En el marco de un paro de 48 horas, marcharon junto a trabajadores del Hospital Laura Bonaparte que luchan contra la amenaza de cierre; médicos y médicas residentes de CABA; y estudiantes de facultades como Psico y Filosofía, que están tomadas contra el ajuste educativo. Es necesario unir todas las luchas contra el ajuste del Gobierno.
Este martes las y los trabajadores del Hospital Garrahan comenzaron un paro de 48 horas. La medida fue votada en una asamblea masiva. En ese marco, fueron parte de una marcha masiva que desde el hospital se dirigió hasta Plaza de Mayo. La misma contó con la participación de trabajadores y trabajadoras del Hospital de salud mental Laura Bonaparte, que vienen luchando contra el ataque del Gobierno nacional, que amenazó con cerrarlo. También participaron médicas y médicos residentes de CABA, Provincia de Buenos Aires y Nación. Se sumaron, también, estudiantes universitarios que vienen protagonizando tomas en facultades como Psico y Filosofía de la UBA, en contra del veto presidencial a la Ley de Financiamiento universitario y contra el ajuste en educación. Mostrando esa unidad, en la marcha se cantaba: “Atención, atención, estamos defendiendo la salud y la educación”.
Enorme movilización unificada del Garrahan, del Hospital Bonaparte y de residentes de CABA. Más de 4.000 trabajadores de la salud cantando 🎶 Atención, atención, estamos defendiendo la salud y la educación 🎶 pic.twitter.com/ywkohr4VPv
Redoblaron la pelea en defensa de la salud pública tras el pedido de renuncia a los consejeros del hospital por parte del nuevo Ministro de Salud, una respuesta política contra la lucha con la que ya consiguieron un bono de 500 mil pesos. pic.twitter.com/3ZcG8oF4us
La enorme movilización de las trabajadoras y los trabajadores del Garrahan llega a la puerta del Hospital Laura Bonaparte, para unir sus luchas por salario, condiciones de trabajo y contra el cierre que quiere efectuar el Gobierno de Milei. pic.twitter.com/o15b7SUAuk
Decidieron redoblar la pelea en defensa de la salud pública tras el pedido de renuncia de los consejeros del hospital Garrahan por parte del nuevo Ministro de Salud, que denuncian es una respuesta política contra la lucha que vienen llevando adelante con la que consiguieron un bono de 500 mil pesos.
El anuncio del cambio de autoridades se dio en medio de un paro contundente en el hospital, en medio de la preparación para participar en la marcha en defensa de la universidad pública junto a sectores de la salud como residentes de CABA, Nación y el Hospital Posadas. Lo que las burocracias de UPCN y Sutecba buscan dividir, por abajo empieza a expresarse con el grito “unidad de los trabajadores”.
Ante cada reclamo, el Gobierno responde con una negativa con el objetivo de que el ajuste lo paguen las jubiladas y los jubilados, la salud y la educación públicas. Una política que tuvo como máxima expresión el anuncio del cierre del Hospital Nacional Laura Bonaparte, una referencia para la atención de la salud mental y abordaje de consumo problemático. El mismo viernes cuando se anunció la medida, las trabajadoras y los trabajadores convocaron una asamblea donde decidieron la permanencia pacífica exigiendo no al cierre, demostrando que gracias a ellos funciona el hospital.
Durante todo el fin de semana recibieron la solidaridad de distintos sectores, organizaciones y personalidades que se acercaron, con testimonios de pacientes o familiares que se atienden ahí pidiendo la defensa del hospital. Una solidaridad que confluyó el lunes por la mañana en un gran abrazo.
Desde abajo, con asambleas cada día para tomar resoluciones y con comisiones para abordar los distintos desafíos o problemáticas que surgen, se vienen organizando para resistir a la política del gobierno. Un ejemplo a seguir para la gran mayoría trabajadora y popular que sufre el ajuste de un gobierno al que no le tiembla el pulso para reprimir jubilados o atacar la salud pública.
El ataque a la lucha del Garrahan, la amenaza de cierre del Bonaparte y el veto al presupuesto universitario ponen en evidencia un plan alineado con las propuestas del FMI y que sería imposible sin la complicidad de los gobernadores y la burocracia sindical. Por eso se vuelve imprescindible profundizar la organización en cada lugar de trabajo y en cada sector, debatiendo cómo enfrentar el plan del gobierno. Es necesario que las centrales sindicales convoquen a un paro general y plan de lucha para derrotar el ajuste.