El mismo día que el gobierno nacional reflota el plan de privatización de Aerolíneas Argentinas, su mayor tercerizada GPS, despide a nuevos trabajadores en Ezeiza y Aeroparque. Su suman a los más de 170 trabajadores tercerizados despedidos desde el mes de marzo, retiros voluntarios, despidos y congelamiento salarial sobre efectivos y un desfinanciamiento y campaña de fake news permanente contra la línea de bandera y en especial sobre sus trabajadores.
“Los despidos son el reflejo más crudo del ajuste y destrucción que están haciendo sobre Aerolíneas Argentinas” denuncia la Comisión interna de los trabajadores de GPS, advirtiendo que este ataque es parte de un plan de conjunto que tiene el gobierno nacional que solo intenta entregar a nuestra línea de bandera a sus amigos empresarios.
Los trabajadores denuncian el rol del gremio de los trabajadores aeronáuticos tercerizados “Nuestro sindicato UPADEP ni siquiera sacó un comunicado rechazando los más de 170 despidos desde marzo a la fecha, una colaboración con la empresa nunca antes vista”. Como ya habían denunciado en su momento y habían logrado frenar, varios de los despedidos en esta ocasión eran parte de “listas negras” que se habían infiltrado hace unas semanas atrás.
Estos despidos se suman al ataque sobre el conjunto de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas que se encuentran peleando contra el congelamiento salarial, su última paritaria fue el año pasado, perdiendo poder adquisitivo. Se suma a la campaña de terror que impuso más de 1500 retiros voluntarios entre efectivos y varios despidos.
El gobierno tuvo un revés judicial con una cautelar que suspendió el decreto de Javier Milei por esencialidad en la actividad aeronáutica. Una esencialidad que solo busca prohibir el derecho a huelga en medio de despidos y un ataque en regla contra los derechos de los trabajadores.
La lucha de los trabajadores tercerizados y efectivos de Aerolíneas Argentinas es una lucha testigo para el conjunto de los trabajadores del país. El objetivo final de privatización de la línea de bandera se da como un ataque a los trabajadores y sus derechos, lo que el gobierno pretende para todos los gremios y a favor de los grandes empresarios. “Nadie se salva solo, el gobierno está dispuesto a destruir nuestros puestos de trabajo y conquistas. Tenemos que lograr la unidad entre efectivos y tercerizados en asambleas comunes donde se discuta un plan de lucha y con los sindicatos a la cabeza” advierten los trabajadores.
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