"Rachele, Rachele. Cómo será la cañada que el chancho la cruza al trote" -dijo el paisano-. Rachele Mussolini deja el partido Hermanos de Italia (FdI) de Giorgia Meloni y se va a Forza Italia, partido que fundó Silvio Berlusconi. La nieta de Benito Mussolini considera a Hermanos de Italia como una fuerza demasiado extremista. ¡Qué tul!

Meloni y la nieta del Duce militaron antes en el Movimiento Social Italiano (MSI), la fuerza política que después de 1945 continuó al Partido Fascista. Tengamos presente que la jefa de Estado de Italia Giorgia Meloni es amiga del titular del PEN en Argentina; integran la “Internacional del Terror” de estos días, que conforman los antedichos, con el falangista Santiago Abascal (jefe del fascismo español), Bolsonaro y los suyos, el húngaro Orban, los seguidores de Trump, los pinochetistas de Katz y otras/os “Buenas/os Muchachas/os” del barrio.

¿Y qué está pasando en casa? Sigue el avance de la libertad. La historia indica que la violencia política – y ni hablar cuando viene del Estado- empieza por las palabras y sigue con elementos contundentes; ya la vemos desplegarse con una gran amplitud, sobre todo etaria: va desde los ancianos hasta los niños. El enemigo es claro: los jubilados y la educación pública, no sólo la universidad pública. Y los amigos también: los ricos para que sean cada vez más ricos y no paguen impuestos o muy poco.

Recordemos todos los días: esta es la primera administración desde el 10 de diciembre de 1983 que reivindica la dictadura terrorista de 1976 y que, en consecuencia, trabaja por la libertad de los asesinos. Depende de cada uno de nosotros y no sólo en Argentina, el plantarse y decirle NO a los Hunos