentes solo se limitaron a señalar que la decisión ya estaba tomada, y que frente a eso, no había nada más que hacer. Es sabido que los dirigentes sindicales están alineados con la autoridad, y no son para nada combativos, sobre todo en aquellos momentos en que se necesita de la organización y movilización frente a los ataques que reciben sus trabajadores. Existen antecedentes bastante graves de maltrato laboral desde hace décadas, y últimamente nadie se siente representado por los miembros de los más de cinco sindicatos. Al parecer, la idea de sindicalizarse en la universidad solo es buena cuando eres pro empresa.
Por otra parte, es importante mencionar, que la universidad presionó maliciosamente a las trabajadoras y trabajadores, ofreciendo un 30% más en el finiquito, a aquellos trabajadores que firmaran una salida por mutuo acuerdo, mientras que un 30% menos a quienes lo hicieran por necesidad de la empresa. Osea, se canceló por adelantado un posible juicio para no tener que ir a tribunales, y así mantener todo esto en secreto, y mantener el “prestigio” de la universidad, intacto.
Tal parece, que aquella oración en latín que aparece en la insignia institucional: “De la sombra a la luz”, con la implantación de USM+, que trae consigo la inteligencia artificial y la reconfiguración de las tareas en el trabajo, dejando una amarga sensación en alumnos funcionarios, y profesores, es más bien “De la luz a la sombra”. |