A pesar de las movilizaciones de sectores de derecha, sectores de estudiantes de Derecho y leyes de distintas universidades, funcionarios del Poder Judicial, abogados y magistrados, la noche del pasado 10 de septiembre se aprobó en lo general la Reforma al Poder Judicial que impulsa el Morena y sus allegados en las cámaras legislativas.
Durante el transcurso de las movilizaciones al Senado, localizado en la esquina de Insurgentes y Reforma en la capital del país, se hizo evidente del uso de granaderos para frenar las movilizaciones en contra de la Reforma Judicial. En algún punto, manifestantes lograron entrar a la sede de la cámara alta y al pleno para protestar en contra de la aprobación de la reforma. Por tal motivo, el pleno del Senado se realizó en la antigua sede del mismo, en la Antigua Casona de Xicoténcatl.
La propuesta fue aprobada con 86 votos a favor, 41 en contra y cero abstenciones, logrando pasar gracias al voto del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, legislador del PAN. Luego del polémico voto, Yunes Márquez pidió licencia por motivos de salud, misma que fue aprobada por el Senado, entrando a suplirlo nada menos que su padre, el expriista y exgobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.
Incluso el mismo AMLO se mostró incómodo ante este escenario. "En política siempre hay que optar entre inconvenientes, es buscar el equilibrio entre la eficacia y los principios", declaró luego de conocerse el voto decisivo de Yunes. A pesar de la controversia, esto es un golpe a la oposición neoliberal, la cual queda debilitada y muestra la capacidad del Morena de continuar absorbiendo elementos de la "mafia del poder" que tanto denunciaba antes de asumir la presidencia.
Mientras tanto, los granaderos que supuestamente Sheinbaum había declarado extintos gasearon a los manifestantes que se encontraban en las inmediaciones del Centro Histórico. A pesar de contar con la mayoría calificada, y a pesar de que las manifestaciones contra la reforma no han sido tan numerosas (esto si las comparamos con otras coyunturas de más envergadura como la Reforma Educativa de Peña Nieto en 2013 o el movimiento por Ayotzinapa del que se cumplen este mes 10 años), llama la atención la dificultad que ha sido para el partido oficial la aprobación de esta propuesta, misma que finalmente ha terminado por pasar.
Esto da cuenta del apoyo popular que tiene la reforma dentro de los privilegios que, según afirma el presidente, pretende eliminar. Durante la mañanera de este miércoles, el presidente expresó satisfacción ante la aprobación de la polémica reforma.
“Es una decisión que tomaron los legisladores y de manera libre. Esto no deja satisfechos a muchos, a otros sí les agrada el que se haya aprobado esta reforma al Poder Judicial. Yo estoy en los últimos, aprobarla con cualquier voto porque creo que es importantísimo el terminar con la corrupción y con la impunidad y se va a avanzar mucho cuando sea el pueblo de manera libre, el pueblo el que elija a los jueces, magistrados y ministros”, afirmó AMLO en la mañanera.
Uno de los aspectos profundamente reaccionarios que tiene la Reforma, por ejemplo, es el de los jueces sin rostro, el cual directamente viola el Artículo 10 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y es un agregado que se incorporó en las últimas semanas.
Aunado a ello, la oposición que despierta la reforma entre sectores del imperialismo se origina ante el temor de la reconfiguración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues limitaría la aprobación de medidas afines a las trasnacionales, como lo fue la Reforma Energética, la cual también tardó en ser aprobada por la presión tanto de la oposición neoliberal como de los lobistas imperialistas.
Si bien la reforma incorpora algunos elementos como la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros, medida que ha causado polémica, no trastoca la estructura privilegiada del Poder Judicial. Para ello es necesario forjar un Poder Judicial distinto, anclado en otro tipo de gobierno que ni la oposición de derecha ni el Morena pretenden llevar adelante. |