Claudia Sheinbaum es, a partir de hoy, la primera mujer en asumir la presidencia de México, llega con mayoría en el Congreso y gobernaturas de los estados del país no sin contradicciones y retos.
Hoy es la toma de asunción de Claudia Sheinbaum, primera presidenta en la historia del país, con mayoría en el Congreso por parte del Morena y sus aliados al obtener 31 de las 45 Comisiones, lo que puede permitirle tener el control de temas fundamentales de gobierno, como uso de recursos y planificación de políticas. Cabe destacar, que también tiene mayoría de gobernaturas en los estados de México, delineando el mapa político y arrasando junto a sus aliados en las elecciones pasadas arrebatándoles ocho estados más al PRI y al PAN y sus coaliciones.
El gobierno de Claudia llega con el espaldarazo de más de 60 % de popularidad que su antecesor AMLO –quien ya ha salido rumbo a San Lázaro con sus simpatizantes abanderándolo– con la fortaleza de obtener mayoría calificada en el congreso y gobernaturas del estado y presumiendo una economía estable; sin embargo, los saldos del gobierno saliente son, también, los de que a pesar de los planes sociales y los aumentos al salario mínimo, se mantienen altos niveles de precariedad laboral, la militarización se ha incrementado y los presupuestos para educación, salud, cultura y deporte están muy por detrás de las necesidades sociales.
Cabe mencionar que, aunque AMLO presume de una postura independiente y soberana a nivel internacional con varios gestos que marcaron su distancia tanto con el gobierno estadounidense como del Estado español, como la exigencia del perdón a la corona española, la realidad es que México continúa subordinado económicamente al imperialismo estadounidense, llevando adelante sus políticas antimigratorias y en materia de seguridad. Como decíamos al inicio Sheinbaum llega al gobierno rodeada de mucha popularidad y espera, seguramente, poder gobernar en un ambiente de estabilidad económica y política.
Habrá que ver si las contradicciones de la economía internacional y los problemas estructurales que arrastra México como consecuencia de su dependencia y subordinación a EE. UU. (militarización, violencia, bajos salarios) hacen eclosión en el futuro. Las y los trabajadores, las mujeres, los jóvenes, los sectores populares tenemos planteado salir en lucha por nuestros derechos con independencia del gobierno y de la derecha.