Con 97 votos a favor, 25 en contra y 20 abstenciones la Cámara de Diputados aprobó la acusación constitucional interpuesta por Chile Vamos contra la jueza Vivanco y el juez Muñoz.

El libelo presentado por las bancadas de la derecha toma en forma unificada a ambos jueces, siendo que los hechos que se les denuncian son muy dispares. Por una lado Vivanco ha estado en el centro del escándalo del Caso Audios, mostrando su trabajo en conjunto con Luis Hermosilla para influir en distintas causas. En cambio Muñoz es acusado de favorecer a su hija para la compra de una propiedad entregando información privilegiada.

Lo anterior ha significado una serie de críticas, ya que la derecha buscaría “jugar al empate” para sacar del centro la fuerte crisis que se abrió dentro de la derecha con el el Caso Audios. Y que esta semana incluso significo la renuncio de Chadwick a la UDI.

Ahora ambos jueces quedan suspendidos, mientras la acusación debe pasar al Senado donde terminará su análisis y votación.

Todo lo anterior no hace más que develar la crisis orgánica que se vive hace años en el país, expresada ahora con el descrédito de las distintas instituciones del Estado, y que la burguesía con sus políticos no logra una respuesta unificada a esta. Mientras se siguen conociendo hechos que muestran los mecanismos por los cuales los capitalistas ejercen su poder, las vinculaciones de los empresarios con políticos y jueces en función de sus intereses.