Mis compañeros están en Chancani, dice Gabriel en un audio, llegó un grupo y acaba de salir otro de brigadistas de Parques Nacionales que van al mismo, al fuego.
En la vorágine que me imagino que está, Gabriel me explica con su tonada bien marcada y casi sin pausas yo soy delegado de ATE de Parques Nacionales. Somos un equipo de guardaparques y brigadistas que dependemos de la administración de Parques Nacionales.
Por otro lado están las brigadas forestales autogestionadas y autoorganizadas en cada una de las localidades que han ido surgiendo en los últimos años a partir de la situación de incendios forestales en Córdoba. Y también hay equipos estatales provinciales con dos divisiones, una es la ETAC y la otra la DUAR, que dependen de la policía de Córdoba.
Virginia y Lucía son parte de estas brigadas comunitarias que surgieron con fuerza luego de los incendios de 2020. Vuelven del combate y se toman unos minutos para contarme cómo viene la lucha contra los focos que quedan.
Estos últimos días estuvimos con mucho trabajo y recién hoy los bomberos hicieron un comunicado oficial de que estaba controlada la situación, así que un poco más tranquilos hoy, pero bueno, hay focos en todos lados, simultáneos, dice Virginia.
Ella es bióloga, guardaparque y brigadista. Estoy en Fuegas, Brigadistas Organizadas, en Sierras Chicas. Trabajamos en todo el corredor, en las localidades de La Granja, Aguadioro, Ascochinga, Villa Cerro Azul, donde también están las brigadas de Uquillo, Saldán, todas estas abocadas a la parte del incendio que empezó en Capilla del Monte y pasó las sierras hacia el otro lado, hacia nuestras localidades.
Llegó hasta las casas y la situación fue muy preocupante pero por ahora se logró controlar. El fuego en términos más técnicos estaría contenido, pero no está extinto ni nada por el estilo, o sea que hay que seguir laburando, dice Lucía, de la Brigada Forestal Comunitaria Isquitipe de la localidad de Río Ceballos, también en el corredor de Sierras Chicas.
Con la voz cansada relata los días previos: fue desesperante, el fuego cruzó de lo que se inició en Capilla del Monte, Dolores, Los Cocos. Miles y miles de hectáreas quemadas, 30.000 hectáreas aproximadamente de bosque nativo. Una verdadera tristeza. Que se llegue a tanto, que no haya políticas destinadas a prevenir semejante catástrofe. El Estado provincial interviene de manera negligente. La gente está poniendo el cuerpo, la vida, todo lo que tenemos en cuidar cada centímetro de monte nativo.
Para nosotros como brigadistas, cada metro, cada centímetro de monte vale la vida. Ese sutil equilibrio del que depende la vida y para lo cual el ecosistema que nos rodea, el monte nativo, las crecientes de los ríos, el agua… es vital. Y están violando un derecho constitucional que es permitirnos a las personas que habitamos este lugar sea un ambiente sano y digno.
Virginia también agrega que no son solamente los ecosistemas que se pierden, las flores las faunas sino que las Sierras chicas son el tanque de agua de los cordobeses y de un montón de gente de otros lugares. Hubo nuevos mapeos que se hicieron, calculan más de 50.000 hectáreas quemadas y en zonas de las sierras, no solo las zonas cercanas a las poblaciones, sino zonas altas donde surgen todas las vertientes y los ríos de los que tomamos agua.
Las pocas horas de sueño, el estado de alerta permanente, el torbellino de días y días controlando el fuego no impiden que haya un espacio para la reflexión y el llamado a comprometerse. Para apagar el fuego, para atender a sus consecuencias y para evidenciar sus causas.
Hay que seguir fomentando la conciencia de las personas de no hacer fuego en lugares que no estén habilitados, las condiciones climáticas siguen siendo extremas, hace mucho que no llueve, hay temperaturas altas, mucho viento.
Pero también hablar de la cuestión sistémica, de la prevención, de la alerta temprana, de la designación de recursos, del trabajo organizado, de la información. Para nosotros es muy importante que se tome conciencia y que se exija a la Provincia, a la Nación, a todos los organismos del Estado responsables de tener un plan de gestión, un plan de manejo de estas situaciones, un recurso asignado, una organización previa, el plan provincial de manejo de fuego está desmantelado.
Gabriel dice que la subejecución del presupuesto es brutal y lo pone en números: han ejecutado solo el 27 % de lo que establece la Ley para el Manejo del Fuego en lo que va del año. Y también con la Ley de Bosques, con la 26.331, la partida anunciada es 18 veces menor a lo que tiene que estar estipulado por ley. Esto es responsabilidad tanto de Milei como del gobierno colaboracionista de Córdoba, que es un aliado incondicional de Milei en todos los aspectos.
Desde los territorios se exige ayuda urgente y que se declare la Emergencia Nacional, pero la vicegobernadora Myrian Prunotto declara en canales de televisión que esto no es necesario.
Virginia no pudo escuchar en medio de las llamas lo que dijo la funcionaria, pero me dice que no le extraña para nada: El pedido de Emergencia Nacional lo impulsamos también desde la brigada, en conjunto con otras organizaciones porque consideramos que el nivel de necesidad de recursos y de catástrofe es inmenso y necesitamos garantizar que estos fuegos que se están empezando a controlar un poco sigan así, que siga habiendo personal para hacer guardia de cenizas, que sigan mandando aviones hidrantes, que siga habiendo personas disponibles y personal.
Lucía también señala que está muy alineado en realidad con las políticas nacionales, los grandes intereses que están detrás de todo esto. Y Gabriel afirma que el gobierno ha intentado naturalizar que es una temporada en la que va a haber incendios y que hay incendios, como parte de un ciclo que se tiene que dar necesariamente. Por eso también hay tanta desconfianza en los propios equipos especializados de la provincia. Y por los negocios que hay detrás de los incedios. Lo que el humo no puede tapar... el lobby inmobiliario, los agronegocios, el megaturismo empresarial, todo lo que ya sabemos.
¿Y las autovías? Sí también, porque las autovías de montaña han hecho desastre y han agravado la situación. Ahora, ¿para qué se hacen las autovías? Para poner la infraestructura a lo mismo, a los agronegocios y a los especuladores inmobiliarios. Gabriel participa también de la asamblea de Punilla Sur donde hay ambientalistas procesados por protestar contra las “rutas de saqueo” o autovías.
Los incendios comenzaron un día después de la votación de la adhesión de la provincia al RIGI, el régimen de beneficios de todo tipo para esos grandes negocios. Pero para el manejo del fuego y para los brigadistas, no hay plata.
Los brigadistas de Parques Nacionales son de los más precarios de todo el personal del Estado. Primero porque la actividad es de alto riesgo y súper insalubre. Estamos hablando a veces de 15 o 20 incendios por temporada. Es gravísimo el estado en el que quedan las vías respiratorias centralmente, la vista, la piel.
Gabriel también agrega que la situación no es nueva, pero que Cabandié les vendió humo. Entre las promesas estaba el pase a planta permanente, que es un reclamo histórico de los brigadistas, un retiro anticipado por reconocimiento de la actividad como de alto riesgo y plus por insalubridad. Pero el pase a planta nunca aconteció, siguen como personal contratado y están servidos en bandeja para que también se los despida y achicar por ahí el Estado.
El plan motosierra de Javier Milei tiene consecuencias gravísimas como lo demuestra la tierra arrasada en Córdoba, pero no podría llevarlo adelante sin grandes cómplices. El gobernador Martín Llaryora recibe al presidente frente a todas las cámaras para posar de preocupados cuando se negó a pedir la Emergencia Nacional y solo declaró “zona de catástrofe”, lo que despierta un enorme repudio.
"Que se arreglen solos", ya les había dicho Milei a los afectados por la tormenta de Bahía y nada indica que Córdoba vaya a ser distinto, al contrario. Por eso, sin esperar nada de arriba, la organización avanza por abajo. Este jueves hay convocadas acciones con cortes y "semaforeadas" en diferentes localidades y una concentración en la capital con la consigna "alto al fuego, todo incendio es político". La exigencia sigue siendo la Emergencia Nacional para que sean reasignados todos los recursos necesarios para apagar todo los fuegos el fuego.
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