Desde que empezó la ofensiva de Israel en Gaza, hace casi un año, la juventud hemos demostrado en múltiples ocasiones nuestra disposición a luchar y solidarizarnos con el pueblo palestino. En las huelgas estudiantiles de octubre y noviembre, en las distintas manifestaciones y durante las acampadas en los campus universitarios, siguiendo la estela de las movilizaciones en los campus de EEUU, Francia y otros países… Hemos sido miles las que hemos denunciado el genocidio, señalando la responsabilidad de nuestro gobierno y de instituciones como las universidades, llegando a comprometer a la casta universitaria de rectores y decanos.
Fue este empuje de cientos de estudiantes acampados en decenas de campus durante semanas, incluso más de un mes, lo que llevó a sindicatos como la CGT y Solidaridad Obrera a lanzar una convocatoria de huelga general por Palestina para este viernes 27 de septiembre. Desde Contracorriente y Pan y Rosas nos hemos sumado a la convocatoria, convocando una huelga estudiantil que estamos agitando en cada facultad e instituto, organizando asambleas y acciones de lucha para prepararla. Ese día las estudiantes combativas tenemos una nueva oportunidad de mostrar nuestra fuerza vaciando las aulas y llenando las calles, de concienciar a nuestras compañeras y de seguir expresando nuestra solidaridad con el pueblo palestino.
Por eso no podemos más que lamentar la decisión de la lo que queda de la Asamblea Popular de la Universidad de Zaragoza (APUZ) y de las organizaciones que la componen de no secundar la huelga ni de apoyar las acciones de lucha que se están convocando. Así, en un comunicado en el que se reivindican como “Acampada por Palestina de Zaragoza” -aunque varias de las organizaciones y personas que formamos parte e impulsamos la acampada desde el comienzo no seamos ya parte de ese espacio- no solo se han desmarcado de la huelga general y estudiantil sino que las han calificado como “sumideros de tiempo militante”.
Nos parece cuanto menos desafortunado tanto esta definición que han decidido utilizar los compañeros como el hecho de hacer público este comunicado, el primero que sacan desde el final de la acampada. No acordar y por ello no adherir a esta convocatoria nos parece una posición legítima -aunque lo consideramos un error sectario-, pero sacar y difundir un comunicado contra la huelga y la jornada de lucha a días de la convocatoria es faltar al respeto al trabajo de centenares de activistas y militantes sindicales y estudiantiles que la están trabajando. La actitud de los compañeros está al borde de la de ser unos rompehuelgas y esquiroles.
Las organizaciones estudiantiles que apoyamos la causa del pueblo palestino tenemos la responsabilidad de contribuir con nuestras fuerzas a que sea una jornada de lucha lo más extensa posible, ayudando a romper en lo que se pueda con la pasividad impuesta por las burocracias sindicales al movimiento obrero. Y, desde luego, eso no se consigue replicando las actitudes de las burocracias de CCOO y UGT dentro del movimiento estudiantil y llamando a la desmovilización.
Estos compañeros se refugian en una supuesta pasividad para justificar su propia desmoralización y falta de ganas de hacer nada. Prefieren quedarse en la autorreferencialidad y en la "acumulación progresiva de fuerzas" de forma abstracta mientras, a su alrededor hay asambleas de coordinación de trabajadores y estudiantes, las estudiantes secundarias están votando en sus clases secundar la huelga, informan a sus compañeros, reparten panfletos y pegan carteles…¿Qué tiene que decir la APUZ a las jóvenes que se quieren movilizar indignadas porque el gobierno siga vendiendo y comprando armas a Israel? ¿O a aquellas que sienten rechazo ante la inmovilidad constante de las burocracias de CCOO y UGT alineados con el gobierno e incluso en el caso de UGT, blanqueando a Israel? Les dicen: no hagáis nada y, en todo caso, venid a nuestra asamblea… el 18 de octubre.
Las relaciones de fuerzas no caen del cielo, se construyen en la lucha y movilizando esas fuerzas. Justificar que hay pasividad cuando se está boicoteando una huelga es al mismo tiempo contribuir a la pasividad y responsabilizar a la propia juventud y la clase trabajadora. Llamamos a los compañeros y organizaciones que se reivindican de la Acampada por Palestina de Zaragoza a abandonar esa actitud desmovilizadora y a seguir el ejemplo de las acampadas de Madrid, Barcelona, Valencia, Granada, Sevilla, Málaga… que sí están participando y organizando de distintas formas la jornada del 27-S.
Este 27S organicemos una gran huelga contra el genocidio en Palestina, el racismo y la complicidad del gobierno “progresista”
Llamamos también a les jóvenes, estudiantes y trabajadores, que se solidarizan con la causa palestina, que rechazan el imperialismo de nuestro gobierno y que sí quieren hacer algo a participar en la jornada del 27-S y en las acciones previas, a que se unan a organizarlas, que ayuden a difundirla, que convoquen asambleas en sus centros… y seguir juntas después del 27. Hay mucho trabajo por hacer para aquellas que sí tienen ganas de hacerlo.
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