Estudiantes y docentes llevaron a cabo la charla sobre los desafíos del Movimiento de Mujeres y Disidencias junto a la diputada jujeña del PTS por el Frente de Izquierda, Natalia Morales, y la referente provincial de Salta del PTS, Daniela Planes, en el marco del 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias que será el primero en el gobierno de Milei..
Allí hubo un intercambio de pareceres e ideas frente a la urgencia de enfrentar a un gobierno machista, misógino, lesbodiante, que no solo ataca centralmente a las mujeres y la comunidad Lgtbiq+, sino también aplica un gran ajuste contra el pueblo trabajador. Ya lo dijo el presidente ante los empresarios: "Vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo de ustedes”. Como expresó Myriam Bregman, claramente “es un gatito mimoso de los empresarios”.
Esta semana se pudo ver, rotundamente, que aunque el gobierno ataque a las y los jubilados con ajuste y represión, nuestros abuelos y abuelas han salido a defender sus derechos con gran valentía, mientras los dirigentes sindicales tradicionales y de movimientos sociales están diciendo “cuidado, hay que tener miedo”. Pero, una vez más en la historia, los jubilados y jubiladas nos conmueven y nos muestran que el camino de la lucha es en las calles.
Otro de los blancos de ataque es hacia la educación pública. No solo pretenden declarar a la educación primaria y secundaria como un“servicio estratégico esencial”, con serias consecuencias como no tener derecho al paro, sino también vienen implementado un importante recorte presupuestario en el ámbito universitario, que se encontraba en paro frente al ajuste presupuestario y el intento de vetar la ley de financiamiento universitario por parte del gobierno nacional. Son gremios donde la docencia es en su mayoría mujeres, y mujeres que en gran parte son sostén de familia.
En la charla, una docente universitaria expresó que, en el marco de la lucha de las y los jubilados y las docentes, por la situación de la crisis económica que estamos viviendo, hay que unir las peleas contra el ajuste y en defensa de los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual. Además, planteó la complicidad de las conducciones sindicales que no hacen nada.
Por otro lado, hubo distintas intervenciones contando lo que significó ser parte del NIUNAMENOS “vivas nos queremos” y de la gran marea verde, en una provincia conservadora con peso de la iglesia, donde esto generó grandes debates en el ámbito familiar, entre las relaciones de amistad, en las escuelas y en las universidades, y que ver a tantas mujeres en las calles daba fuerza.
Frente a todo ello, se abrió un interrogante sobre si la pasividad es dada o se construye.
Se habló, además, sobre la pasividad que fue construyendo el peronismo, que tiene la idea de que la opresión patriarcal se puede ir combatiendo a partir de reformas sucesivas, dentro del sistema capitalista patriarcal, a través de leyes y desde la creación de ministerios, queriendo convencer que “el Estado resuelve”, negando así todas las luchas históricas del movimiento de mujeres y de las disidencias por fuera del Estado, como si nuestros derechos fueran “regalados”.
Referentes del movimiento de mujeres confiaron, incluso, en esta estrategia y se ilusionaron con el fin del patriarcado a partir de la sanción del aborto legal y de algunos otros derechos que se han conquistado por medio de movilizaciones. Y eso, lamentablemente, las llevó a acompañar, de forma genuina, proyectos políticos ligados al peronismo y a referentes que con el tiempo demostraron estar muy lejos de esta perspectiva.
En las universidades, la pasividad es sostenida por las conducciones de los centros de estudiantes peronistas y radicales. Que están ausentes en pronunciarse por los ataques a los jubilados, y mucho menos en organizarse hacia el encuentro. En este sentido se discutió la importancia que tiene que los centros de estudiantes tomen todas estas demandas, pero que también exista una comisión de mujeres para llevar adelante la organización de forma democrática e independiente de las autoridades y los gobiernos.
Entre las intervenciones de las estudiantes se mostró que también empiezan a surgir cuestionamientos a la política del peronismo. Es que frente a la situación de ajuste y discursos de odio hacia las mujeres y diversidades, desde las distintas variantes del peronismo, como Grabois, comparten como estrategia política “dejar correr el tiempo”.
Mientras se preparan y discuten sus internas hacia el 2025, van corriendo su discurso cada vez más a la derecha, al mismo tiempo que replican su política del mal menor que sabemos que nos lleva a un callejón sin salida.
Las feministas socialistas luchamos contra el discurso de la resignación y consideramos muy importante organizarnos ahora mismo en la universidad y en las escuelas, para construir una gran fuerza que luche por un proyecto político alternativo.
¿Somos feministas socialistas y qué?
El debate alrededor de si es posible construir un proyecto político alternativo generó varias preguntas. ¿Es posible construir una relación de fuerzas favorable a la clase trabajadora en esta situación? Si las mujeres somos la mayoría de las asalariadas, amas de casa, precarizadas, ¿por qué no poner en pie un proyecto en el que tomemos las decisiones colectivamente, sin depender de que otros elijan tal o cual dirigente para representarnos?
Ante estas inquietudes, Natalia Morales contó la experiencia de la lucha contra la reforma en Jujuy y como rápidamente cambian los estados de ánimo en perspectiva de dar la pelea donde las docentes y mujeres originarias estuvieron a la cabeza de los paros y cortes, enfrentando la reforma reaccionaria del gobernador Morales. Por otra parte, mencionó el rol de la izquierda dando la pelea en la legislatura y en las calles.
Resaltando la perspectiva independiente de todo tipo de gobierno, para terminar con el círculo vicioso de dar grandes luchas que luego, el movimiento o sectores de ellos, sean institucionalizados o desviados para inactivar el poder de fuego que tienen los gobiernos, y que permite que avancen sectores más reaccionarios, Llevan a la dicotomía del mal menor. La importante de pelear por un movimiento independiente hace a romper este círculo vicioso, para jugar un rol junto a trabajadores y otros sectores populares para tirar abajo el plan de ajuste del gobierno al servicio del FMI.
Por esto, desde Pan y Rosas peleamos por desarrollar una fuerza política que, mientras construye la resistencia a este gobierno para enfrentar cada uno de sus ataques, se proponga luchar y convencer a otras mujeres de la necesidad de poner en pie una sociedad que planifique la producción, tome las decisiones democráticamente según sus necesidades y piense en las herramientas necesarias para paliar problemas gravísimos de la actualidad, como lo es la destrucción del planeta, la opresión de las mujeres y de las diversidades, entre otros. En el camino de pelear por cada derecho que nos corresponde, como hacemos en las calles y desde las bancas del Frente de Izquierda, junto a Myriam Bregman, debemos apostar a la construcción de un cambio verdaderamente radical que construya una sociedad socialista.
Una invitación especial: viaja al encuentro con Pan y Rosas
Queremos llevar estos intercambios y debates al Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias Sexuales que se realizará en Jujuy los días 11,12 y 13 de octubre. ¡Queremos invitarlas a que viajen con nosotras! Seguramente, para algunas será su primer encuentro, para otras un reencuentro... Pero, ¡para todas y todes una oportunidad para poner de pie nuestro gran movimiento! |