En los últimos días los chispazos que dejaron los “acuerdos parlamentarios” se fueron conociendo y más deslumbrantes fueron los trasfondos que ellos desnudaron. Así las cosas, la aprobación de la Ley del Régimen de incentivos para grandes inversiones en el Congreso, vino a mostrar -o seguir mostrando- lo que implica para el oficialismo de turno a los costos que debe o están acostumbrados a pagar por tener los votos necesarios para, en primera instancia tener el quórum necesario, y luego su eventual aprobación.
Jujuy, o los legisladores de Jujuy, nos tienen acostumbrados a estos posteriores análisis, sería algo así como “cuánto cobraron por…”, tal o cual voto. Si nos remontamos a una historia no muy lejana, podemos recordar el escándalo de gobierno radical y aliados (Alianza 1999-2001), que para lograr la aprobación de una reforma laboral echó mano de un, para aquella época, ascendente forma de pago, la Banelco. El senador jujeño Alberto Tell, estuvo envuelto en ese negociado y junto a algunos de sus pares (Alasino, Constanzo, por citar unos cuantos) y al secretario parlamentario del momento, Pontacuarto (el arrepentido), tuvieron que visitar las dependencias de Comodoro Py para intentar explicar de alguna manera, lo que fue un evidente caso de dádivas, por nombrarlo de una manera suave. Un verdadero escándalo que encabezó la UCR y tuvo de socio al PJ.
Volviendo en el tiempo, la aprobación del Rigi vino a mostrar que las prácticas no son privativas de uno u otro espacio político que representa los intereses económicos de los dueños del país. En este caso puntual, las “fuerzas del cielo” del presidente Milei mostraron que lejos están de su consigna electoral de enfrentar la corrupción y “aserrar” a la casta política, por el contrario, sus prebendas vinieron a reforzarla y a recrear lo que tanto denostaron, los actos corruptos. En Jujuy puntualmente, o para ser más precisos, con el voto de la senadora nacional Carolina Moisés, el procedimiento no habría sido distintos a los antes descriptos; los medios nacionales y fuentes cercanas al Congreso dan cuenta de la cercanía -muy estrecha- de la legisladora con el nuevo interventor del Registro Automotor de la ciudad de San Pedro de Jujuy, su ciudad natal. Este vínculo sería casi indisimulable puesto que el apoderado del partido provincial de la Senadora, Arriba Jujuy, Héctor Esteban Blesa, sería el flamante interventor de esa dependencia que reporta al Ministerio del Interior de la Nación.
Así las cosas, estamos en un escenario que para nada cambió las prácticas prebendarias de la vieja casta y que vinculan al poder de turno que otorga la función pública con los privilegios de tener la “coronita” de haber recibido el apoyo popular mediante los votos. Puntualmente, el tome y daca para pagar favores o votos mediante las titularidades de los Registros Automotor, se remonta a décadas pasadas en la provincia. La familia del trágicamente fallecido gobernador Guillermo Snopek, habría sido “ayudada” por tan luctuoso episodio por el menemista ex Ministro del Interior, Carlos Corach, con el beneficio de la titularidad de uno de estos fabulosos negocios. Consultada la nómina de titulares y registros se puede observar que la Dra María Eugenia Tulia Snopek, esposa del ex mandatario provincial, Gerardo Morales, también ostenta la dicha de ser la Encargada Titular del Registro Seccional de la propiedad del automotor San Salvador de Jujuy Nº3.
Claramente, ni con los partidos tradicionales ni con los libertarios ahora que llenaron de familiares las oficinas del Senado, esta metodología va a cambiar y no lo va a hacer porque el estado, tal y como está pensado funciona de esa manera, con esa lógica. Un grupo de privilegiados que ostentan el poder formal, se benefician de él con negociados, dádivas, prebendas y demás a cambio de facilitarles los grandes negocios con ese estado a un puñado de millonarios que viven a costa del trabajo del pueblo trabajador. Esta lógica podrá ser cambiada a favor de las mayorías con un cambio de raíz que reorganice la economía en función de las necesidades sociales, y no de la ganancia de unos pocos, y sobre esta decisión colectiva y planificada de los recursos y su uso, se ejerzan las decisiones legislativas y de gobierno, sin privilegios, en otras palabras, desde el PTS-FITU decimos construir un socialismo desde abajo con la participación directa de la clase trabajadora en alianza con el pueblo pobre . |